Paloma Soler-Espiauba |
Sábado 08 de Diciembre de 2007 |
¿Existe viaje hacia algún lugar de la tierra más emocionante que el que emprendemos hacia nuestro propio centro? Para llegar allí, Paloma hace paradas mágicas en estaciones de ensueño como la de Titirimundi en Segovia. Allí se sumerge en el mundo fantástico de los cuentos y bucea al encuentro de las joyas que adornan su espléndido lenguaje pictórico. Es un lenguaje onírico que está tanto al servicio de sus recuerdos infantiles y sus sueños como al de sus ensoñaciones, deseos de un futuro mejor, en el que la ternura y el coraje limpien las vidas de tragedia y suciedad. Cada uno de sus cuadros es una instantánea fotográfica de su espíritu delicado, lienzo sutil tensado entre la percepción de una grave realidad y una esperanza ingrávida. Mezcla los colores con intención poética para construir ese haiku cromático que nos atrapa y nos deja sin palabras, inmersos en el viaje profundo que ella nos propone. Consigue profundidades sin hacer uso de la perspectiva, mediante la alternancia de planos de colores pasteles con otros vibrantes, todos imposibles. Los trazos repiten motivos geométricos como las ruedas, los péndulos, la espiral o las sinusoides que mezcla e integra en sus gatos, en sus rejas y en sus jaulas. También repite elefantes que se columpian, en péndulos y en jaulas suspendidas, como pájaros leves. Todo ello evoca su deseo de un mundo al revés en su viaje al centro lleno de vaivenes, de retornos eternos. Mundo al revés, al otro lado del espejo, habitado de lobitos buenos y príncipes malos, de piratas honrados y brujas hermosas, de gatos mariposa y elefantes voladores que sólo tienen licencia para existir en el mundo de los sueños o el mundo de los cuentos de hadas, desde el que Paloma quiebra las certezas de los lenguajes convencionales y pone en duda nuestra capacidad de percepción al tiempo que se sitúa en aquel lugar del que, afortunadamente, ninguno de nosotros podemos evadirnos. Como decía Shakespeare, “estamos hechos del mismo tejido que nuestros sueños”. Si se puede aplicar esta afirmación a alguien con absoluta rotundidad es a Paloma. Xaro Nomdedeu Moreno. Primavera 2007 PALOMA SOLER-ESPIAUBA BIOGRAFÍA: PREMIOS: 1990 I PREMIO De Bodegón Casa Del Reloj. Madrid. EXPOSICIONES INDIVIDUALES: 1980 S.E.C. Aluche. Madrid.
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