Magda Morata, licenciada en Ciencias Físicas, es conocida en el entorno de la didáctica de la matemática de nuestro país, por la labor que ha desarrollado como miembro del Grupo Cero de Valencia. Aprender a ver las matemáticas como una actividad que produce belleza y a ver las matemáticas que subyacen a cualquier forma bella, ya sea una creación artística o un aspecto de la naturaleza, fue un objetivo irrenunciable de este grupo de trabajo; otro de sus objetivos fue cultivar la creatividad en el aula; los espejos de vidrio –los libros y los caleidoscopios poliédricos- fueron sus aliados para introducir de forma rotunda la belleza de rosetas, frisos, mosaicos y poliedros en los desangelados espacios docentes de las cuatro últimas décadas. Si añadimos a ello que Magda desciende de una estirpe de vidrieros, veremos con naturalidad su despegue en el mundo del arte vitralista.

Juan Ribes, pintor, ha investigado distintas formas de comunicar sus inquietudes, sus sentimientos, sus emociones, su alma, como él mismo dijo en la exposición colectiva “Ánimes de Cànter”, en dónde presentó la posibilidad de mostrar un “cachito” de ella en una original performance. Otro intento de materializar sus sensaciones interiores nos lo ofreció en una serie originada por la impresión que las imágenes televisivas dejaron en su retina, tras cerrar los ojos. Sobre fondos negros, como vidrios de ventanas abiertas en la noche, su trazo limpio explica ya su posterior gusto por el emplomado. Más tarde produce una serie de imágenes por ordenador, donde el vidrio es ya el sustrato de su dibujo y el trazo lineal avanza en su acercamiento a las cintas de plomo y de cobre.

Cintas de cobre y de plomo para delinear, en plomo y estaño, redes y motivos inspirados en espirales, sucesiones como la de Fibonacci o los mosaicos de Escher; vidrios translúcidos, de colores luminosos, para pintar las masas; diferentes texturas para conseguir efectos de turbulencias, ondas, manchas, cuerpos en suspensión y otros fenómenos de la dinámica de fluidos. Todos estos elementos funden las trayectorias de Magda y Juan en un trabajo con personalidad propia: la obra de Morata y Ribes. Un tandem profesional formado por dos excelentes profesores -Magda de Matemáticas y Juan de Dibujo- ambos seducidos por la abstracción, por el minimalismo, por una visión zen de los diseños y una mirada zen a los espacios así como por el concepto de arquitectura integral de la Bauhaus, que les lleva a crear vidrieras en cuya luz tamizada aletea el soplo vital de sus autores, en comunión con el entorno que las acoge.

Xaro Nomdedeu