113. (Mayo 2018) Las mujeres matemáticas de “Científicas: pasado, presente y futuro”
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Escrito por Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea)   
Lunes 28 de Mayo de 2018

La obra de teatro Científicas: pasado, presente y futuro se estrenó el 11 de marzo de 2016 en el Salón de Actos de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la Universidad de Sevilla. Desde esa fecha se ha seguido representando en diferentes centros en todo el estado español.

En el artículo Científicas: pasado, presente y futuro del blog Mujeres con ciencia se publicaban las entrevistas a su director, Francisco Vega (Técnico Especialista de un Laboratorio de Física Aplicada en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática) de la Universidad de Sevilla, y a las cinco profesoras de esa misma universidad que representaban a Hipatia (Isabel Fernández), Ada Lovelace (María del Carmen Romero Ternero), Marie Curie (Adela Muñoz Páez), Rosalind Franklin (Clara Grima) y Hedy Lamarr (María José Jiménez).

Las mujeres matemáticas de “Científicas: pasado, presente y futuro”

Marcapáginas diseñados por María del Carmen Romero Ternero.

En esta entrada reproducimos las entrevistas realizadas a las dos profesoras que representan a las dos científicas dedicadas a las matemáticas.

 

Isabel Fernández Delgado: Hipatia

Isabel Fernández Delgado es Doctora en Matemáticas por la Universidad de Granada y Profesora Titular del Departamento de Matemática Aplicada I de la Universidad de Sevilla. Su línea de investigación se enmarca en el análisis geométrico; es especialista en superficies minimales. Fue la primera mujer española en ser invitada como conferenciante en un International Congress of Mathematicians (ICM2010, India).

Se considera a Hipatia de Alejandría como la primera mujer científica de la historia: filósofa y maestra, destacó en los campos de las matemáticas y la astronomía.

Las mujeres matemáticas de “Científicas: pasado, presente y futuro”

Isabel e Hipatia.

  1. ¿Conocías a la científica que debías representar (no sólo su nombre) antes de emprender el proyecto? Después de la película Ágora de Amenábar es difícil no conocer a Hipatia, aunque antes de la película reconozco que sólo la conocía de nombre.
  2. ¿Qué te parece más destacable (en cuanto a su personalidad) de la científica que interpretas? Creo que de las cinco es la que más difícil lo tuvo, por la época en la que le tocó vivir. Me fascina el hecho de que fuese capaz de hacerse escuchar y respetar en un mundo tan tremendamente dominado por los hombres.
  3. ¿Te ha inspirado de alguna manera esta científica tras esta experiencia? Me ha recordado lo afortunados que somos de vivir en una época en la que se han superado muchas barreras (me encanta la cara que se le pone a los más pequeños cuando Hipatia les cuenta que en su época las niñas no podían ir a la escuela), y la responsabilidad que tenemos para superar las que aún quedan.
  4. ¿Tienes alguna anécdota especial que te gustaría compartir del proceso antes del estreno de la obra? Todo el proceso de preparación ha sido muy especial, éramos (somos) totalmente amateurs, algunos ni nos conocíamos previamente, y ver cómo el proyecto ha ido tomando forma reunión tras reunión… ha sido mucho trabajo, pero siempre con un ambiente genial, hemos acabado teniendo muchísima complicidad, y lo hemos pasado muy bien preparándolo todo. Me quedo especialmente con los ensayos previos a nuestra primera representación en Sevilla, con los nervios, con los millones de cosas que había que tener listas, con el grupo de whatsapp echando humo, con los larguísimos emails planificándolo todo… y con la ilusión de poder poner nuestro granito de arena para que, como siempre dice Paco, “ninguna niña piense que algo le es ajeno por el simple hecho de ser mujer”.
  5. ¿Alguna reacción del público te ha emocionado especialmente? En una de las representaciones de la obra en Sevilla, para 400 niños de varios colegios, muchos de esos niños se quedaron casi una hora hablando con nosotras, todos querían preguntarnos cosas, o contarnos lo que habían aprendido en clase sobre las científicas que representábamos. Y me emocioné mucho con Noa, una niña de 6 años que vino a vernos a La Coruña, y que luego me contó que durante la representación no paraba de decirle a su madre “me está gustando mucho, mamá, ¡no quiero que se acabe nunca!”.
  6. Entre las cinco científicas del pasado, te quedarías con la que representas o te habría apetecido representar a alguna otra? Me quedo con la mía, creo que después de tantos ensayos cada una nos hemos mimetizado un poco con nuestra “científica del pasado”, las hemos hecho un poco nuestras. A mis compañeras tampoco me las imagino en otro papel. Yo no soy tan seria ni tan reflexiva como decían que era Hipatia, pero me encanta enfundarme en su traje de época y ponerme un poquito seria. Porque nuestra Hipatia empieza seria, pero luego se le va pasando…
  7. Si quieres comentar cualquier otro aspecto de la obra… Quiero aprovechar para declarar públicamente mi admiración por Paco. Él no se dedica a la investigación ni a la divulgación, pero tiene una hija y tiene muy claro el tipo de mundo en el que su hija debería vivir. Me encantan las personas con iniciativa, y a él le sobra. El esfuerzo, determinación, y cariño que le ha puesto a este proyecto, cómo lo ha sacado adelante de la nada, cómo nos ha contagiado su entusiasmo… y siempre con humildad y generosidad. Por lo que más me alegro del éxito que ha tenido este proyecto es por él.

 

María del Carmen Romero Ternero: Ada Lovelace

María del Carmen Romero Ternero es Doctora en Ingeniería Informática y Profesora Contratada del Departamento de Tecnología Electrónica Universidad de Sevilla. Su ámbito de investigación es la inteligencia artificial y la computación afectiva.

¡Una ingeniera informática representando a la matemática Ada Lovelace, considerada como primera persona programadora de la historia!

Las mujeres matemáticas de “Científicas: pasado, presente y futuro”

Ada y María del Carmen.

  1. ¿Conocías a la científica que debías representar (no sólo su nombre) antes de emprender el proyecto? Conocía a Ada y su papel como la primera persona programadora desde que en segundo de carrera me enseñaron el lenguaje de programación ADA, que se llama así en su nombre. Sin embargo, no conocía nada sobre ella ni lo polifacética que era, y me sorprendió mucho su vida cuando me leí las tres biografías que me pasaron Paco y Adela.
  2. ¿Qué te parece más destacable (en cuanto a su personalidad) de la científica que interpretas? Lo visionaria que llegó a ser para su época y la capacidad de usar su creatividad para aplicarla en distintas disciplinas.
  3. ¿Te ha inspirado de alguna manera esta científica tras esta experiencia? Lo cierto es que yo me siento identificada con esa capacidad que tenía ella de aplicar la creatividad en distintos campos. Además de ser ingeniera, he de decir que también tengo mi faceta artística, al igual que mi colega Ada.
  4. ¿Tienes alguna anécdota especial que te gustaría compartir del proceso antes del estreno de la obra? Me reía mucho cuando Paco me decía que yo tendría que ser la productora de la obra. Lo decía porque siempre que hacía falta algo, me las apañaba para encontrarlo o para encontrar a la persona adecuada que nos ayudara a conseguirlo. Es lo maravilloso de tener muchos (y buenos) amigos.
  5. ¿Alguna reacción del público te ha emocionado especialmente? En la segunda representación había casi 400 niños llenando el Salón de Actos de mi Escuela (en la que soy profesora) y entre esos niños estaba mi hija Andrea (de 8 años), que me miraba con una carita a camino entre la vergüenza y la admiración. Cuando acabamos la parte del presente, quisimos dar la opción a preguntar y el corazón me dio un vuelco cuando decenas de manos asomaron entre los asientos porque muchos de ellos querían hacernos preguntas. Aquello fue indescriptible, porque nos confirmaba que habíamos logrado alcanzar el equilibrio que tanto nos empeñábamos en encontrar entre la rigurosidad y la teatralidad para no aburrir a los más pequeños. Logramos mantenerlos fascinados y después preguntaban con mucha curiosidad sobre cosas de las científicas del pasado que ni siquiera habíamos nombrado durante la representación. Ahora sabemos que fue todo un acierto proponer a los colegios la actividad previa, ya que, de ese modo, se metían rápidamente en las historias que allí contábamos. También me ilusionó especialmente que al cabo de unas semanas de la primera representación, un niño me reconociera por la calle y me dijera: “Anda! Pero si tú eres una de las científicas…” y todo eso con una sonrisa de admiración en su boca.
  6. Entre las cinco científicas del pasado, te quedarías con la que representas o te habría apetecido representar a alguna otra? Me quedo con la mía (y no sólo por el vestido), pues lo curioso es que me siento bastante identificada con ella. De todas las científicas del pasado, la representación de Ada es la más infantil, por el juego de palabras que usamos de Ada y Hada. Me siento cómoda sobre el escenario con ese toque tan desenfadado que le hemos dado a Ada.
  7. Si quieres comentar cualquier otro aspecto de la obra… Ha sido (y está siendo) una experiencia muy gratificante, y no sólo por las caritas de los niños (y de quienes les acompañan a las representaciones), o por la aceptación del proyecto en los medios y la difusión que se le está dando, sino por la amistad y la complicidad que se ha ido consolidando en el grupo de las seis. Hemos construido un gran equipo unido, en el que todas aportamos, todas opinamos y todas escuchamos. Y cuando hablo de todas, incluyo a Paco, que es en femenino genérico. Cuando Paco me habló por primera vez sobre este proyecto en el pasillo de la Escuela, ya intuía yo que tendría recorrido porque, ciertamente, era (es) un proyecto precioso. Sin embargo, también es verdad, que para mí (y para todas) la realidad ha superado las expectativas con creces.

 
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