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Junio 2008: Sociedad, Cultura y Ciencia en la época de Einstein (1879-1955) - Filosofía alemana (1870-1939)
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Escrito por Miguel Hernández González, José Montesinos Sirera, Sergio Toledo Prats, Eduardo Martín Pérez y José Andrés Oliva Hernández   
Domingo 01 de Junio de 2008
Índice del artículo
Junio 2008: Sociedad, Cultura y Ciencia en la época de Einstein (1879-1955)
ÍNDICE DE LA EXPOSICIÓN
Introducción
Semblanza Bibliográfica
La Ciencia en el tránsito del siglo XIX al XX
1905, un año milagroso
El Principio de Relatividad
El concepto de masa
La gravedad (la evolución de un concepto)
Una época convulsa
Ciencia alemana y nazismo
La Matemática alemana en el siglo XIX
Arte de Vanguardia (1890-1939)
El cine (la pantalla demoníaca)
Literatura alemana (1880-1945)
Cómics y gravitación
Filosofía alemana (1870-1939)
Einstein y Bohr
El extraño mundo de la cuántica
Todas las páginas

Filosofía alemana (1870-1939)

imagenFriedrich Nietzsche publica en 1872 El origen de la tragedia, donde interpreta la cultura griega como lucha entre lo apolíneo y lo dionisíaco. En 1883 concibe su obra maestra Así hablaba Zaratustra, en la que expone algunos de sus temas más característicos, como la muerte de Dios y el nihilismo, el superhombre, la voluntad de poder y el eterno retorno. Su autobiografía Ecce Homo (1888) es el preludio al ocaso de su razón. Karl Marx publica en 1875 la Crítica al programa de Gotha, donde analiza la obra de Ferdinand Lassalle . Trabaja en los tomos segundo y tercero de El Capital, analizando el capitalismo mediante las categorías de mercancía, valor de uso y de cambio, plusvalía, fuerza de trabajo, modo de producción, relaciones sociales de producción y desarrollo de las fuerzas productivas. Friedrich Engels extiende el materialismo histórico a la filosofía natural mediante el materialismo dialéctico; por entonces escribe Filosofía de la Naturaleza y el Anti-Dühring (1878).

Eugen Dühring es el más conocido representante del positivismo social, autor de una Lógica y teoría de la ciencia (1878). En los años 70 un grupo de médicos y fisiólogos constituye la avanzadilla del positivismo materialista: imagenKarl Vogt, Jakob Moleschött, Emil Du Bois Reymond, Ludwig Büchner y Ernst Haeckel. Este último es un zoólogo y darwinista social, célebre por su tesis de que la ontogenia recapitula la filogenia. De su obra Los enigmas del mundo (1899) se venden 400.000 ejemplares, lo que da una idea del interés del público alemán por la ciencia. En los años 80 aparece en escena el empiriocriticismo de Richard Avenarius y Ernst Mach. El primero publica en 1876 Filosofía como pensamiento del mundo según el principio del mínimo gasto de fuerza y en 1880 Crítica de la experiencia pura, donde se intenta comprender al hombre como relación entre el medio, las formas de expresión humanas, el sistema nervioso del individuo y la alimentación. Mach se dio a conocer con La mecánica en su desarrollo histórico-crítico (1883) donde pone en cuestión los conceptos de espacio y tiempo absolutos de la mecánica de Newton. Para él conocer es un proceso biológico y las sensaciones son la base de la ciencia. La investigación científica no hace sino proseguir el trabajo de adaptación del individuo al medio que realizan los órganos corporales y los comportamientos estandarizados.

Hay por entonces un retorno a la filosofía de Kant con el neocriticismo de las Escuelas de Marburgo y Baden, que intenta replantear los fundamentos, métodos y límites del conocimiento científico. Es un movimiento muy crítico con el positivismo, con la conversión de la ciencia en una metafísica absoluta y con la reducción de la filosofía a ciencia empírica. El neokantismo conecta con científicos como Helmholtz, para quien la estructura fisiológico-psíquica del sujeto funciona como una especie de apriorismo cognoscitivo. Hermann Cohen, que publica en 1883 El principio del método infinitesimal y historia, considera que la física matemática debe ser el fundamento de la ciencia y que la filosofía debe estudiar la condiciones validez de la ciencia. Paul Natorp publica en 1910 Los fundamentos lógicos de las ciencias exactas. En su obra extiende el criticismo otros ámbitos, como la moral, el arte y la religión. Ernst Cassirer se ocupa de la física en La teoría einsteiniana de la realidad (1921) y Determinismo e indeterminismo en la física moderna (1937). En El problema del conocimiento (1906-40), trata de demostrar que hacer ciencia consiste en buscar leyes, que son descripciones de relaciones funcionales entre objetos, principios de conexión, sin necesidad de sustancialismos. Windelband y Rickert de la Escuela de Baden, se interesaron especialmente por la distinción entre ciencias históricas y las naturales. Wilhelm Windelband en Historia y ciencia natural (1894) dice que debe ser labor de la filosofía investigar si existe ciencia, es decir, conocimiento con valor de verdad y con validez universal. Distingue entre ciencias nomotéticas, que buscan regularidades y prestan más atención a lo general, y ciencias ideográficas, que se ocupan de fenómenos concretos e individuales. Heinrich Rickert considera que es tarea de la filosofía averiguar de qué modos consiguen las ciencias hallar la garantía de su validez universal y necesaria. Entre 1896 y 1902 publica Los límites de la formación de los conceptos de las ciencias naturales.

El historicismo filosófico se inicia en 1883 con el texto de Wilhelm Dilthey Introducción a las ciencias del espíritu. Es un movimiento que rechaza la reducción de las ciencias históricas al modelo de las ciencias naturales. Estudia las diferencias entre Naturaleza e Historia, así como entre sus métodos de estudio: explicación causal de lo natural y comprensión racional de lo histórico. La obra de Dilthey es una crítica de la razón histórica; afirma que las ciencias del espíritu han de construirse sobre el concepto “Erlebnis”, la experiencia vivida.imagen Georg Simmel, en Problemas fundamentales de la filosofía (1910), introduce el relativismo al señalar que en función de sus propios valores los historiadores seleccionan hechos históricos y las categorías intelectuales con que los interpretan. Oswald Spengler famoso gracias a La decadencia de Occidente (1918-1922), presenta el declinar de Alemania como símbolo del ocaso la civilización occidental. Así como la Naturaleza es mecanicista la Historia es organicista y sus organismos son las civilizaciones, que nacen, crecen, maduran y mueren. En El hombre y la técnica (1931)muestra su distanciamiento respecto a la sociedad moderna construida sobre la explotación técnica dela Naturaleza. En Los orígenes del historicismo (1936) Friedrich Meinecke intenta superar el relativismo historicista mediante la búsqueda de lo eterno en el instante, de lo perenne en lo individual. Para Max Weber la ciencia es uno de los valores más característicos de la cultura occidental, una actividad inacabable por definición. Someter el mundo a cuantificación y medida no es un objetivo de la ciencia, sino tan sólo un procedimiento metódico útil en muchos campos. En La ética protestante y el espíritu del capitalismo (1905) pretende mostrar cómo la moral calvinista impulsó de modo decisivo el desarrollo del capitalismo en ciernes. En El trabajo intelectual como profesión (1914) estudia la relación de la objetividad con la subjetividad, atendiendo a la enseñanza como forma de transmisión de la cultura.

imagenEn la Segunda Internacional (1889-1917) correspondió a los socialistas alemanes el papel de guía del proletariado europeo. Karl Kautsky fue su principal ideólogo, redactor de la parte teórica del Programa de Erfurt (1891) del Partido Socialdemócrata alemán. Flexibilizó el materialismo histórico en cuanto a las relaciones entre infraestructura y superestructuras. En Concepción materialista de la historia (1927) intenta enlazar el marxismo con el darwinismo social. Eduard Bernstein en Los supuestos del socialismo y las funciones de la socialdemocracia (1889) se aparta de la ortodoxia marxista, criticando por erróneas tesis como la pauperización del proletariado, la proletarización de las clases medias y la inexorabilidad del hundimiento capitalista. Frente a la revolución y la dictadura del proletariado defiende la vía democrática al socialismo. Rosa Luxemburgo expone en La acumulación del capital su teoría sobre el imperialismo como fase final del capitalismo. Acusa al bolchevismo de ser la dictadura de una élite burocrática. A partir de 1910 tiene gran influencia en los socialistas alemanes el austromarxismo, que rechaza el determinismo económico y prefiere considerar el materialismo histórico como un programa de investigación de los hechos económicos y sociales antes que como una metafísica de la Historia. En esta tendencia destacan Max Adler, con su obra Causalidad y teleología en la disputa sobre la ciencia (1910), y Rudolf Hilferding con El capital financiero (1911).

La interpretación del materialismo histórico que realiza Ernst Bloch en Espíritu de la utopía (1918) se propone recuperar el hegelianismo de Marx, y lo mismo hacen el húngaro György Lukács con Historia y conciencia de clase y el alemán Karl Korsch con Marxismo y filosofía, obras de 1923 que retoman la hegemonía de la dialéctica desde la categoría de totalidad. Lukács considera que la conciencia de clase, autoconocimiento crítico activo, es el nexo necesario entre teoría y praxis que permite al proletariado convertirse en sujeto de la Historia. Para Korsch la dialéctica materialista es el fundamento metodológico de la praxis emancipatoria del proletariado. En su biografía Karl Marx (1936) resalta los aspectos científicos y empíricos del materialismo histórico.

imagenLa fenomenología irrumpe en 1913 con la obra del matemático Edmund Husserl Ideas para una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica (1913). En 1891 había publicado Filosofía de la aritmética, cuya crítica por Frege motivará un cambio antipsicologista y proformalista en su actitud filosófica. Con el método fenomenológico quiere distanciarse de la filosofía positivista e idealista. Mediante la “epojé” o suspensión del juicio -de las creencias filosóficas, ideas científicas, conceptos y nociones recibidos- hay que avanzar hacia la captación de las esencias eidéticas, las formas de existencia del mundo en la conciencia intencional humana. En La crisis de las ciencias europeas y la fenomenología transcendental (1935) critica la pretensión de que la verdad científica sea la única verdad válida y la reducción de la racionalidad humana a la razón científica. Max Scheler aplicará el método fenomenológico a la actividad moral. En Las formas del saber y la sociedad (1926) considera que en cualquier época se dan tres tipos de saber implicados entre sí: el religioso, el metafísico y el técnico. En Sociología del saber defiende que el monoteísmo creacionista judeocristiano, al mortificar y desanimar la Naturaleza, hace posible la empresa de su racionalización científica y su explotación técnica. La ontología de Nicolai Hartmann distingue cuatro tipos de seres ideales: entes matemáticos, formas lógicas, formas ideales o esencias de las cosas reales y valores morales. En La construcción del mundo real (1940) intenta articular una visión del mundo en cuatro planos: físico, orgánico, psicológico y espiritual.

Martin HeideggerEn Martin Heidegger la fenomenología desemboca en una filosofía de la existencia. Ser y tiempo (1927) consiste en un análisis existencial del sujeto humano en cuanto se pregunta por el sentido del ser, que resulta caracterizado como “Dasein”, un estar ahí irreductible a presencia y objeto, porque es proyecto abierto al mundo. Al transformar el mundo el hombre se transforma a sí mismo. En 1933 es nombrado rector de Friburgo, con los nazis en el poder, y pronuncia su famoso discurso La autoafirmación de la Universidad Alemana. Karl Jaspers inaugura el existencialismo alemán con Psicología de las concepciones del mundo (1919). En 1937 fue expulsado de la universidad de Heidelberg por su antinazismo. Partiendo de que la filosofía y la ciencia se necesitan mutuamente hace notar que la actitud científica se caracteriza por la permanente apertura a la crítica. El científico debe tener conciencia metodológica de los límites de validez de la ciencia, porque ésta no puede guiar la vida, ni determinar su sentido, ni explicar el sentido de la ciencia, tareas que corresponden a la filosofía.

En los años veinte se crea el Instituto para la investigación social, origen de la Escuela de Frankfurt. Tras el ascenso nazi al poder sus miembros tuvieron que exiliarse. Entre ellos figuran Friedrich Pollock con su Teoría marxista del dinero (1928), Henryk Grossmann con Ley de la acumulación y la quiebra en el sistema capitalista (1929), Karl-August Wittfogel con Economía y sociedad en China (1931), Walter Benjamin y El origen del drama barroco alemán (1928), Leo Löwenthal con Sobre la situación social de la literatura (1932). Son Theodor Adorno y Max Horkheimer,con Estudios sobre la autoridad y la familia (1936), quienes darán al grupo su impronta hegelianomarxista y freudiana. Otros componentes, como Herbert Marcuse y Erich Fromm, adquirirán gran popularidad posteriormente en su exilio americano.


 

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