Matemáticas y literatura |
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El País, 3 de junio de 2000 Babelia, Única, pág. 10 - Crítica JOSÉ MANUEL SÁNCHEZ RON Matemáticas y Literatura Dos obras, de Denis Guedj y Apostolos Doxiadis, se sirven de las matemáticas para contar historias. Narrativa. "El teorema del loro" Denis Guedj. traducción de consuelo serra anagrama. barcelona, 2000 540 páginas. 3.300 pesetas "El tío Petros y la conjetura de Goldbach" Apostolos Doxiadis traducción de maría eugenia ciocchini ediciones b. barcelona, 2000. 197 páginas. 1.500 pesetas Desde especialmente el último siglo y medio, la ciencia tiene una buena parte de responsabilidad de que vivamos como lo hacemos. Por eso, por la forma cada vez más intensa en que penetra y afecta a nuestras vidas, es tan importante que el conocimiento científico no sea algo ajeno al conjunto de la sociedad, en el que, naturalmente, abundan son la mayoría los no científicos. Ahora bien, ¿cómo se puede resolver este problema (porque problema es)? La divulgación científica es uno de los procedimientos canónicos, largamente establecidos y profusamente practicados en la actualidad. Gracias, en efecto, a los escritos de autores como, por citar algunos de los más notables, Paul Davies, John Gribbin, John Barrow, Stephen Hawking, Roger Penrose o Lynn Margulis, nos vemos introducidos en mundos fascinantes, poblados por temas u objetos como creación y expansión del universo, origen de la vida, agujeros negros o inteligencia artificial. El éxito de divulgadores como éstos es innegable, comprensible y merecido, pero es necesario algo más. Comparto, en este sentido, lo que hace tiempo señaló el entomólogo Edward Wilson (Sobre la naturaleza humana): "Con raras excepciones, ellos son los científicos dóciles, los emisarios elegidos de lo que debe ser considerado por sus huéspedes como una cultura bárbara todavía no agraciada por el lenguaje escrito... Muy pocos de los grandes escritores, aquellos que pueden perturbar y movilizar las capas más profundas de la mente, llegan a dirigirse a la ciencia verdadera en sus propios términos". Pocos son, efectivamente, los casos de científicos-divulgadores cuyos escritos llegan a conmover realmente nuestros espíritus (para mí la principal excepción es Stephen Jay Gould). Y si no lo logran, ¿sorprenderá que la ciencia sea para tantos un ejercicio, un conjunto de conocimientos, extraño? Y en este punto entra la literatura, el más preciado y universal instrumento después de, por supuesto, el contacto directo de que disponemos los humanos para acercarnos a la vida, a los sentimientos y pasiones. ¿Por qué no recurrir con mayor frecuencia de lo que se ha hecho a lo largo de la historia a la literatura para que la ciencia se relacione más estrechamente con la sociedad, para que realmente se integre en la cultura? Afortunadamente, existen indicios de que esto es precisamente lo que está sucediendo. Cada vez son más las obras cuya trama depende del mundo científico. Obras como Longitud (Debate), de Dava Sobel, y En busca de Klingsor (Seix Barral), de Jorge Volpi. Y ahora dos novelas centradas en las matemáticas: El teorema del loro, de Denis Guedj, y El tío Petros y la conjetura de Goldbach, de Apostolos Doxiadis. El teorema del loro, como hizo en su día con la filosofía El mundo de Sofía, de Jostein Gaarder, pretende servirse de la narrativa para introducir a sus lectores en el mundo de la matemática: Una novela para aprender matemáticas es, de hecho, el subtítulo que lleva. Y aprender matemáticas, bastante de la esencia de las ramas y problemas clásicos de esta disciplina varias veces milenaria, se puede con ella, ciertamente. Como también entretenerse con una trama bien construida e imaginativa, además de adornada con un lenguaje que no desmerece del formato elegido por el autor. La única pega que se puede hacer a este libro es la de su extensión: no sería extraño que algunos lectores, sino necesariamente los peores, ni desde luego los menos, tengan la sensación de que Guedj podría haber cumplido mejor su noble, y también literario, propósito con, digamos, cien páginas menos. Semejante crítica no se puede hacer a El tío Petros y la conjetura de Goldbach, un libro en el que los contenidos matemáticos son mucho más reducidos. Frente a la compleja trama construida por Guedj para tener la oportunidad de explicar problemas y soluciones matemáticas, Doxiadis se centra en dos personajes de ficción y en la pasión de uno de ellos por resolver la denominada "Conjetura de Goldbach" (todo número par superior a 2 es la suma de dos primos), aún sin resolver, y que, por cierto, también desempeña un papel en El teorema del loro. Con este aparentemente escaso bagaje, Doxiadis nos pasea por el universo de la teoría de los números, nos da una idea de lo que era la profesión y comunidad matemática de las primeras décadas del siglo XX y nos presenta a personajes fascinantes como los matemáticos Hardy, Ramanujan, Turing o Gödel, pero sobre todo nos introduce en los mundos subterráneos, psicológicos, del pensamiento y creatividad matemáticos, en mundos en los que la obsesión y la pasión (como la del tío Petros) se desbordan. En mundos, en definitiva, en los que la literatura no es un simple convidado de piedra |
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