12. (Diciembre 2014) La muerte de Arquímedes en el arte
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Escrito por Ángel Requena Fraile   
Miércoles 03 de Diciembre de 2014

La muerte de Arquímedes en el arte

El legado de Arquímedes, el principal matemático de la antigüedad, no se ha limitado a sus teoremas y descubrimientos, también las leyendas de su vida le han acompañado, engrandeciendo su ya potente figura.

Las grandes figuras son observadas con detenimiento y los episodios de su vida son contados hasta convertirse en mitos. Algunos hagiógrafos también las adornan. Así, Arquímedes es de gran utilidad para narrar matemáticas, algo que siempre es muy útil al enseñante. Muchas historias y anécdotas han pasado a engrosar la tradición colectiva: “dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”, gritar ¡Eureka! corriendo desnudo por Siracusa tras resolver la composición de la corona real, el levantamiento de barcos, la espuria historia de los espejos ustorios que queman la flota romana, la iconografía de su mausoleo (Plutarco: su sepulcro era un cilindro con una esfera circunscrita en él, poniendo por inscripción la razón del exceso que hubiese entre el sólido continente y el contenido),… y su muerte a manos de un soldado romano tras la conquista de Siracusa durante las Guerras Púnicas.

A estas deliciosas historias tenemos que añadir otra muy apasionante: la larga marcha del palimpsesto del Método hasta su descubrimiento y restauración. Ha sido la última de las batallas ganadas por el sabio siracusano.

La muerte de Arquímedes en el arte

Entre todas las historias, la que dejado más huella ha sido su muerte violenta mientras trabajaba, concentrado y ajeno a las cosas materiales. Los artistas no podían dejar un tema así sin plasmar la fuerza de sus imágenes. En lugares tan emblemáticos como las Estancias de Rafael del Vaticano, la Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial o la Asamblea Nacional Francesa, encontraremos la espada que da muerte a Arquímedes.

El episodio es narrado por Plutarco en su Vida de Marcelo, el general romano que asalta Siracusa. Leamos el largo párrafo en detalle pues se narran tres historias:

Mas lo que principalmente afligió a Marcelo fue lo que ocurrió con Arquímedes: hallábase este casualmente entregado al examen de cierta figura matemática, y fijos en ella su ánimo y su vista, no sintió la invasión de los romanos ni la toma de la ciudad. Presentósele repentinamente un soldado, dándole orden de que le siguiera a casa de Marcelo; pero el no quiso antes de resolver el problema y llevarlo hasta la demostración; con lo que, irritado el soldado, desenvainó la espada y le dio muerte. Otros dicen que ya el romano se le presentó con la espada desenvainada en actitud de matarle, y que al verle le rogó y le suplicó que esperara un poco, para no dejar imperfecto y oscuro lo que estaba investigando; de lo que el soldado no hizo caso y le pasó con la espada. . Todavía hay acerca de esto otra relación, diciéndose que Arquímedes llevaba a Marcelo algunos instrumentos matemáticos, como cuadrantes, esferas y ángulos, con los que manifestaba a la vista la longitud del sol, y que dando con él los soldados, como creyesen que dentro llevaba oro, le mataron.

Tres muertes alternativas. La que más nos gusta es la segunda. Plutarco muestra las características de la matemática griega que han sido los objetivos de todos los tiempos: claridad y perfección. En la primera se insiste en la demostración y en la última destaca otro aspecto de Arquímedes: la fabricación y uso de modelos físicos.

La primera representación de la muerte de Arquímedes que hemos encontrado es un mosaico romano que se encuentra en Francfort. Véase más arriba. La representación es ingenua pero muy expresiva. En lugar del dibujar sobre arena, el sabio  trabaja sobre una tablilla.

Tras el mosaico nos vamos al Vaticano, a la Estancia de la Signatura de Rafael, dominada por la impresionante Escuela de Atenas. Platón y Aristóteles en el centro y el resto de los sabios trabajando en sus quehaceres. A nuestra derecha se encuentran Ptolomeo con esfera y una figura inclinada sobre una pizarra con un compás. Esta figura puede representar a Euclides pero también a Arquímedes pues justo debajo, en el zócalo y sin policromía, se encuentra la conquista de Siracusa y la muerte de Arquímedes.

La muerte de Arquímedes en el arte

De las Estancias Vaticanas pasamos otro sitio emblemático, a la Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Arquímedes aparece dos veces. La escena más cuidada por el pintor Pellegrino Tibaldi es la representación de los soldados en el momento de matar a un Arquímedes concentrado en la demostración del Teorema de Pitágoras.

La muerte de Arquímedes en el arte

Del manierismo al barroco. La dramatización del momento llega al paroxismo. Tres pintores de la segunda mitad del XVII recrean la muerte de Arquímedes reduciéndola a lo esencial: la espada, el sabio en trance y el soldado feroz.

El francés Guillaume Courtois, llamado Il Borgognone, tiene en el Museo del Barroco en Ariccia una de estas representaciones básicas:

La muerte de Arquímedes en el arte

La misma escena con caras desencajadas la encontramos en Burdeos con la representación de Pietro Della Vecchia (marco dorado) y en una pintura de Pier Francesco Mola perteneciente a una colección privada.

La muerte de Arquímedes en el arte

La muerte de Arquímedes en el arte

Al romanticismo tampoco le paso desapercibido el acontecimiento. Entre las muchas representaciones del siglo XIX elegimos una que decora el Palacio de la Asamblea Nacional de Francia, firmada por Eugène Delacroix. En este caso la espada se convierte en lanza para dar más dinamismo al momento.

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