Zacut, Abraham (¿1452-1515?)
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Escrito por José M. Cobos Bueno (Universidad de Extremadura)   

divulgamatAl frente de su obra Hibbur ha-gadol y del capitulo XIX del mismo en los manuscritos de Lyon y Salamanca, aparece como Abraham bar Samuel bar Abraham Zacut, lo que zanja la discusión sobre su nombre. En el Séfer Yujasin (página 52a), escribe: “Rabi Abraham Zacut, hombre de Salamanca (salmantino)”, por lo que no hay que cuestionar su naturaleza. También en el manuscrito español del Tratado breve en las influencias del cielo, dice: “... a mí Rabi abraham Zacut de Salamanca astrólogo”.

Sobre la fecha de nacimiento, todo son conjeturas y todas admisibles. Algunos autores, basándose en lo escrito por el propio autor, la sitúan en 1452. Zacut escribe en el capítulo II de su obra Hibbur ha-gadol, al tratar del manejo de la tabla para averiguar “la hora de la revolución de cualquier nacimiento”: “Ejemplo para esto, porque mejor lo entiendas: uno nació en el año 452, a 12 de agosto, tres horas después de mediodía, y han transcurrido para este nacimiento veinticinco años completos, y queremos saber la época de la revolución del año 26...”

Aceptar esta fecha de nacimiento nos permitiría asegurar que cuando escribe su obra maestra tenía veinticinco años, debido a que esta obra está datada en 1477. A pesar de esta conjetura, comúnmente se señala el nacimiento “hacia 1450” a pesar de que aunque algún otro autor lo sitúa en “cerca del año 200 del milenio sexto”, o sea 1440.

Es previsible que pasara su juventud en Salamanca y que al menos hasta 1477 viviera en esta ciudad por su propio testimonio que refleja en el capítulo IX del Hibbur ha-gadol. Aunque es probable que su estancia se sitúe hasta 1481 o 1482.
Debido al ambiente familiar, su padre era hombre docto que había recibido la Cábala de beneméritos sabios, del cuál nuestro autor aprendió la Ley y otras enseñanzas, es verosímil que Zacut acudiera a la Universidad de Salamanca, entonces una de las más prestigiosas y famosas, donde aprendió Astrología y Matemáticas. Regentaba la Cátedra de Astrología Nicolás Polonio hasta 1464 en que declarada vacante, por ausencia de su titular, accedió a ella un amigo de Zacut, Juan Selaya o Salaya.


Sobre su época de magisterio no se poseen documentos que demuestren rigurosamente las diversas conjeturas que se han formulado. Así, unos, sostienen que Zacut enseñó en Zaragoza; otros aseguran que lo hizo en Cartagena y casi todos coinciden que desempeñó la cátedra de Astrología en la Universidad de Salamanca, punto que tampoco se apoya en documentos fidedignos y sólo se podría demostrar si aparecieran las actas de los claustros de dicha Universidad entre los años 1481 a 1503, desaparecidas, pues en las actas con fecha anterior “ni figura como profesor ni entre los lectores y sustitutos”. Ahora bien, lo que si está documentado es que enseñó Astrología en la Academia renacentista del maestre, Alcántara, Fray Juan de Zúñiga y Pimentel.

De su primera época nos interesa destacar su relación con el obispo de Salamanca D. Gonzalo de Vivero. Fue su protector y a tan alta consideración llegó esta relación que incluso en su testamento tuvo un recuerdo para nuestro astrólogo: “Item mandó que den al judío abraham, astrólogo, qujnjentos mrs. e diez fanegas de trigo e mandó que ciertos quadernos que ende están en romance escriptos que el dicho judío escriujo, que todo se ponga en vn volumen e este en la librería con los otros sus libros en la dicha su yglesia, porque es prouechoso para entender las ítablas del dicho judio”.

En reciprocidad Zacut le dedica su obra más importante realizada por encargo del obispo y que Salaya poco después traducía del hebreo al castellano.

Muerto su protector –Vivero, obispo de Salamanca–, 1480, Zacut debió quedar marginado y es previsible que no le fuera muy bien en Salamanca y, recala en Gata (Cáceres), donde residía a la sazón, D. Juan de Zúñiga y Pimentel, último maestre de la Orden de Alcántara. Dice Abraham Zacut en el Tratado breve en las influencias del cielo: “Y por esto el muy magnífico y de gran linaje ilustre mi señor el maestre de Alcántara don Juan de Zúñiga, amador de todas las ciencias y sabedor en ellas que a su fama todos los sabios y letrados dejan sus tierras y su nacimiento por buscar sosiego verdadero y perfección cumplida, que a su causa se esfuerzan las ciencias y sus letrados y en refrigerio y remuneración y pueden por acerto decir todos los sabios lo que dijo la reina de Saba por el rey Salomón: «aumentaste sobre tu fama, bienaventurados tus servidores los que están a oír tus palabras». Hubo por bien mandar a mi Rabi Abraham Zacut de Salamanca astrólogo, su criado, que compusiese un tratado breve en las influencias del cielo, para que con este, más se ayudasen los médicos de su señoría si fueren astrólogos; y esto porque estén todas las cosas acabadas en casa de su señoría y perfectas y porque a causa de estar en salud más perfectamente es servido... según dijo David y el Rey Ezequías. Y yo por hacer el mando de su señoría, puesto que libros los que eran menester necesarios para el dicho tratado en la su villa de Gata no tenía, confiando en el conservador de la memoria, nuestro señor Dios que me ayudara y porque el servidor que ha de servir a su señor porque parezca y luzca su servicio ha de serviren el oficio que más es nombrado por él y más dispuesto y aunque yo tal no me siento, fío en Dios que por los merecimientos de su señoría seré proveído de la gracia divina.”.

De aquí se puede deducir que Zacut debió vivir algún tiempo en la villa cacereña. Ahora bien, sobre la fecha de llegada, que significará ponerse bajo la protección de Juan de Zúñiga, no tenemos documento y sólo podemos conjeturar. Así no es un despropósito suponer que fue fundamental la influencia de Nebrija, puesto que debieron conocerse y tratarse en Salamanca.

La llegada de Nebrija al entorno del Maestre debió ser entre 1486 y 1487, por lo que Zacut, conjeturamos, llegará en las mismas fechas.

La llegada de Zacut a Gata debió ser algo precipitada pues según su propio testimonio, ya referenciado, dejado en la introducción del Tratado breve en las influencias del cielo, tiene que confiar en su memoria para escribir la obra que le encarga el Maestre debido a que no ha llevado sus libros.

Aunque algunos autores lo sitúan, posteriormente, en la Serena, debemos rechazarla puesto que la noticia del cronista la sitúa en 1493 y en esta fecha se encontraba a disposición del rey de Portugal Don Juan II. Por ahora no existe más documentos que los referenciados respecto a su estancia en tierras extremeñas por lo que ignoramos si vuelve a Salamanca y en que año lo hace. Algunos autores le suponen en ésta última ciudad cuando el viaje, que según se afirma, hizo Colón a fines de 1486 o principios de 1487, en busca de apoyos para su proyecto.

Otro dato que nos reafirma en el error de la cita del cronista o bien la no estancia de Zacut en La Serena es que en 1492 serán expulsados los judíos de España. No podemos asegurar el lugar en que Zacut se encuentra cuando en 1492 aparece el decreto de expulsión de los judíos. Ahora bien, aunque algunos autores piensan que se encontraba en Zaragoza y algún otro que “llega a Lisboa desde el Norte de España”, los testimonios judíos nos dicen que los que en ese momento se encontraban en Zaragoza emigran en general al reino de Navarra, mientras que los judíos de Castilla comienzan a salir hacia Portugal en la primera semana de julio de 1492 con el consentimiento del rey Don Juan II. La salida la efectuaron por Benavente, Zamora, Ciudad Rodrigo, Valencia de Alcántara y Badajoz.

La mayoría de éstos en el mes de marzo de 1493 partieron hacia África y sólo quedaron en Portugal seiscientas casas, sin lugar a dudas las más ricas. El hecho cierto es que poco después, Zacut, se encuentra al servicio de Don Juan II como su astrónomo y cronista.

Gracias a su Hibbur ha-godol ejerce una influencia importante sobre la marina portuguesa, marina en la cual, por otra parte, sirve personalmente cuando se refugia en Portugal –en 1493, se encuentra en Lisboa–. Se puede incluso afirmar que los servicios de Zacut fueron inmediatamente utilizados por el Rey de Portugal, D. Juan II, desde el momento en que fija su residencia en la capital portuguesa; esto lo demuestra un documento datado el 9 de junio de 1493, en el cual, el monarca le asigna una cierta cantidad de dinero, el astrólogo firmará el recibo correspondiente en calidad de “Matemático del rey”.
Otro dato a tener en cuenta es que después de la guerra declarada a España por D. Alfonso V, se refugia en Portugal D. Diego de Calçadilla, religioso que había dirigido la cátedra de Astrología en la Universidad de Salamanca entre 1467 y abril de 1476, por lo que es previsible conociera a Zacut y su obra, lo que podría significar que le sirvió de introductor ante D. Juan II.

Con la llegada al trono de Portugal de Don Manuel, Zacut, alcanza su máximo esplendor en la corte portuguesa, y así conjuntamente con su discípulo Vicinho, va a estar presente en todos los proyectos de los navegantes portugueses.

A pesar de las buenas relaciones y de los servicios prestados al rey Don Manuel, Zacut resulta víctima del edicto de expulsión decretado por este rey. Para algunos autores habría partido hacia el norte de África (Túnez) en 1497 y ante la intranquilidad por el peligro de invasión española resuelve trasladarse a Turquía donde reside hasta su muerte en 1515.

Durante su estancia en África y hasta no llegar a Túnez donde existía una comunidad judía docta y próspera, Zacut debió pasarlo mal, como él mismo refleja en la Introducción de su Crónica: “Por mis pecados, a causa de la gravedad de las persecuciones, del cautiverio y de la penuria de alimentación, no tengo fuerzas ni ciencia, mi entendimiento ha desaparecido, hase embotado mi juicio”.

Considerado como el último matemático hebreo-español, nace en un momento en el que es manifiesta la decadencia de la Astronomía castellana –primera mitad del siglo XV– debido fundamentalmente a la condena que de ella hace el cristianismo.

En este contexto Abraham Zacut escribe su obra Hibbur ha-gadol (El gran Tratado), las tablas astronómicas que alcanzan mayor resonancia en el tránsito del siglo XV al XVI. Tal como se ha dicho esta obra, escrita en hebreo, la realiza por instancia de su protector el Obispo de Salamanca D. Gonzalo de Vivero a quien se la dedica. La termina en 1478 y algo más de un año después de la muerte de su protector –1480– la traduce al castellano Juan de Selaya o Salaya y corregida por el propio Zacut. También conocerá una edición traducida por el judío portugués, alumno de Zacut, José Vizinho en 1496 y publicada en Leiría.

De toda la obra que se le asigna a nuestro sabio, sólo se le puede, documentalmente, atribuir las siguientes: Hasafot leséfer ha–‘Aruk (obra lexicográfica), Séfer Yugasin (histórica) y como obras astronómicas y astrológicas: Haajibbur hagadol, Almanach Perpetuum, Tratado de las influencias del cielo y Juicio de los eclipses, ‘O sar jayim y Mix paté ha-cisteganin.

Almanaque
Tabla astronómica de Almanach Perpetuum

Debido a la coyuntura política de la península ibérica se producen una serie de escritos judaicos de contenido mesiánico, cuya causa fundamental habría que atribuírsela a la obligación de apartarse de su Ley Vieja.

Abraham Zacut también tiene su aportación a estos escritos mesiánicos. Estando ya en el exilio y teniendo en cuenta la astrología, calcula el acontecimiento para el año 1529. El comienzo tendría lugar por unas señales que aparecerían en 1518,año catastrófico para Europa y, en particular, para España y terminarían en 1522. En este año el pueblo judío reconocería sus culpas y se arrepentirían y todo esto como una prueba del Señor. El año mesiánico sería el de 1524,y teniendo en cuenta la conjunción de las estrellas, en 1529, se anunciaban las guerras entre Gog y Magog, el asesinato del Mesías, hijo de José, y la venida del Mesías redentor, oriundo de la casa de David.

Su obra capital es el Haajibhur hagadol que a lo largo de la historia ha recibido diversos nombres: Hibbur ha-gadol, Almanach, Almagesto, Bi’ur lujot, Séfer tekunat Zacut, Séller tekufot wemezalot e incluso Los cánones de las Tablas. Son las tablas astronómicas que alcanzan mayor resonancia hasta la aparición de las copernicanas.

Consta de un prólogo, 19 capítulos –en memoria del “áureo número”, mahzor o ciclo hebraico de diecinueve años–, y las tablas.

A pesar de que existen diversos manuscritos de esta obra en hebreo es, en general, conocida por la versión latina de José Vizinho publicada bajo el título de Almanach perpetuum. En esta versión sólo se recoge una parte del Haajibbur hagadol: un breve sumario de 10 páginas, y las tablas correspondientes a las efemérides del Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. La obra, Almanach, aparece en 1496 en Leiría. Destacar el hecho curioso de que existan del mismo lugar y fecha dos ediciones del Almanach: una con los cánones en latín y otra con ellos en castellano; las tablas son idénticas en ambas ediciones. De la edición con los cánones en castellano se conocen tres ejemplares: uno en la Biblioteca provincial de Evora, otro en la Biblioteca que perteneció al rey Don Manuel de Portugal y el tercero en la Biblioteca Colombina de Sevilla.

Esta obra, Almananach Perpetuum, se traduce a diversas lenguas y fueron empleadas para el cálculo de efemérides por prácticamente todos los navegantes de este momento: Colón, Vasco de Gama, Behaim, etc. También es previsible que Colón utilizara algunos de los “regimientos” del discípulo de Zacut, el también judío José Vicinho.

De su estancia en la Escuela renacentista del Maestre de Alcántara, dejará el manuscrito Tratado breve de las influencias del cielo, conservado en la Biblioteca Colombina de Sevilla y se acompaña, como apéndice, de un tratado titulado De los eclipses. Su lenguaje es sumamente descuidado y oscuro y a veces intenta emular el más puro culteranismo. Por algunas construcciones da la impresión que primero se escribe en hebreo.

Ahora bien, un “tratado astrológico” de Zacut sería,pensamos, un complemento del Hajibbur y al mismo tiempo un mejor y más intimo testimonio de la posición intelectual del célebre rabino. La obra de Zacut es análoga a las que se escriben en su época y que se hacían a cargo de un mecenas. Así empieza y finaliza dedicándola a D. Juan de Zúñiga y Pimentel.

La introducción de la obra de Zacut es esclarecedora del pensamiento científico de nuestro autor. La utilización indistinta de las expresiones Astronomía y Astrología nos reafirma en la opinión, de que era un hombre de su momento histórico además de recuperar el significado de Astrología que le había dado Alfonso X.

Un primer análisis del contenido nos conduce a afirmar que aunque el Tratado se encuadra en la Astrología judiciaria, siguiendo a Ciruelo y Gaspar de Quiroga, la consideraríamos verdadera, lícita.

La primera parte la ocupa la definición del modelo cosmológico en que se va a mover, aunque sólo dará las propiedades cualitativas: número de esferas, número de estrellas, etc.

La segunda será la aplicación de la Astrología a la Medicina, destacando el capítulo que le dedica a la flebotomía.
La tercera parte entraría dentro de la Astrología universal, aplicándola a la Agricultura, confección de almanaques, estudio de las casas lunares –necesario para realizar el Tema celeste u Horóscopo– y finaliza aplicándolo al nacimiento de los hombres. Su pensamiento religioso, se pone de manifiesto separando perfectamente lo que considera campo científico del campo teológico.

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