Pasatiempos y juegos en clase de matemáticas. Números y álgebra
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Pasatiempos y juegos en clase de matemáticas. Números y álgebra |
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Como casi todo en la vida, la pertenencia a un grupo tiene ventajas e inconvenientes. En el caso de Ana García Azcárate y el Grupo Azarquiel, al que pertenece desde su fundación, ha hecho que sus quehaceres en la Didáctica y sus aficiones personales hayan quedado englobados en las múltiples e importantes publicaciones del Grupo, en las que aparecía el consenso de todas las tendencias de los componentes del mismo. Ahora, con la publicación de su primer libro realizado en forma individual, nos muestra sus interesantes realizaciones sobre juegos. Un porcentaje elevado de los que nos dedicamos a la enseñanza de las Matemáticas sentimos (o en algún momento lo tuvimos) un placer especial en el aprendizaje de las mismas, que todavía se agudiza cuando tenemos que enfrentarnos a juegos o acertijos que ponen en cuestión nuestra imaginación. Pero la verdad es que, como colectivo, lo debemos transmitir bastante mal a nuestro alumnado, porque socialmente no se suele percibir ese sentido de reto, de desafío intelectual ante problemas que nos atrapan, que proporciona un gran placer en el desarrollo de las estrategias de ataque a los mismos (se llegue o no a ganar, que en el fondo casi da lo mismo). Con cierta frecuencia se aduce por parte de los enseñantes inconvenientes de diferentes tipos para aplazar la presencia del aspecto lúdico de las matemáticas en clase (programas, «seriedad » de la materia, comportamiento de los alumnos y alumnas, prevención ante la reacción de los padres o de las autoridades educativas,...), pero el más generalizado es la falta de material adecuado para utilizar en clase. A ayudar a llenar (de forma brillante) ese hueco viene el libro que comentamos. En él hay una formidable cantidad de juegos y pasatiempos (en dos partes, la primera trata de números naturales, enteros y fraccionarios; la segunda de actividades que tienen que ver con el álgebra), con indicación del nivel de la ESO más apropiado para su utilización, con material para presentar directamente al alumnado, comentarios pedagógicos dirigidos al profesorado y con las soluciones pormenorizadas de todos ellos. Y, además, con el aroma inequívoco de no ser copia de otras publicaciones, sino de haber sido practicado de forma directa con alumnos con nombres y apellidos, que ha posibilitado la relación directa entre profesores y alumnos en el proceso de aprendizaje (y haber sido readaptados en función de los resultados que se obtenían). Y es que además de otras fuentes de aplicación, buena parte de las actividades de este libro han sido utilizadas durante años en un proyecto de ayuda a estudiantes con dificultades de la Comunidad de Madrid. El libro no tiene nada más que unas pocas páginas de introducción teórica (igual hubiera sido bueno que fuera más extensa esa parte), pero una ingente cantidad de juegos interesantes y tendría que ser libro de cabecera, casi de obligado «consumo», para todo el profesorado de ESO, como filón inagotable de actividades, para el conjunto de la clase, o para individualizar (o diversificar, según la jerga vigente) la atención en algunos de los estu-diantes. Y lo único que echaremos pronto en falta será la continuación para el resto de partes del programa que está a la espera de un libro similar. Estamos ante un libro que en poco tiempo ha alcanzado ya la segundo edición en el mismo año (la primera fue de las ediciones de la Universidad Autónoma de Madrid, la segunda la ha realizado la autora). Y un aviso para navegantes, ya que el mayor problema de los libros de editoriales minoritarias es su distribución, algo que también puede pasar en éste y que no merece dado su interés: se puede pedir a la Librería Avinareta de Madrid que tan meritorio papel está haciendo en la tarea de poner al alcance del profesorado todo tipo de publicaciones interesantes de Didáctica de las Matemáticas. (Reseña aparecida en la revista SUMA nº 33, Feb-2000) Materias: Aritmética, álgebra, juegos, motivación, secundaria. Autor de la reseña: Fernando Corbalán (IES Francisco Grande Covián) |
