Cuentos del Cero
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Cuentos del Cero
Categoría: Literatura matemática
Autor:
Luis Balbuena
Editorial:
Nivola
Año de publicación: 
2006
Nº de hojas:
96
ISBN:
84-96566-18-8

Al comenzar el prólogo con el consabido Érase una vez, unido a las ilustraciones de la portada, la dedicatoria del primer cuento (A mis alumnos de Huelva), la leyenda de la contraportada (a partir de 11 años), y la finústica anchura de su lomo, parecería razonable pensar que nos encontramos ante unos relatos para niños. Ciertamente éstos parecen los destinatarios prioritarios, pero no los únicos. Me explicaré.

Hace unos meses, un programa radiofónico dominical entrevistaba a dos maestras/pedagogas, madre e hija, a propósito del merecido reconocimiento que la primera de ellas recibió recientemente a su labor educativa. La presentadora del programa trató de ser original y comenzó la charla con unas preguntas elementales de cultura general extraídas del poema, Los Profesores, del chileno Nicanor Parra. Me chocaron (y chirriaron) respuestas como "No sé" a la pregunta "¿Hay arañas en la Luna?" (prometo que pensé que estaban bromeando) o "¡Que preguntas más raras. Parecen más de ciencia ficción" a "¿Por qué la Luna no cae sobre la Tierra?". Alucinante (me refiero a las respuestas). Por supuesto supieron quien escribió Madame Bovary (yo también lo sabía). Traigo a colación este n-ésimo ejemplo de mínima cultura científica para explicar porqué un libro como Cuentos del Cero (recuerdo de nuevo, en principio para lectores a partir de 11 años) es totalmente necesario y recomendable para cualquiera, incluso para doctos y reconocidos intelectuales.

Sin embargo, a la reducida minoría que también nos gusta el ensayo científico, particularmente el matemático, seguramente nos deje un tanto desilusionados, no por nada negativo, sino más bien por proponer asuntos de sobra conocidos, de hecho podemos decir que el libro es en realidad una recopilación novelada por el autor. Hagamos un sintético repaso por los nueve cuentos.

En Yo soy el cero, cuento que da título al libro, se recuerda cómo se hizo necesaria la aparición del odiado dígito (odiado dependiendo de su ubicación) junto a otros apuntes relacionados, entresacados de la historia de las matemáticas. Le siguen tres relatos protagonizados por Sineta, una supuesta hija de Atenea, que nos ayudará a recordar o a enseñarnos, según los casos, unos cuantos apuntes de mitología griega que nunca vienen mal (y más ahora que parece que sólo interesan las seudo-mitologías Tolkinianas o Nárnicas). En la primera, Sineta y la hidra, la heroína debe resolver un enigma en verso so pena de ser devorada por la hidra. Muy versada en geometría no está, la verdad, pero para eso están las madres que en sueños la "sopla" la solución. Luego la joven plantea otro acertijo a su antagonista, esta vez sin solución, con el que entretenerse por los siglos de los siglos. Tampoco la cabeza inteligente de la hidra sabía demasiadas matemáticas, aunque el lector seguro que en seguida se percata del porqué de la irresolubilidad del planteamiento. Este cuento apareció publicado en el boletín num. 20 de la revista de la organización para la coeducación Ada Byron en 1999.

En ¡Tenía que hacerlo! , Sineta se encuentra con el mítico Pitágoras, con un dilema moral provocado por su famoso teorema: los dioses están muy enfadados por haber puesto a disposición de todos el secreto de la existencia de los irracionales. De este modo el autor trata de explicar la convulsión histórica que provocó su descubrimiento. Entremedias nos recuerda qué es el máximo común divisor y el mínimo común múltiplo. Finalmente, en El rescate, Sineta ayuda a Orfeo a reencontrarse con su fallecida esposa gracias a la conocida estrategia lógica de razonamiento en la que hay que adivinar el color del gorro (aquí son manzanas de oro o plata) que tenemos en la cabeza viendo el que tienen los demás.

A continuación vienen los, desde mi subjetivo punto de vista, dos mejores cuentos, El triángulo soy yo y Hola, soy la esfera, la superficie y el volumen más destacados. Un triángulo se presenta a un niño recordándole que lo ha visto desde que era un bebé para a continuación tratar de justificar su omnipresencia en los libros de texto: hace un poco de historia, simbología, anecdotario, etc., para pasar a las matemáticas propiamente dichas. Le explica que tesela el plano, le recuerda el teorema de Pitágoras, reivindica la fórmula de Herón (un tanto abandonada hoy de los currículos) por su utilidad, le ilustra algunas aplicaciones (triangulación de superficies para el cálculo de áreas y utilización en ingeniería para estabilizar torres de luz eléctrica). De un modo análogo, la esfera se dirige directamente al lector para mostrar lo poco que se la conoce y todo lo que encierra. Esencialmente nos acerca a la geometría esférica y sus propiedades, al quinto postulado de Euclides y las geometrías no euclideas, y su ejemplificación en cuestiones prácticas de trayectos sobre la Tierra.

Existe desde al menos 1988 (primera fecha en que lo leí) un Romance entre la derivada y el arco tangente que pulula también por internet; el que aquí se propone es diferente. Nos habla, a propósito del nacimiento de la derivada y de su encuentro con la gráfica del arco tangente, de unas cuantas propiedades de las funciones elementales (crecimiento y decrecimiento, asíntotas, puntos de retroceso, etc.) ante las que el lector debería echar mano del lápiz y el papel y ponerse a garabatear un poco. Dos puntos y ¿un destino? es un diálogo entre dos puntos situados en rectas diferentes que se plantean encontrarse (pura matemática ficción, porque en realidad cada punto es estático ya que está rodeado de infinitos colegas que no pueden saltar por encima de ellos so pena de pasar a otra dimensión), y para ello van recorriendo sus respectivas rectas especulando sobre si la distancia que los separa va siendo menor o mayor. Por el camino se encontrarán un tercer punto con el que sueñan también encontrarse.

El último cuento se dedica al Quijote, no en vano el autor ha realizado un completo estudio titulado Cervantes, Don Quijote y las Matemáticas (que puede leerse en http://www.divulgamat.net/weborriak/Homenajes/...) y es coautor del cuadernillo del día escolar de las Matemáticas del 2005 (también disponible en http://www.divulgamat.net/weborriak/TestuakOnLine/...) además de impulsor de esta excelente iniciativa de celebrar ese día. La aventura en este caso tampoco es original ya que se basa en un clásico problema de reparto justo de acuerdo a unos porcentajes que, por ejemplo, fue propuesto bajo el nombre de Los beduinos en la VIII Olimpiada Castellano-Leonesa de Matemáticas del año 2000 y aparece en La danza de los números con el título Encuentro en el desierto, de Hector Antoñana (ed. Mensajero, 1992).

Por cierto, para el que no lo sepa, Nicanor Parra, el autor del poema que citábamos anteriormente, según muchos el mejor poeta (algunos lo definen como anti-poeta) chileno en la actualidad, candidato al Premio Nobel de Literatura en varias ocasiones, estudió matemáticas en la Universidad de Chile, fue profesor de esta disciplina en el Liceo de Chillán y en la Universidad de Chile, estudió Física Nuclear en Estados Unidos y ha dictado cursos de Física en Inglaterra. Ha viajado por medio mundo dando recitales y ofreciendo talleres y charlas. Un buen ejemplo de cultura no selectiva.
 Materias: Geometría elemental, Lógica, Historia de las Matemáticas, Cuentos, infantil, juvenil.
 Autor de la reseña: Alfonso Jesús Población Sáez (Universidad de Valladolid)

 
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