Manuel Valdivia: No necesito ordenador para investigar
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El País, 24 de enero de 2000.
Apuntes Universitarios, Única, pág. 1 - Careta
ENTREVISTAS
ABELARDO MUÑOZ Manuel Valdivia: un matemático enamorado de los poetas del 27

El catedrático Manuel Valdivia es el primer matemático de la universidad valenciana y una autoridad mundial en la materia. Es el profesor más reconocido con doctorados honoris causa por las universidades de ámbito valenciano. En su despacho no hay ordenadores. "No los necesito para investigar, sólo para escribir artículos", dice. Y añade: "A Einstein le preguntaron en una ocasión dónde tenía el laboratorio, él sacó un lápiz y dijo: aquí". Como Novalis, piensa que "el álgebra es poesía". Entrevista en página 4

24/01/2000
Apuntes Universitarios, Única, pág. 4 - Entrevista

MANUEL VALDIVIA - CATEDRÁTICO DE MATEMÁTICAS: "No necesito ordenador para investigar"
Manuel Valdivia no tiene ordenador en su departamento de Análisis Matemático de la Universidad de Valencia, en el campus de Burjassot. No lo necesita para inventar teoremas que luego serán admirados en los foros internacionales, desde Berkeley a Berlín. Fue el primer matemático de nuestra universidad y es una autoridad mundial en su oficio. Son aspectos a los que no da importancia, empero, este científico humanista enamorado de los poetas del 27.

Pregunta. ¿Siguen siendo las matemáticas esa asignatura temible y difícil de aprobar en las escuelas?
Respuesta. No. En la matemática hay mucha belleza intelectual. Antes eran las cuatro reglas y ahora se enseña a través de conjuntos, pero yo creo que los niños deben ejercitarse haciendo cosas y luego pensar, cuando alcanzan la madurez necesaria.
P. ¿Podrá la lógica matemática desplazar la religión?
R. Son cosas independientes. La religión nada tiene que ver con la ciencia. El austríaco Gödell, uno de los más grandes matemáticos, era profundamente religioso. Tampoco tiene nada que ver con la moral. Otro gran matemático alemán se hizo de las SS nazis y denunció a todos sus compañeros de la universidad. Era una mala persona pero un buen matemático.
P. ¿Es posible la investigación matemática sin filosofía?
R. No necesariamente. En los últimos tiempos, no obstante, asistimos a una especialización de los investigadores que los aparta de la filosofía. Ser universalista, como quería Leibniz es muy difícil.
P. Los matemáticos de la antigüedad, como Pitágoras, parecían brujos.
R. Sí. Mi abuela me decía de chico que no hay que remover la ceniza porque da mala suerte. La creía una supersticiosa, luego me dí cuenta de que no era mi abuela, era Pitágoras. El pentágono fue un símbolo de los pitagóricos y en la Edad Media las sectas diabólicas utilizaban la geometría para sus ritos.
P. ¿La música tiene que ver con las matemáticas?
R. Absolutamente; la música es ordenada y las reglas de la composición son matemáticas. Además, el público de los conciertos está integrado por muchos matemáticos aficionados.
P. ¿Usted se pasa la vida imaginando teoremas o también poemas?
R. Novalis decía que el álgebra es poesía y Paul Valèry fue un gran aficionado. Disfruto con la Generación del 27, con poetas como Cernuda o Altolaguirre y me gusta en especial Sombras del paraíso de Aleixandre.
P. Se están haciendo implantes cerebrales de chips informáticos, se habla de comunicación mental sin necesidad de lenguaje, algo así como una red de intercambio psíquico. ¿Qué opina?
R. El hombre siempre será más importante que las máquinas. Sin menoscabo de la tecnología, la vida y el pensamiento humano jamás podrán ser reproducidos con los ordenadores.
P. ¿Existe una fórmula esencial y clave en las matemáticas?
R. En Gog, el libro de Giovanni Papini, entrevistan a Albert Einstein y le piden una respuesta a esa misma pregunta. Y el físico responde: "Algo se mueve". P. ¿Hay cantera en la Universidad de Valencia de jóvenes investigadores?
R. Siempre se ha dicho que los valencianos son artistas, pero nadie se ha preocupado de averiguar hasta qué punto están bien dotados para la ciencia. Lo que sí puedo decir es que, en la actualidad, hay muy buenos matemáticos en la Universidad de Valencia.
P. Veo que no tiene ordenadores en el despacho.
R. Para investigar no los necesito. Sólo para escribir artículos. Volviendo a Einstein, en una ocasión le preguntaron dónde tenía el laboratorio y el sabio sacó el lápiz y respondió: "Aquí".

 
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