Xenakis
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La Vanguardia, 7 de Febrero de 2001
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TRIBUNA
ANDRÉS LEWIN RICHTER En la música del siglo XX las teorías de Schönberg desembocaron en el serialismo de los años cincuenta, dando lugar a un mundo sonoro muy intelectualizado, y que necesariamente requería encontrar nuevos lenguajes y nuevas formas de organización. Uno de sus innovadores fue Xenakis -fallecido el domingo-, en quien coinciden una mente matemática, gracias a sus estudios de ingeniería, intuición, fundamental en la creación artística, y unos conocimientos de composición adquiridos del maestro Messiaen.

Su formación le facilitó la aproximación a las nuevas tecnologías, como la música electroacústica y los ordenadores, que en los años cincuenta eran terrenos vedados a los artistas y más accesibles a los ingenieros. Así se convirtió en una figura puente entre la ciencia y el arte. A esto hay que añadir su dimensión humana, expresada mediante su actividad en la guerrilla griega durante la Segunda Guerra Mundial, y también un talante izquierdista que le obligaría a exiliarse en Francia.

Su educación como ingeniero le permitió entrar en el estudio del arquitecto Le Corbusier. Allí trabajaría de 1948 a 1962, y sería el responsable del desarrollo del pabellón Philips de la Expo 58 de Bruselas, hoy un edificio mítico de la arquitectura del siglo XX, del que tan sólo nos queda como realidad tangible, aparte de las fotografías, textos y diseños, dos obras musicales muy importantes: la obertura "Concret PH" del propio Xenakis y el "Poéme Electronique" de Edgar Varese.

Xenakis destacaría con sus primeras obras orquestales "Etastasis" (1954), "Pithoprakta" (1956) y "Achorripsis" (1957), como revelación de una nueva manera de tratar la orquesta, con la introducción de modelos matemáticos en el desarrollo, como generadores de alturas y ritmos. En 1957 tomaría contacto con el Groupe de Recherches Musicales (GRM) de Radio Francia, donde compondría su primera obra electroacústica, "Diamorphoses"(1957), en la que aplicaría las mismas reglas matemáticas partiendo de células sonoras muy simples como una muestra de campanas y utilizaría los elementos de transformación de laboratorio para crear glissandos de gran sugestividad, verdaderas maravillas que recuerdan gigantescas telas de araña multicolores. Sus ideas matemáticas aplicadas a la música pronto harían que todos sus esfuerzos se concentraran en el uso de ordenadores para componer y en 1962 sale a la luz una serie de obras entre las que cabe destacar el cuarteto de cuerdas "ST-4", donde el ordenador funciona como cerebro lógico en el desarrollo de las secuencias de notas siguiendo un modelo matemático prefijado.

En 1966 crea el Centre d,Etudes de Mathematique et Automatique Musicales (Cemamu), donde desarrolla una de sus creaciones geniales: la Unité Poliagogique Informatique du Cemamu (UPIC), un sistema informático poliagógico, con un tablero de dibujo como unidad central donde se dibujan con un lápiz electromagnético todos los parámetros de generación de sonido y las partituras musicales, y un ordenador capta las imágenes y las transforma en sonido en tiempo real. Esta unidad ha tenido gran aceptación en la pedagogía musical y en cierta manera crea un puente entre la pintura y la música.

ANDRÉS LEWIN-RICHTER, vicepresidente de la Associació Catalana de Compositors y director ejecutivo del laboratorio Phonos

 
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