104. (Febrero 2020) Homenaje a Godfried Toussaint
Imprimir
Escrito por Paco Gómez Martín (Universidad Politécnica de Madrid)   
Lunes 17 de Febrero de 2020

En la columna de este mes, que llega algo tardía, quisiera recordar la figura de Godfried Toussaint, quien falleció súbitamente este verano, mientras daba una conferencia en Japón. Una noticia triste, sin duda. Fue mi director de tesis allá por los años 94 a 96. Fueron años de muchísimo aprendizaje y mucha transformación personal. Él me influyó mucho y en muchos aspectos. Y no solo a mí; muchos de sus alumnos, algunos compañeros míos de la época de la tesis y posteriores compañeros de investigación, también se vieron influidos enorme y positivamente por Godfried (lo llamaré así a partir de aquí). Cuando murió Jit Bose y Stephan Langerman crearon un blog, Godfried Toussaint Memorial [BL20], en que sus antiguos alumnos y amigos escribieron testimonios. Dichos testimonios son impresionantes por el cariño y la gratitud que destilan. Se puede ver el denominador común del espíritu de Godfried. Abajo, humildemente, ofrezco el mío en esta columna. Se encuentra en inglés y castellano.

Godfried’s death came to me as a very painful surprise. As in the case of others, Godfried was friend, teacher, mentor, and adventure mate. But before anything else, he was a friend, a very good friend. I met him in 1992 at McGill. Soon his love for research and especially his approach to it made a great impact on me. I came from a place where research was conceived as an individual work that you would do with your supervisor, almost secretly, where only the results were important (you weren’t important). With Godfried, however, research was about beauty and fun. He conveyed that sense of beauty through a fierce passion for the subject as well as excellent communication skills (he was a great orator and writer). He was able to raise above the sea of results in the area and spot new virgin territories where to extract new and exciting problems.

Godfried also was a polymath. He was a musician and so was I, and very soon we connected and started to play together back in 1992. He’d visit me in Madrid on a regular basis and every time he was in town I organized some kind of gig, concert, show with more friends (Giovanna, Shima, Stefan, Andrew). I remember that we started to do research in Mathematical Music Theory at the same time, around 2002. We had so much fun by doing so! He’d invite me to his Bellairs workshops, where I met so many fascinating researchers. Among other Godfried’s interests, we find dance, literature (he wrote a couple of novels), cinema, sports.

Another distinctive trait of Godfried was his sense of humor. He was always laughing. He could find reasons to laugh about in the smallest details of daily life, so good-humored he was! When I first met him, I happened to have an obsession for water guns. I’d like to squirt people with small water guns pretending I was sneezing or something along these lines. I challenged him to go to a bar and squirt the patrons just to see their reactions (sometimes we’d aim at the most beautiful women in the bar just to strike up conversation with them). And he’d follow down my crazy paths. We laughed like hell. He was that type of guy.

The last one indelible impact Godfried made on me was of social nature: the way he interacted with students. Godfried treated them as their peers in the adventure of learning. More important, he treated them as human beings, and considered that every single student had very valuable things to put on the table. I remember with great joy the lunches that we had together, him and other students, every single day of workweek. We discussed research problems, laughed, talked about our worries, personal and otherwise; in a nutshell, we celebrated life and the human condition.

Yes, Godfried was good at living life. Thank you, friend. I miss you.

(La muerte de Godfried vino como una dolorosa sorpresa. Como en el caso de otros, Godfried fue un un amigo, profesor, mentor y compañero de aventuras. Pero antes que nada, Godfried fue un amigo. Lo conocí en 1992 en la universidad de McGill. Pronto su amor por la investigación y especialmente su enfoque causaron un gran impacto en mí. Venía de un sitio donde la investigación se concebía como un trabajo individual que hacías con tu director de tesis, casi secretamente, donde solo los resultados eran importantes (tú no eras importante). Con Godfried, sin embargo, la investigación era una fuente de belleza y diversión. Él era capaz de transmitir un sentido de la belleza a través de una pasión fiera por el tema junto a unas destrezas de comunicación (fue un orador y escritor). Godfried era capaz de erguirse por encima de una mar de resultados en la disciplina y avistar territorios vírgenes de donde extraer nuevos y emocionantes problemas.

Godfried era también un polímata. Era músic y yo también, y muy pronto conectamos y empezamos a tocar juntos allá por el año 92. Me visitaba en Madrid con regularidad y cada vez que estaba aquí organizaba algún tipo de concierto, evento, show, con más amigos (Giovanna, Shima, Stephan, Andrew). Recuerdo que empezamos a hacer investigación en teoría matemática de la música a la vez, alrededor de 2002. ¡Nos lo pasamos también haciéndolo! Él me invitaba a sus talleres en Bellairs (Barbados), donde conocí a tantos investigadores fascinantes. Entre los intereses de Godfried, encontramos la danza, la literatura (escribió un par de novelas), el cine, los deportes.

Otra característica distintiva de Godfried fue su sentido del humor. Siempre se estaba riendo. Era capaz de encontrar razones para reírse en los más pequeños detalles cotidianos, ¡tal era su temperamento! Cuando lo conocí por primera vez, yo tenía una obsesión por las pistolas de agua. Me gustaba ir mojando a la gente con pequeñas pistolas de agua fingiendo que estaba estornudando o algo similar. Le reté a ir conmigo a un bar y mojar a los clientes para ver sus reacciones (algunas veces apuntábamos a las mujeres más bellas del bar sencillamente para trabar conversación con ellas). Y él me seguía en mis locuras. Nos reímos hasta el infinito. Ese era el tipo de persona que era.

El último impacto indeleble que Godfried causó en mi fue el social: la manera en que interactuaba con los alumnos. Godfried los trataba (nos trataba) como compañeros en la aventura del aprendizaje. Aun más importante, los trataba como seres humanos y consideraba que cada alumno tenía algo valioso que poner encima de la mesa. Recuerdo con gran alegría las comidas juntos, él y otros alumnos, cada día de la semana sin faltar uno. Discutíamos problemas de investigación, reíamos, hablábamos sobre nuestras preocupaciones, personales y de otro tipo; en resumen, celebrábamos la vida y la condición humana.

Sí, Godfried era bueno viviendo la vida. Gracias, amigo. Te echo de menos.)

Godfried tuvo una carrera impresionante; véase su página web para ver sus logros académicos [Tou20] (publicó cerca de 300 artículos en revista de impacto en sus 50 años de carrera académica). En lo que respecta a la temática de esta columna, la relación entre las matemáticas y la música, fue uno de los investigadores más prolíficos en ese campo. Su especialidad siempre fue la teoría matemática del ritmo. Fue el descubridor de los famosos ritmos euclídeos, los ritmos en que las notas están distribuidas lo más regularmente posible entre los pulsos. Junto a él y otros coautores escribí varios artículos sobre este fascinante tema ([DGMM+08], [GPT09], [GMTT09]). También fue autor de un libro, The geometry of musical rhythm, donde expuso todos sus resultados y teorías sobre ritmo.

Abajo lo tenemos en una foto tomada durante una visita a Madrid. Nos preparábamos para dar un concierto por la tarde tras una mañana de fértil investigación.

Te digo adiós lleno de gratitud y emoción.

Godfried Toussaint

Bibliografía

[BL20] Jit Bose and Stephan Langerman. Godfried toussaint memorial. https://godfriedtoussaint.blogspot.com/, consultado en enero de 2020.

[DGMM+08] Erik D. Demaine, Francisco Gomez-Martin, Henk Meijer, David Rappaport, Perouz Taslakian, Godfried T. Toussaint, Terry Winograd, and David R. Wood. The distance geometry of music. Computational Geometry: Theory and Application, 2008.

[GMTT09] F. Gomez-Martin, P. Taslakian, and G. T. Toussaint. Interlocking and euclidean rhythms. Journal of Mathematics and Music, 3(1), 2009.

[GPT09] F. Gómez, Talaskian P., and G.T. Toussaint. Structural properties of euclidean rhythms. Journal of Mathematics and Music, 3:1–14, 2009.

[Tou20] Godfried Toussaint. Godfried toussaint mcgill web page. http://cgm.cs.mcgill.ca/~godfried/, consultado en enero de 2020.

 
Volver