50. El guardián: La leyenda de Omar Khayyam
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Escrito por Alfonso Jesús Población Sáez   
Viernes 21 de Mayo de 2010

No siendo demasiadas las biografías de matemátic@s en el cine, y aún menos las estrenadas en nuestro país, nos ha parecido interesante acercarnos a una reciente, la del autor de las Rubaiyat. Después algunas recomendaciones.

The Keeper: The Legend of Omar KhayyamReciente aún en nuestras retinas Ágora (Alejandro Amenábar, España, 2009) recreando lo poco que se conoce de Hipatia de Alejandría, echemos un vistazo a uno de los biopics sobre otro personaje histórico relacionado con las matemáticas del que tampoco han llegado demasiado datos hasta nuestros días, Omar Khayyam. Comencemos como siempre con una pequeña ficha técnica y artística de la película:

Título Original: The Keeper: The Legend of Omar Khayyam. Nacionalidad: EE.UU., 2005. Director: Kayvan Mashayekh. Guión: Kayvan Mashayekh y Belle Avery. Fotografía: Matt Cantrell y Dusan Joksimovic, en Color. Montaje: Duncan Burns. Música: Elton Ahi. Producción: Sep Riahi y Belle Avery. Duración: 95 min.

Intérpretes: Bruno Lastra (Omar Khayyam), Christopher Simpson (Hassan Sabbah), Marie Espinosa (Darya), Moritz Bleibtreu (Malikshah), Rade Serbedzija (Imán Muaffak), Vanessa Redgrave (La heredera),  Adam Echahly (Kamran), Puya Behinaein (Nader), Kevin Anding (Timmy), Diane Baker (Miss Taylor), Daniel Black (Omar joven), Sarah Hadaway (Madre de Omar), C. Thomas Howell (Entrenador Fielding),

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Las imágenes iniciales nos sitúan sobre un mapa de la península arábiga (recurso también utilizado por Amenábar, y antes que él, un montón de cineastas, para situar al espectador en los lugares donde va a suceder parte de la acción) en el que aparece impresa las siguiente aclaración del título: “En el Oriente Medio, la tradición oral de los contadores de historias se mantiene con fuerza, como un puente entre las generaciones pasadas y las futuras. Hoy, aunque cada vez más gente abandona sus hogares y su cultura, su lenguaje y su herencia permanecen en el tiempo. En cada familia emigrante, una persona es elegida para perpetuar la herencia de su familia”. A esta persona es a la que se refiere el título: el guardián.

Estamos en nuestros días. Kamran, un niño de 12 años está entrenando en su equipo de fútbol. Al acabar, va a visitar al hospital a Nader, su hermano mayor, enfermo de cáncer. Por su aspecto y el rostro angustiado de sus padres, parece que no va a vivir mucho. Kamran le pide cariñosamente que le cuente una vez más la historia de su familia, sobre todo la de su antepasado más conocido, la del poeta, astrónomo y matemático persa del siglo XI Omar Khayyam. Debe aprenderla bien puesto que en breve será el responsable de transmitir esta historia. El hermano comienza a contarla en persa con lo que, estimados amigos, puede haber datos que se me hayan escapado (la película, para no variar, no se ha estrenado en España, y la versión que he visto es la original en inglés que me ha facilitado tan amablemente como siempre el profesor Esteban Rubén Hurtado Cruz, de la Universidad Autónoma de Méjico, que incluye bastantes secuencias en persa), aunque no creo que hayan sido muchos.

Cuando Nader comienza su historia (“Omar nació en Naishapur en 1048. Su padre, un fabricante de tiendas, murió cuando el niño tenía 12 años,.."), las imágenes nos llevan al siglo XI. Un hombre yace muerto en el suelo al lado de su hijo y su mujer, que grita desesperadamente. La acción no va a tener continuidad en general, salvo en lo que respecta a los hechos más conocidos de su vida, de modo que la película irá discurriendo entre escenas breves que nos van a perfilar la personalidad y el carácter de los principales protagonistas, y la historia de Kamran en la actualidad. Así, en la siguiente escena Omar y su amiga esclava, Darya, aparecen de noche tendidos en el suelo mirando el cielo. Ante la poca locuacidad de Omar, la niña intenta sacarle alguna conversación: “Las estrellas, ¿son tus amigas? ¿Las acabas de entender?” Silencio por respuesta. “Siento lo de tu padre”, a lo que escuetamente y sin dejar de mirar al cielo, Omar responde, “Lo he perdido”.

escena de la películaUna mañana la madre va a ver al imán Muaffak, un hombre sabio que instruye en una madrasa (escuela musulmana). Quiere que acepte a su hijo como alumno. A regañadientes, acepta ir a conocerlo  a su casa al acabar sus tareas. Al verlo, el maestro exclama “¡Si sólo es un niño!”. Pero la madre no se resigna: “Déjele que le cuente”. El chico, sin pronunciar palabra alguna, coge al maestro de la mano, le indica que mire al cielo (es de noche) y a continuación le ensaña unas luminarias que ha dispuesto sobre la arena con idéntica distribución que las estrellas. Al comprobarlo, el maestro se asombra y accede a tomarlo como alumno.

escena de la películaEn la escuela, los niños aparecen dispuestos por bancos, cada uno sobre una alfombra que  los proteja del frío, agrupados por niveles. (ver foto)  El maestro se detiene a escuchar lo que Omar dice a sus compañeros: “Utilizando geometría, podemos deducir la exactitud de las raíces de estas ecuaciones y resolver el problema. Ahora utilizando el quinto postulado…..” En ese momento el maestro le pide que vaya con él. Le comenta las tres cosas que un niño debe aprender para convertirse en un hombre, y le presenta a otro muchacho de su edad, Hassan Sabbah. “Te enseñará cosas que no encontrarás en los libros”. Y ambos marchan montados en sendos caballos.

La siguiente escena muestra a los niños practicando el manejo de la espada bajo las atentas indicaciones de un instructor. Darya también participa en ocasiones del entrenamiento. Mediante estos rápidos insertos, se nos hace ver la profunda amistad que existe entre los tres personajes desde que son niños. Además, Omar sigue, en la placidez de la noche, observando, admirando y estudiando las estrellas, y hablando poco, una actitud que atrae cada vez más a Darya.

Pasa el tiempo, y los chicos se han hecho adultos. Su amistad sigue siendo estrecha. La belleza de Darya, aún esclava, hace que otras personas se fijen en ella, y un día en el mercado un comerciante intenta propasarse, lo que provoca una violenta reacción de Omar. Hassan dirime el incidente de un modo expeditivo, y su padre posteriormente le echa en cara que ponga en entredicho su posición en la Corte por defender a una esclava. Esa noche, como tantas otras, Darya y Omar admiran las estrellas y conversan sobre la partida de Omar y Hassan a una cacería:

Darya: ¿Cuánto tiempo estarás fuera?

Omar: Hasta que pase una nueva luna. Como mucho dos.

Respuesta escueta. Instantes en silencio. Darya intenta, como siempre, sacarle una conversación

Darya: Tienes muchos amigos hoy (refiriéndose a las estrellas). ¿Les hablas de mí?

Omar (que por primera vez será explícito): Siempre. Aquella es Deneb, la estrella más brillante del universo. Cada vez que la observo, pienso en ti.

Darya: Tengo miedo, Omar.

Omar: ¿Por lo del hombre del mercado?

Darya: No lo sé,… Es que,.. Cierra los ojos.

Está claro lo que sucede a continuación. Bueno quizá no, por los parámetros del cine comercial actual. Sólo es un casto y romántico beso en los labios.

Al día siguiente, Darya se despide de los amigos deseándoles una buena cacería. Omar la despide con un “mi amada estrella”. El celoso mercader de la trifulca del día anterior los mira con odio furibundo. Como veis, todo de lo más previsible, típico de las películas de aventuras yanquis de los años cuarenta.

De la expedición no se nos informará más que de los momentos nocturnos entre Omar y Hassan, charlando sobre sus proyectos de vida y siempre bebiendo, sobre todo Omar, que las más de las veces acaba prácticamente borracho (referencia, a mi juicio, demasiado textual a las Rubaiyat). Vamos descubriendo las incipientes diferencias de pensamiento que van separando a ambos. Al volver del viaje, la madre de Omar le cuenta tan suavemente como puede que, en su ausencia, han vendido a Darya. Obviamente Omar entra en cólera, y su madre trata de parar sus impulsos: “No tienes dinero. Tienes que estudiar y pensar en tu futuro”. “Ella es mi futuro”, grita Omar, que va a ver a Hassan. Éste le proporciona el dinero necesario para que Omar intente negociar con el mercader que finalmente la compró. Omar parte en su busca, ya que éste salió con una caravana.

Volvemos a la familia de Kamran. Los padres se muestran cada vez más preocupados por la salud de Nader. Fruto de la desesperación, surgen tensiones en la familia. Cada uno trata de afrontarlo como mejor considera: la hija adolescente, escucha música con su mp4, tratando de evadirse; el padre hace lo propio volcándose en su trabajo; la madre es la que más abiertamente muestra sus sentimientos; Kamran continúa tratando de averiguar todo lo posible de sus ancestros. El padre quiere darles a sus hijos una carrera en Norteamérica, y él mismo quiere integrarse totalmente en el sistema, trabajando más que ningún otro empleado de su empresa, sin apenas descansar. Sus jefes le explican que no es necesario todo eso.

En el colegio Kamran es un alumno aplicado. Al tocar el timbre de finalización de las clases en el día que celebran la entrada de la primavera, todos los alumnos salen disparados sin hacer mucho caso a los recordatorios de la profesora, Miss Taylor. Sin querer, empujan a Kamran y tiran sus apuntes al suelo. La profesora le ayuda a recogerlos y lee uno de los folios lleno de ecuaciones: “¿Qué es eso?”. “Ecuaciones Cúbicas. Nada importante no se preocupe”, responde. Observamos por un momento la página y nos encontramos con

(y2 – 5) (y2 + 5) = 0,   (y 5) (y + 5) (y2 + 5) = 0

x5x4 + x – 1,   x4 (x – 1) + (x – 1)

La pregunta es obvia: ¿dónde están las cúbicas? En efecto hay factorizaciones, pero como en tantas otras películas, han plantado lo primero que han encontrado, aunque al menos, tiene alguna relación, y las operaciones son del nivel de lo que estudia un chico de esa edad.

escena de la películaMiss Taylos quiere darle un regalo para su hermano: una reproducción tamaño póster de una edición de las Rubaiyat que se salvó del hundimiento del Titanic en 1912. “Se que tu hermano tiene interés en él (se refiere al libro)”. En el póster (ver imagen) aparece la referencia de la editora de la publicación y donde se encuentra en la actualidad (Londres). Al enseñárselo a su hermano, Kamran le pregunta, ¿encontró Omar a Darya?” Así, Nader retoma de nuevo la historia de Omar.

Hassan, con cara de pocos amigos, informa a Omar sin mayores explicaciones que Darya está bien. Omar acepta que nada puede hacerse y marcha al desierto a pasar la noche. En otro orden de cosas, Persia había caído cae bajo el poder de los turcos seljúcidas. Omar se encontrará esa noche en el desierto con el futuro sultán Malekshah, que a punto está de acabar con su vida ante las impertinencias del primero, totalmente borracho, por no tener cerca a su amada Darya. Sin embargo, una enigmática predicción de Omar acerca de su destino, impedirá que lo ejecute, acabando ambos bebiendo a la luz de una hoguera.

En la siguiente escena el imán Muaffak, (recordemos, el maestro de Omar) lo llama para proponerle hacerse cargo de la madrasa ya que el nuevo sultán le ha ofrecido el cargo de Gran Visir. escena de la películaOmar se convierte en un gran maestro. En la foto adjunta lo vemos de pie instruyendo en el jardín de la mezquita a un grupo de futuros investigadores (una clase de doctorado de hoy, más o menos) que aparecen sentados. Detrás, de pie, por un lado otros profesores y de blanco los imanes. En esta escena se mencionan personajes y conceptos astronómicos. Omar explica: “Al-Biruni descubrió técnicas matemáticas para medir exactamente el comienzo de las estaciones, además de estudiar el Sol, sus movimientos y los eclipses. Esto lo logró mediante el uso de un instrumento, un dispositivo llamado astrolabio. (Coge uno, se lo muestra al primer alumno y pide que se lo pase a los demás). Como puede verse, la parte posterior del astrolabio está dividida en cuadrantes con tablas trigonométricas astronómicas utilizadas para encontrar la posición de las estrellas, la luna y los planetas en relación a las estrellas fijas. En la concepción islámica, la noche y el día se dividen en doce partes iguales, por lo que sólo es adecuado para medir noches y días bajo el mismo ángulo. ¿Seguimos?”

Un empeoramiento en la salud de Nader se enlaza con la muerte de la madre de Omar. Seguidamente el imán Muaffak, ahora Gran Visir, visita a Omar para ver cómo le va. Le pide permiso para leer un libro que Omar ha escrito. Éste advierte de que sólo es poesía, pero Muaffak le advierte que algunos de sus alumnos lo han calificado de herético. Además le informa de que el Sultán quiere volver a verlo: “Le caes bien”. Cuando se acerca a palacio nota como la guardia le deja pasar sin problemas y el Sultán le permite sentarse cerca. Tras preguntarle si recuerda su anterior encuentro, le pregunta sobre su mayor deseo. “Nada sino vivir a la sombra de su majestad”.(El tío sabe hacer bien la pelota). “Y seguir con mis estudios”, añade. “No entendí nada de lo que me hablaste aquella noche. Quiero que seas mi “navegador celeste”, y le ordena construir para él un observatorio, desde el que poder continuar también sus estudios.

Pero las peticiones del Malekshah no acaban ahí, quiere conocer los vaticinios de las estrellas, y Omar se queja ante el Gran Visir: “No puedo leer las estrellas como él quiere. La Astronomía no es astrología”. “Escúchame Omar, y escúchame con atención. Nuestro trabajo es difícil, y nuestras responsabilidades con la gente son éstas. Malik es joven, y es mi deber guiarlo en sus decisiones y tú me ayudarás. Él cree en ti. Dile lo que quiere oír”. Omar no está dispuesto: “No mentiré”. “No te pido que mientas, sino que seas cuidadoso con Malik. ¿Lo entiendes? Haré lo que sea necesario para protegerlo y mantenerlo fuerte ante los ojos de su gente”.

De noche, en el desierto, los dos amigos, Omar y Hassan se encuentran, teniendo lugar probablemente el diálogo más interesante de toda la película:

Omar (contento de verlo): ¡Hassan! ¿Qué haces por aquí? Tengo grandes noticias. ¿Dónde has estado?

Hassan (con cara de pocos amigos): Rastreando mi alma. Buscando la verdad. Tú no eres un hombre religioso, Omar, sino un hombre de Ciencia.

Omar: La verdad de la religión no es necesariamente la verdad real. La mayor parte de la gente se limita a practicar los rituales que indica su propia fe.

Hassan (gritando): La creencia absoluta en Dios es la única verdad real!

Omar: Si la fe estuviera equilibrada en igualdad de condiciones con la razón, ¿no crees que más gente se cuestionaría la profundidad de sus convicciones?

Hassan: ¡Haces demasiadas preguntas! ¡Confundes a la gente con tu herejía!

Omar: ¿Herejía?

Hassan: Buscar razón en la fe es herejía. Se debe aceptar la autoridad absoluta en cuestiones de fe.

Omar: ¿Y quien tiene la autoridad absoluta en cuestiones de fe? Yo creo en Dios. Simplemente, tu y yo creemos en Él de forma diferente.

Hassan: ¡No se puede creer en Dios en términos humanos!

Omar (elevando el tono): A Dios no le importa cómo se crea en Él, del mismo modo que está claro que en quien tú crees primero es en ti mismo.

Hassan: El Islam destruirá al Malikshah.

Omar: ¿Destruir? Persia ha prosperado con los seljúcidas notablemente. Mira todos los centros de cultura que han sido edificados

Hassan: ¡Tú has sido corrompido por su poder!

Omar: ¿De dónde vienen todas esas ideas que tienes Hassan? La búsqueda del conocimiento  es el deber secreto de todo musulmán. Son las palabras del profeta.

Hassan: Al que le pido que nuestros caminos no se crucen de nuevo. Si lo hacen tendré que matarte.

Omar: ¡La más excelsa yihad es la de la conquista de uno mismo!

Hassan: Adiós, Omar.

Como sabemos, Hassan formará la famosa secta de los asesinos cuya residencia era la inexpugnable fortaleza de Alamut.

En la siguiente escena, Omar se enfrenta a otra situación complicada. El visir lo lleva ante la presencia del sultán, que lo primero que le pregunta es “¿Qué tienes que decirme Omar?”.El Sultán se halla rodeado de lujo y su única preocupación parece ser comer y distraerse. Muaffak le echa una mirada de advertencia a Omar. Éste recita algunas de sus cuartetas sobre la vida y la muerte que agradan al Sultán que le aplaude. Al levantarse para convidarlo, un invitado lanza al sultán una daga que Omar impedirá que llegue a su destino, salvándole la vida.

escena de la películaAl final de la accidentada velada, el sultán le pregunta si ha decidido algo sobre el observatorio. Omar ya ha elegido el lugar que considera ideal, cerca de Ispahán. Posteriormente lo visitan juntos: “Cuanto más aprendo mas cuenta me doy de lo que no sé”. Uno de los asuntos que Malik le ha encomendado es la reforma del calendario. Omar le da explicaciones: “Según mis cálculos, se pierde un día cada 3440 años, pero he diseñado un calendario, en atención a vuestra majestad, que mide el tiempo más exactamente. Específicamente, puede medir la rotación de la Tierra alrededor del Sol hasta la undécima cifra decimal. Como puede comprobar la fecha del calendario para el nuevo año debe saltarse desde el punto en que el Sol pasa por el punto medio entre Piscis y Aries. Si probamos que este calendario es correcto, tendremos mayor exactitud a la hora de elevar nuestros rezos”. El Sultán, que se está aburriendo un tanto con las explicaciones porque no entiende nada, pregunta si entonces están  rezando a la hora equivocada (la vida de los musulmanes se adecua a las cinco oraciones que deben realizar diariamente). escena de la películaOmar le explica que su calendario mejora y corrige el gregoriano.  Su propuesta será finalmente eliminar un día de cada 3770 años, una mejora revolucionaria respecto a los calendarios juliano e islámico. Y por supuesto llevará el nombre de Jalali o Maliki (el nombre del sultán era Jalal-al-Din Malik), lo que le pone muy contento. “Vamos a tomar algo”, le invita. “Pero excelencia, aún debo ajustar mis cálculos”, replica Omar. Respuesta: “Pueden esperar. Pero mi hambre y mi sed no”. Se celebra una gran fiesta, pero Omar no está allí. El sultán le pide a su visir que vaya a buscarlo. Omar está fuera mirando las estrellas. “Trata de olvidarla”, le aconseja Muaffak que sabe lo que le pasa. Finalmente entra y el sultán le tiene preparada una sorpresa: una sugestiva bailarina. Entonces Omar le confiesa que su pensamiento está en una esclava Darya.

Casualmente la encuentra un día en el mercado. Fue vendida y trasladada por todo el Imperio. Finalmente logró volver a Ispahán para buscarle. Juntos entran en una vivienda y dan rienda suelta a sus sentimientos. Estamos aproximadamente a la mitad de la película, pero en adelante nada que nos interese (matemático, astronómico, científico) merece ser descrito en estas páginas con mayor detalle. Simplemente, como todos conoceréis, que la historia de Darya, Omar y Hassan acaba mal, y la de Kamran y Nader tampoco resulta nada complaciente. Nader fallece, y Kamran, sin avisar a sus padres que se preocupan bastante, marcha solo a Londres a ver en persona el ejemplar de las Rubaiyat que se salvó del naufragio del Titanic y que custodia Vanesa Redgrave en su mansión victoriana, herencia familiar, con alguna que otra peripecia más.

Crítica personal

Rastreando por la Red, la mayor parte de las críticas a la película son muy buenas. Siento discrepar. Bajo mi humilde punto de vista, uno de los peores defectos que puede tener una película es que su argumento sea totalmente predecible, esto es, que cualquiera sin conocer la historia, sepa lo que sucederá a continuación. Si a esto añadimos que algunos actores no están demasiado afortunados (en los momentos en los que el diálogo es más largo o hay más detalles, parece que a Omar se le olvidan las cosas y se esfuerza en recordarlas, o alguien se las recuerda), entenderemos porqué no se ha estrenado en nuestro país, a pesar de que tengamos que soportar producciones mucho peores. No obstante ha recibido algunos premios en festivales como el de Moscú (claro que al mejor vestuario o a la mejor dirección de película independiente). Lo más destacable es la belleza indiscutible de las localizaciones magníficamente fotografiadas, el citado vestuario y la siempre estimulante presencia, aunque muy breve, de Vanesa Redgrave. Hay que admitir que no es sencillo poner en escena argumentos como éste, habida cuenta de la escasez de datos fidedignos, y que el director ha ideado un modo interesante, con las dos historias en paralelo, de suplir esas carencias. Cabría añadir, para aquellos que tanto criticaron Ágora (excluyendo cualquier asunto ideológico, observando sólo lo estrictamente cinematográfico) que echen un vistazo a esta película, con tantas similitudes con la otra, y piensen con cuál se quedan. Desde la perspectiva que nos atañe aquí, la matemático-científica, sencillamente no hay punto alguno de comparación.

Acerca de la película

El rodaje no fue fácil, fundamentalmente por cuestiones económicas. El 11 de Septiembre de 2001, el director Kayvan Mashayekh había viajado a Marruecos para buscar localizaciones. Una semana más tarde, a su vuelta a los Estados Unidos, nadie volvió a hablarle del proyecto y todos los patrocinadores que estaban interesados, le retiraron su apoyo financiero. Posteriormente, el rodaje tuvo que pararse y reiniciarse hasta en dos ocasiones nuevamente por la falta de dinero.

La película fue filmada en 37 días en cinco ciudades distintas de tres continentes, la mayor parte en Samarcanda y Bukhara,  Uzbekistán. Después de los acontecimientos del 11 de Septiembre de 2001, tanto encontrar financiación como conseguir rodar se hizo realmente complicado (la guerra de Afganistán estaba en pleno apogeo), pero el realizador persistía en filmar en la antigua república soviética  ya que era el lugar que mejor había mantenido la arquitectura de aquel tiempo, además de tener la certeza de que Khayyam había vivido en Samarcanda, aunque también pesaron las razones económicas.

La diseñadora de vestuario Jane Robinson ha creado unos trajes que tratan de ser fieles a una época, pero son los maravillosos paisajes de Uzbekistán los que destacan por encima de cualquier otro aspecto.

La población local participó como figurante incluyendo 300 soldados del ejército uzbeco. “Era la primera vez que la mayoría de ellos había trabajado al lado de extranjeros”, explica el productor Riahi, “Tuvimos a quince estudiantes como traductores y conductores, fue un intercambio maravilloso. Nos aseguramos de que todos recibieran un pago generoso en su moneda local”.Las condiciones de trabajo eran primitivas, impidiendo revisar el material rodado diariamente. “Cruzábamos los dedos cuando la luz era la adecuada. Tuvimos suerte, las tomas fueron tan buenas como esperábamos. Pero parte del film se perdió y durante un tiempo pensamos que todo el proyecto se había ido al traste. Afortunadamente se encontró, pero tuvimos que mandar una persona ex profeso a Uzbekistan  para que se hiciera cargo de traérnoslo a Londres”.

Poco se sabe sobre la vida personal de Omar Khayyam, pero el director realizó una concienzuda investigación antes de redactar el guión. “En la película aparecen retazos de verdad. Sabía que los historiadores me masacrarían si ponía como título Omar Khayyam. Así que optamos por poner La leyenda de Omar Khayyam  y confiábamos en ofrecer una imagen positiva”.

Entre los temas que aborda la película se encuentran el de la preservación del legado, y la lucha entre fe y razón. Según su realizador, “la religión puede utilizarse como una espada o como un haz de luz que ilumine nuestro camino”. En la película Khayyam es un musulmán que acata las normas pero coloca la razón por delante de la fe, mientras que su amigo de la infancia Hassan coloca la fe por delante de cualquier otra cosa convirtiéndose en un jihadista. “Me parecía oportuno decirle al mundo después del 11-S que estas cosas han sucedido desde siempre. Según el contexto, la fe ha sido utilizada y se ha abusado de ella por el mismo tipo de individuos que lo hacen hoy”, añade Mashayekh  Otro de los propósitos del film era el de mostrar al público norteamericano la profundidad y la belleza de la cultura oriental. Éste así lo ha reconocido y agradecido  por la estupenda respuesta que ha dado a su propuesta.

Sobre el director

Con solo once años, Kayvan Mashayekh y su familia dejaron su tierra natal, Irán, en 1979, después de que el Ayatolah Jomeini accediera al poder. Se establecieron en Texas, tratando de adaptarse lo más rápidamente posible al modo de vida americano.

Se licenció en Económicas en la Universidad de Rice. Tras tomarse un año en intentar acceder al mundo de los negocios, se matricula en Derecho, carrera que termina en 1993. Trabaja como abogado criminalista en Houston, pero al cabo de tres años ejerciendo, ingresa en la Academia de Cine de Nueva York para tratar de cumplir su sueño de escribir, producir y dirigir películas. En esta decisión influye en gran medida la muerte de su padre en 1994 a consecuencia de un tumor cerebral.

Gracias al éxito de su primer cortometraje, The Tip, crea la compañía Guide Films. En esta empresa se dedica a asesorar películas independientes sobre argumentos de interés humano que tengan repercusiones internacionales.

Un día un amigo le regala una traducción al inglés de las Rubaiyat, reconociendo en algunos versos poemas que su padre le leía cuando era pequeño. Se siente entonces en la obligación de hacer un homenaje tanto al texto como a su progenitor y escribe un guión para un posible proyecto que, seis años después va tomando forma en su primer largometraje.

Apuntes Matemático - Culturales

La madrasa o medersa (esta segunda es la utilizada en los países del Magreb) es, después de la mezquita, el edificio más importante de la arquitectura islámica. Su planta suele tener forma de cruz, en la que cada brazo representa cada uno de los ritos. Desde el punto de vista arquitectónico plantea el problema de la cúpula (pasar de una planta poligonal a una semiesférica). En la madrasa de Sircali (1242) se resuelve pasando de cuadrado a octógono; en la de Karatay (1251), mediante pechinas de ladrillos.

Omar ama a Darya a la que llama Deneb, “el nombre de la estrella más brillante del cielo”. Deneb es el nombre propio de la estrella Alfa Cygni, de la constelación de Cygnus, “El Cisne”; junto con Vega, (α Lyrae) y Altair (α Aquilae) forman el “triángulo de verano” para los observadores del Hemisferio Norte.

Los turcos seljúcidas eran una tribu de nómades conducidos por Seljuque que se instalaron cerca de Bucara (ahora en el Uzbequistão) a finales del 900. Algunos de esos guerreros partieron a continuación a la conquista de nuevas tierras hacia occidente. Su mayor auge lo alcanzaron precisamente bajo el gobierno del Sha Malik (1055—1092).

portada libroLos imanes (sacerdotes musulmanes) tienen la función de atraer a los fieles; por eso se llama también de este modo, imán, a los metales que atraen a otros. A aquellos muy reconocidos por su sabiduría los sufíes los denominan Hodja (se pronuncia más o menos Jodsha), palabra que significaría: Maestro.

Omar adquirió una profunda educación en filosofía y matemáticas, destacando a temprana  edad en esta última disciplina. Omar empleó mucho tiempo de su vida enseñando, y la leyenda le agrega cierta competencia en medicina. Lo poco que se conoce de su vida aparece profusamente descrito en libros y cientos de páginas de internet. Como referencia rápida, sencilla y fiable, puede consultarse el libro Omar Jayyam, poeta y matemático, de Ricardo Moreno Castillo, editado por Nivola, Madrid en 2002, o del mismo autor la reseña en este mismo portal, DivulgaMAT, que se encuentra siguiendo la secuencia Menú Principal/Historia de las Matemáticas/Biografías de matemáticos ilustres y buscar Omar Jayyam. Personalmente me gustaría también recomendar Samarcanda, del escritor libanés Amin Maalouf, y el clásico Alamut de Vladimir Bartol, dos auténticas joyas literarias.

Trabajos Matemáticos y Astronómicos

El resultado de los esfuerzos de Omar y sus colaboradores fue un conjunto de tablas astronómicas denominadas Al-zij al-Malikshahi tras el mecenazgo del sultán. De ellas se conserva sólo la tabla de las 100 estrellas fijas, cuya latitud está dada a partir del primer año de la era Maliki (1075), y algunas descripciones contradictorias del calendario Maliki. Está claro que la intención de este calendario era conservar los meses básicos del viejo calendario sasánida, en el que un año constaba de 12 meses de 30 días más cinco días epagomenal, con un mes extra intercalado cada 120 años. Este añadido convierte el calendario tipo juliano, ya que en éste se añade también un día cada cuatro años. Los calendarios sasánida y juliano  se basan en un año de 365.15 días, lo que no es exacto. Se sabe que Omar y sus ayudantes intentaron paliar el error, pero se desconocen los detalles.

Lo que conocemos de Omar sobre matemáticas se debe fundamentalmente a sus comentarios sobre los Elementos de Euclides y a través de su tratado Sobre Álgebra. En el prólogo explica que pretende trabajar en los fundamentos de la geometría, y en particular tratar de resolver problemas relacionados con números irracionales y su relación con los racionales, siendo uno de los pioneros en acomodar ambos en una clase más amplia (los números reales). Examina también el quinto postulado de Euclides (el de “las paralelas”) tratando de ver si es consecuencia de los cuatro primeros. Se topa entonces con algunos resultados que luego retomarán los investigadores de las geometrías no euclideas (adelantándose por tanto varios siglos). El tratado Sobre Álgebra es una clasificación de ecuaciones cuyas demostraciones son fundamentalmente geométricas.  La parte más original es la clasificación de las ecuaciones cúbicas (que se referencia en la película) que resuelve, siguiendo los procedimientos de Arquímedes, mediante intersección de cónicas.

Las Rubaiyat

El significado de esta palabra es el de “cuartetas”. Tras la muerte de Omar Khayyam, montones de versos circularon con su nombre. Son como hemos dicho cuartetas de 13 sílabas con rima AABA o AAAA. Fueron muy populares en Persia durante los siglos IX y X y eran recitadas por gente de todas las clases sociales, y evocan un modo de vida hedonista junto con experiencias místicas sufíes.

Las Rubaiyat fueron conocidas en Occidente a través de la inexacta traducción de Edward  FitzGerald (1859), que al parecer incluyó versos que nada tenían que ver con Khayyam. Además distorsionó los originales para adaptarlos al romanticismo victoriano. Por ello, muchos pensaron que el propio Omar fue un místico sufí. Recientes descubrimientos de manuscritos del siglo XIII muestran sin embargo que la poesía de Khayyam celebra sobre todo los placeres sensoriales de la cata de un buen vino (actividad que hoy tiene infinidad de adeptos, por cierto) y del amor (incluyendo el homosexual) con grandes dosis de escepticismo humorístico, ingenio y habilidad poética.

cartel de la  películaLa historia del Titanic es completamente cierta. Muchos de sus pasajeros llevaban consigo obras de arte y joyas de gran valor (no es extraño dado su nivel social). Uno de los objetos más valiosos que se pudo recuperar del naufragio fue una copia de este libro con miniaturas hechas con 1500 piedras preciosas cada una de ellas engarzada en oro. Había sido vendido en una subasta en marzo de 1912 a un comprador estadounidense por £405 (unos $1,900), el salario de 15 años de un miembro de la tripulación junior en el Titanic.

Existe otra película sobre el personaje (ver cartel), de 1957, dirigida por William Dieterle (un especialista en biografías, aunque en ésta se lució). Se trata de un producto menor de las típicas películas de aventuras de las que hablábamos al principio, en la que lo único mencionable es la historia del calendario pero contada de pasada, sin los detalles de ésta. Eso sí, aparece mucha niña mona de la época. Ver trailer.

Dos recomendaciones

Durante una conferencia celebrada en Valladolid el pasado 18 de Mayo en el marco del Día de los Museos, nuestro compañero Fernando Corbalán nos proyectó este maravilloso vídeo, Nature by Numbers,  sobre la proporción áurea que no debéis dejar de ver. Se encuentra en http://www.etereaestudios.com/docs_html/nbyn_htm/intro.htm. Aunque el título esté en inglés, sus realizadores son zaragozanos.

Por otro lado, en el número 63 de la revista SUMA (Febrero 2010), nuestro compañero José María Sorando Muzás nos propone echar un vistazo al Mundo Geométrico de Jacques Tati, un director singular. Yendo al enlace indicado podéis acceder también al artículo de la revista.

A mediados de Junio, cerraremos el curso con nuestro ya tradicional Concurso del Verano, para que, además de sol y playa, nos entretengamos un ratillo pensando en cine y sobre todo, en matemáticas.

 
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