64. (Octubre 2012) Contra el tiempo, de Geneviève Billette |
Escrito por Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco) |
Viernes 26 de Octubre de 2012 |
Estamos en París, en 1832. Évariste Galois acaba de ser liberado de la prisión en la que ha cumplido sentencia por motivos políticos: es un activo republicano que llega incluso a amenazar públicamente al nuevo rey Louis-Philippe: Évariste: Je ne voulais pas menacer le roi. […] Je voulais juste réveiller les cerveaux.[i] Galois intenta terminar su tratado de álgebra porque sospecha que va a morir... está luchando contra el tiempo. Es un personaje apasionado, exaltado y comprometido, adelantado a su época. Vive por la democracia y la investigación científica. La noche anterior al duelo que le lleva a la muerte, nuestro héroe escribe en el margen de la memoria que está intentando terminar:
Il y a quelque chose à compléter dans cette démonstration. Je n’ai pas le temps.[ii] Su madre –con la que ha perdido el contacto desde hace meses– corre a buscarlo para abrazarle y transmitirle su cariño. Un curioso personaje prohíbe a la madre el acceso al edificio en el que se encuentra Galois: es el fantasma de Jean-Baptiste Fourier, que se siente culpable por haber muerto –en mayo de 1830– unos días después de haber recibido un manuscrito de Galois para evaluar –como secretario vitalicio de la Académie des Sciences–, documento que se perdió sin haber sido revisado por Fourier. El espectro del matemático sabe que Galois va a morir y no quiere que nadie le entretenga para que pueda terminar de escribir su legado matemático. Galois redacta con gran excitación. Se detiene en algunos momentos para recordar detalles de su vida. Se acuerda con pena de su padre –alcalde de Bourg-la-Reine, de ideas liberales– que se suicida en 1829 no pudiendo soportar el descrédito ante sus conciudadanos promovido por el párroco de la ciudad. Galois se lamenta de no haber percibido el mal momento anímico por el que pasaba su padre. Pero sigue escribiendo, con pasión, con una pasión cercana a la locura. Recuerda a su amada Stéphanie, a su hermano pequeño, a su madre... Galois encarna al genio romántico, apasionado por la vida y por intentar cambiar el orden del mundo. Su excitación y su ansia por aprender se vieron frenados por las autoridades académicas, que no le perdonaron el no querer ceder ante diversas imposiciones –la dirección de la École Polytechnique apoya a una monarquía repudiada por Galois–. Adélaïde: La direction de l’École s’affiche royaliste, et alors. Ça ne t’empêchera pas de penser, de travailler, l’algèbre n’a pas de drapeau ! Évariste: L’algèbre aussi est une vision du monde.[iii] En una conversación con su amigo Augustin, explica la razón por la que sus matemáticas son revolucionarias: Évariste: Pourquoi tu crois que personne avant moi n’avait réussi à résoudre le problème ? Les autres mathématiciens ne manquent pas d’intelligence. Je connais leurs travaux par coeur, je sais exactement comment ils pensent : ils ont tous l’esprit enchaîné à la notion de particulier. Un à un, ils se sont cassé les dents sur l’équation de degré 5, parce qu’ils isolaient le problème. Ils essayaient de le résoudre en soi. […] La seule façon de le résoudre, c’était de s’en décoller. Ma méthode de résolution générale, Augustin, ce n’est pas du zèle, c’était l’unique solution.[iv] Al definir la estructura de grupo, Galois crea un nuevo territorio a explorar: Augustin: Je comprends le principe, mais ça sert à quoi ? El tiempo le dará la razón: sus teorías matemáticas permiten estudiar objetos complejos en términos de simetrías y de permutaciones y hoy en día se aplican a áreas tan variadas como la informática, la química, la física o la criptografía... Esta obra se estrenó en Montreal (Canadá) el 8 de noviembre de 2011, año e el que se conmemoraba el centenario del nacimiento de Galois. En la imagen de debajo pueden verse todos los personajes de la obra, de izquierda a derecha:
http://www.theatredaujourdhui.qc.ca/archives/pieces/contreletemps La obra finaliza con la aprobación por parte de Fourier de los trabajos de Galois, cuando el matemático yace ya herido de muerte tras su duelo: Fourier le consuela de este modo: Fourier :Tout y est. (Pause) Tout y est, Galois.[vii] Notas: [i] Évariste: No quería amenazar al rey. […] Sólo quería despertar cabezas. [ii] Hay algo a completar en esta demostración. No tengo tiempo. [iii] Adélaïde: La dirección de la École se declara monárquica, ¿y qué? Eso no te impedirá pensar, trabajar, ¡el álgebra no tiene banderas! [iv] Évariste: ¿Por qué crees que nadie antes de mí había conseguido resolver el problema? Los otros matemáticos no carecen de inteligencia. Conozco sus trabajos de memoria, sé exactamente como piensan: tienen todos el espíritu encadenado a la noción de particular. Uno a uno han fracasado con la ecuación de grado 5, porque aislaban el problema. Intentaban resolverlo en sí mismo. […] La única manera de resolverlo era con otra perspectiva. Mi método de resolución general, Augustin, y no se trata de celo, era la única solución. [v] Augustin: Comprendo el principio, pero ¿para qué sirve ? [vi] Este poema Politique de Gérard de Nerval fue precisamente escrito en 1932 con motivo de su estancia en este prisión Dans Sainte-Pélagie, [vii] Fourier :Está todo. (Pausa) Está todo, Galois
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