93. (Mayo 2015) "Constelazión. Ensayo teatral en dos trozos", de José Cruz
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Escrito por Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco-Euskal Herriko Unibertsitatea)   
Jueves 14 de Mayo de 2015

 "Constelazión. Ensayo teatral en dos trozos", de José Cruz

En mayo del año pasado la compañía Turlitava Teatro estrenó Constelazión –con texto y dirección de José Cruz– presentada de este modo en su página web:

Una misteriosa mujer con problemas de amnesia, un puntilloso regidor que supervisa la escena como quien juega una partida de ajedrez y un científico visionario obsesionado con la matemática del amor. Constelazión es una invitación teatral al universo de Alan Turing (1912-1954), una de las mentes más privilegiadas e influyentes del pasado siglo, padre de la informática, precursor de la geometría fractal y víctima de una sociedad intolerante incapaz de comprender la diferencia. ¿Conseguirá esta noche Sibila cambiar el curso de su desgraciada historia? ¿Podrá el Desconocido llevar a buen puerto su misterioso plan? ¿Descubrirá Alan el por qué uno más uno a veces suma uno?

 "Constelazión. Ensayo teatral en dos trozos", de José Cruz

En mi caso, no he conseguido asistir a la representación de la obra, pero he podido leer el texto en el que se basa: Constelazión. Ensayo teatral en dos trozos.

Tres son los personajes de la obra, anunciados como Alan Turing –un científico–, Sibila –una actriz– y Desconocido –un regidor–, y los dos trozos de los que se compone son Inspirazión y Expirazión.

Alan Turing está sentado en un escenario vacío, con una manzana en la mano y leyendo un libro: es el 7 de junio de 1954, la noche de su muerte.

Ese libro es una especie de diario en el que el matemático tiene anotados los encuentros con sus amantes: Fred, Paul, Henry, Morgan, Ernesto, Bert,… y su adorado Arnold Murray que, sin pretenderlo, desencadenó el fatal desenlace de la vida del científico.

Sibila es una mujer, una sombra: actúa de intermediaria entre el público y el matemático, interviene como motor de los recuerdos del protagonista, adelanta los acontecimientos que van a seguir y evoca fragmentos de la biografía de Turing… aunque acaba implicándose en la vida del matemático, al que escucha y consuela.

Desconocido es, en efecto, un regidor: monta y desmonta escenarios para simular el despacho o la casa del protagonista. Pero también personifica a los amantes de Turing, que van a apareciendo cuando el matemático lee fragmentos de su diario.

Conocer es siempre regresar.

Una hermosa frase de Alan Turing en Constelazión, que ilustra la manera insistente en la que durante la obra se regresa a situaciones pasadas, se analizan obsesivamente los momentos vividos, se insiste sobre la identidad del personaje central,…

Las matemáticas no son una ciencia exacta. Uno más uno jamás sumará dos. La mayor parte de las veces el resultado es cero. Y, si hay suerte, uno. Las relaciones humanas operan según un estricto código binario.

Turing recurre a sus matemáticas para hablar del amor y el desamor, ¿Le amaba Arnold realmente?

Constelazión. Ensayo teatral en dos trozos comienza con un prólogo de María Velasco, que finaliza con una metáfora muy acertada:

Cuando José Cruz puso el punto y final a Constelazión, su ordenador estaba llorando.

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