125. (Febrero 2018) Poemas para Flash Gordon, de Luís Pousa
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Escrito por Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)   
Lunes 19 de Febrero de 2018

Poemas para Flash Gordon, de Luís Pousa

Mi amigo Pablo González Sequeiros me regaló hace unas semanas el poemario Poemas para Flash Gordon (Reino de Cordelia, 2017) del matemático, escritor y periodista Luís Pousa.

La editorial lo presenta del siguiente modo:

Desde la madurez de la edad, Luís Pousa regresa al mundo de la infancia y de la juventud, a aquella etapa de su vida donde todas las puertas estaban abiertas y apenas había comenzado a elegir cómo cerrar alguna de ellas. Poemas para Flash Gordon es un homenaje a la cultura pop que le formó como ser humano, a los tebeos clásicos norteamericanos, al cine del Oeste, a la televisión…; pero también a Franz Kafka, a Bukowski, Rimbaud, Lorca, Walt Whitman o el bosón de Higgs… Nombres y ciudades, paisajes y personas se entrelazan en este poemario que despide un mundo irrepetible, pero definitivamente instalado en la memoria.

El poemario consta de dieciséis poemas: Para Flash Gordon, El otro lado de las cosas, Rimbaud, Sobre un tema de Charles Bukowski, Poema de la UCI, Umbral, El lugar de los hechos, Deseo de ser piel roja, Todavía, Felicidad, Rosalía, El bar de O’Malley, Autorretrato en el espejo convexo, Canción para Liberty Balance, Algunas cosas que debería hacer en cualquier caso antes de morir, y El blues del bosón de Higgs.

Las referencias a la ciencia y a las matemáticas se cruzan en estos versos de Luís Pousa dedicados al superhéroe de la famosa historieta de ciencia ficción estadounidense.

En El lugar de los hechos, el autor alude a […] ese yo infinitesimal / que somos a cada paso.’

En Autorretrato en el espejo convexo, la geometría aparece como elemento fundamental: ‘[…] Ya sé que es un efecto visual / del espejo convexo, una deformación geométrica / de la imagen que se curva / sobre la superficie esférica, […]’.

El poema Algunas cosas que debería hacer en cualquier caso antes de morir comienza aludiendo a Georges Perec y su afición por las listas –recordemos su impresionante La vida instrucciones de uso, y todas las listas que elaboró en su Cahier des charges de La vie mode d’emploi para poder aplicar las trabas impuestas a su texto–, y alude más adelante a dos geniales matemáticos: ‘[…] Y escuchar de viva voz los pensamientos / de Kurt Gödel y Georg Cantor. […]’.

Cantor vuelve a aparecer en el poema final El blues del bosón de Higgs: ‘[…] con el palacio de cristal / que llamamos álgebra, / con los números transfinitos / de Georg Cantor, […]’.

Son exquisitas las matemáticas que atraviesan este poemario, también exquisito, que os recomiendo no dejéis pasar.

Por cierto, ¡gracias, Pablo!

 
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