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Literatura y matemáticas

Ciencias y Letras… aún podemos encontrarnos muchas personas, demasiadas, que siguen dividiendo la cultura y el conocimiento humano en dos categorías, a saber, las Ciencias y las Letras. Las Letras son lo que se considera como la Cultura en nuestra sociedad, mientras que las Ciencias no (e incluso está bien visto no saber de ellas). Sin embargo, las distintas ramas de la Ciencia, y en particular, las Matemáticas, al igual que el Arte, la Religión, la Literatura,… son manifestaciones de la vida espiritual o intelectual del hombre, de la sociedad, pueblo o tiempo en el que vive, y como tales podemos considerarlas como parte de la Cultura del Hombre.
En esta sección se trata la interacción de las Matemáticas con la Literatura, para ello contamos con la colaboración del escritor y matemático Guillermo Martínez (autor de libros tan interesantes como "Los Crímenes de Oxford", "Acerca de Roderer" o "Borges y la Matemática"), del matemático Juan Pablo Pinasco, de Pablo Amster, también matemático y autor del libro "La matemática como una de las bellas artes" y de la profesora Marta Macho Stadler. Nuestro más sincero agradecimiento a Guillermo Martínez, Juan Pablo Pinasco, Pablo Amster y Marta Macho por su colaboración en el desarrollo de esta sección, así como a las demás personas que colaboren con la misma.

Resultados 71 - 80 de 136

Cultura y matemáticas/Literatura y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
Ruido o Luz es un poemario colectivo de Daniel Bellón, Carlos Bruno –el matemático del grupo– y Ernesto Suárez. Surgió –como se indica en la iniciativa Poesía bajo las estrellas del Museo de la Ciencia y el Cosmos del Cabildo de Tenerife – cuando los tres poetas ‘descubrieron las posibilidades literarias asociadas al Planetario del Museo de la Ciencia y el Cosmos como espacio para el encuentro y la creatividad’. El poemario –nacido para el Planetario y leído por primera vez en él, el 18 de mayo de 2007– consta de cinco partes: Luz y sombras Pérsicos Geodesia Rotaciones y traslaciones Epílogo Cada poema finaliza con una coordenada terrestre; por ejemplo, ‘Está la calidez del mundo y su frío’ –de la cuarta parte– termina con: (N 270 45’ O 150 38’), coordenadas correspondientes al Centro Espacial de Canarias (Gran Canaria). Estas coordenadas se eligieron para la performance –lectura de poemas, música, y efectos visuales– como homenaje a lugares en los que las estrellas ‘están más cerca’ –por la existencia de observatorios o por ser lugares emblemáticos en la historia de la astronomía–. Os dejo un extracto de ‘Está la calidez del mundo y su frío’: […] procuramos refugio en las zonas templadas pero el planeta sigue preciso su curso en una elipse casi eterna en sólo un año se mueve del sol hasta el sol […]   Nota: Un agradecimiento muy especial a Jesús Malia –amigo, matemático y poeta– por regalarme –me envío un ejemplar a finales de 2013 y me ha presentado y obsequiado estas letras– este poemario y por seguir luchando por la poesía.
Miércoles, 26 de Febrero de 2014 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Literatura y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
Villa des hommes –Casa de los hombres–  es una novela de Denis Guedj, publicada en 2007. Estamos en 1917, en un hospital psiquiátrico alemán: dos hombres, aparentemente muy diferentes, comparten la misma habitación. Uno es Hans Singer –es la novena vez que ingresa en el hospital desde 1884–, un matemático alemán de 72 años, conocido en todo el mundo por su teoría de conjuntos y su concepto de infinito –el personaje está inspirado en Georg Cantor–, y el otro, Matthias Dutour, es un joven soldado francés, conductor de trenes en su vida civil, anarquista, derrotado por el belicismo de la Guerra Mundial, por la pérdida de valores y por un incidente del que no habla, y sólo se conocerá al final de la novela. Al principio, los dos enfermos no se comunican, no les interesa hacerlo: el uno diserta y el otro le escucha –o no–. Hablan, callan, se observan: No se sienta obligado a entender –dice uno– Ni a escucharme –dice el otro–.  Al final acabarán compartiendo sus vidas, sus miedos, sus frustraciones,... se reconfortarán mutuamente. Al iniciar su convivencia, el matemático comenta al soldadoi: Los enajenados, los nerviosos, los insensatos tienen, más que otros, relación con el infinito, porque los límites, los que encierran al hombre común y le impiden derramarse más allá de sí mismo, como la leche se derrama de una cazuela… estos límites han cedido. Siempre. Y eso, es el infinito. La locura –al menos la que padecen los dos protagonistas– se entiende como una manera de escapar de un mundo cruel, injusto, mezquino. La habitación 14 de la Villa des hommes estaba ocupada por resucitados. El uno resucitado de más allá de los números, tenía su camino trazado, el otro, resucitado de más allá de las sombras, se había perdido. Hans Singer habla de sus matemáticas, de su trabajo, de su pasión: la teoría de conjuntos, el infinito –más concretamente, se centra en la cardinalidad de los conjuntos infinitos–, la hipótesis del continuo, el teorema de Cantor que garantiza la existencia de infinidad de infinitos, de la paradoja de Russell, el método de la diagonal, etc.. Las largas conversaciones sobre este tema entre los dos protagonistas, nunca tienen lugar de manera académica, en todo caso, de modo emotivo, cómico a veces, apasionado siempre. Singer enseña matemáticas a Matthias –se transforma en su alumno, en su hijo–, mientras el joven instruye al matemático sobre el mundo de los trenes. Matthias, es un niño abandonado por sus padres y adoptado por una pareja de obreros, que no consiguen que se sienta uno más de la familia: Singer representa una figura paterna que le acompaña durante su estancia en el hospital. El joven es un gran admirador del socialista y pacifista Jean Jaurès, y a pesar de ello, se alista para combatir en la Gran Guerra, para terminar padeciendo fatiga de combate. Al negarse a ser francotirador, es enviado a los puestos más peligrosos en el frente, y termina salvando la vida de un soldado enemigo, Gabriel. El director del hospital admira a Singer: su prestigio científico es indudable, pero le apena su locura: Sin saber muy bien la razón, presentía que la locura de este hombre –la locura a secas– tenía sin duda mucho que ver con el infinito. A este respecto, le haría falta   acometer trabajos que su actual estatus no le permitía emprender, quizás incluso abrir un nuevo campo de investigación: las enfermedades del Infinito. El joven soldado comenta al matemático anécdotas sobre conferencias a las que asiste en la Universidad Popular, lo que permite a Singer reflexionar sobre la creación matemática: Herr Singer, que había escuchado con una extrema atención, comprendía mejor que nadie lo que el orador había dicho: “Es un hombre para el que esta idea se ha vuelto un sentimiento vivo”. Pensó que a pesar de todo lo que le había pasado, a pesar de todos los sufrimientos, de todos sus males, había sido, era, un hombre para el que una determinada idea se había transformado en un sentimiento vivo. Esta idea, de la que estaba forjado, de hecho inducía otras tres, ligadas: la invención de la noción de conjunto, la definición del continuo y la creación de los números infinitos. Ligadas como los tres dedos de la mano, más un cuarto para la libertad de crear y un quinto para la emoción de crear. Singer habla siempre con pasión de sus matemáticas: ¿Locas, mis matemáticas? Son bellas, límpidas, elegantes, sutiles, van… van lejos, forzosamente, porque nadamos en el infinito. ¿Locas, mis matemáticas? ¡No, para nada! El viejo matemático defiende su concepto de infinito, frente a la elite científica y conservadora que le critica, a veces, con violencia: Cuando comencé con mis investigaciones, la mayor parte de mis colegas, así como  los de las generaciones que me habían precedido, sufrían una enfermedad particular: apeirofobiaii. [...] Apeirofobia, señor Matthias, o fobia al infinito. [...] Esta patología abunda sobre todo en el ámbito matemático. Náuseas frecuentes, pánico frente a los espacios amplios, imposibilidad de avanzar, incapacidad patológica de traspasar los límites. Es sin duda la razón  por la que una prohibición impuesta hace veinticinco siglos ha resistido tanto tiempo: el infinito no debe nunca realizarse. Para algunos pequeños trabajos, nos hemos dotado sin embargo de un ersatziii de infinito, el infinito de la fregona que acaba de observar sobre el suelo húmedo.  Un ser inofensivo, que no menoscababa nada y que no podía más que calificarse negativamente: no era esto, no era aquello, ilimitado, inagotable, no tenía ni frontera ni fin, permanecía siempre inacabado. Era aquello a lo que siempre podía añadirse algo y a quien siempre faltaba algo. Todo lo contrario de lo que se exige a un ente matemático. [...] Durante dos mil años, los hombres se han enganchado al Finito como los ahogados a un salvavidas, convencidos de que, si soltaban la presa, se verían arrastrados a las profundidades, aterrorizados como esos marinos portugueses del Renacimiento que estaban persuadidos de que, pasado un cierto límite, se encontrarían precipitados en un abismo. [...] Afirmo que después del Finito se abre otro mundo del que nadie antes que yo había sospechado la existencia, y le he dado un nombre: el Transfinito. Teníamos este mundo al alcance de la mano, pero no habíamos osado arriesgarnos. Los muros más difíciles de abatir son los de nuestras mentes elevan en nuestras mentes; [...] Yo, Hans Singer, he establecido el acto que funda las nuevas matemáticas; EL INFINITO ES UN NÚMERO. Un número que se deja definir tan rigurosamente como cualquier otro, como el 14 o el 59/11, por ejemplo. [...] Contar, calcular. Mi proyecto ha sido a la vez “contar” el infinito y calcular en el infinito. Medir los diferentes infinitos, comparar su tamaño, por una parte, sumar, restar, multiplicar con los infinitos, por otra. [...] ¡Un segmento! Tiene una longitud. Su longitud es un número. Todos los números obtenidos de esta manera, he decidido bautizarlos como números reales para que no se olvide que corresponden a una magnitud muy real. ¿Cómo nombrar cada uno de ellos? Por su representación decimal ilimitada. [...] Primero los viejos números enteros, luego las fracciones, luego números menos habituales como la raíz de 2, pi, el número de oro, etc. que son, de lejos, los más numerosos. Estos últimos, que no son ni fracciones ni enteros, se llaman irracionales, ¿sabe por qué? [...] Se refiere en el párrafo anterior a sus opositores, en particular a Leopold Kronecker, al que admiraba profundamente cuando inició sus estudios en Berlín.  Sin embargo, también tiene colegas que le admiran y apoyan, como Gösta Mittag-Leffler: ¿Qué me dice mi amigo Gösta? Que si persisto a no amoldarme a las formas avaladas por mis colegas, mis teorías van a caer en el descrédito y en el olvido, que esta relegación podría durar el siglo. Richard Dedekind fue otro de sus más cordiales colaboradores: Osé imaginar que leiv gustaría que pudiéramos encontrarnos cada día. Podríamos haber trabajado juntos y crear maravillas, hacer matemáticas a dos, como se toca música a dúo. Concerto a cuatro manos para transfinitos y cortaduras de racionales por Richard Dedekind y Hans Singer. Singer defiende la demostración como la herramienta clave en matemáticas: Para forjar verdades, retomó Singer, las matemáticas poseen un arma suprema que todas las demás ciencias le envidian… y a veces toman prestadas: la demostración. Útil maravilloso inventado por los pensadores griegos de la Antigüedad. La elite científica le ataca con fanatismo: Jacques Hadamard, se refirió a mi Teoría de Conjuntos. […] Charles Hermite, otro gran matemático, muy mayor y muy reaccionario, le interpeló mientras se acercaba a la tribuna: “Hadamard, ¡es usted un traidor!”, le gritó. Todo el mundo quedó paralizado. Hadamard giró hacia él, rojo de cólera. Antes de que pudiera responder, Hadamard lanzó, orgulloso. “¡Usted ha traicionado el análisis por la geometría!”. En el segundo Congreso Internacional de Matemáticos de París (1900), David Hilbert enuncia sus 23 problemas sin resolver, de los cuales, el primero, es el de Singer: Sacó entonces una hoja de su maletín, ajustó sus famosas gafas ovaladas que abrigaban su mirada brillante de malicia y se puso a leer: “El primer problema que tendremos que resolver es el problema planteado por M. Singer, relativo a la potencia del continuo.” Durante el tercer Congreso Internacional de Matemáticos de Heidelberg (1904), se le humilla públicamente: el matemático se obsesiona con su trabajo y, de hecho, no llega nunca a terminar la última demostración en la que se encuentra inmersov: La primera intervención, la que esperaba, se titulaba Kontinuum-Problem […] Debía ser pronunciada por un matemático húngaro de modesta reputación, Julius König, sobre el problema del continuo. ¡Mi problema! […] Comenzó su exposición. Y el mundo se hundió. ¡La peor prueba de mi vida! ¡Ser acusado delante de todos mis colegas! ¡Delante de mis hijas! Los niños deben estar orgullosos de sus padres. La metafísica entra en las matemáticas con Hans Singer: ¡He sido el responsable de las más grave crisis que las matemáticas han sufrido desde los Griegos! Veintitrés siglos sembrados de pequeñas heridas sin consecuencias y fáciles de curar. Hasta que yo desembarco. “Crisis en los Fundamentos”, han diagnosticado mis colegas. […] La metafísica. ¡He introducido la metafísica en mis matemáticas! […] ¿Hay algo más antinómico que la metafísica y la técnica?  La técnica, es la solución barata al alcance de todos los emprendedores. Singer defiende el edificio matemático como un todo: Es cierto. Cierto, cierto. ¡Cómo si existieran cosas que fueran ciertas sin más! Señor Matthias, quisiera ponerle en guardia contra una idea extendida que llevaría  a hacer creer que las verdades matemáticas son libres de atadura. Hay que clamarlo: ¡las verdades no son libres! Están inextricablemente ligadas las unas a las otras, una no se sostiene sólo porque la otra lo hace, es el conjunto el que funciona o el que no lo hace. Admirablemente solidarias, han construido una arquitectura de una solidez temible, pero también de una fragilidad conmovedora. Ya que cada una está provista de un poder fatal que puede hacer derrumbar el edificio entero. Según Singer, las verdades matemáticas son eternas: No, ha oído usted bien lo que no he dicho. No hay tiempo en matemáticas. Lo que es cierto, no es cierto en todas partes, sin embargo, lo que es cierto es siempre cierto. Para toda la eternidad. Esta conmovedora novela finaliza con la visita de Marta –la hermana de Gabriel, el soldado alemán al que Matthias cree haber salvado en el campo de batalla–. Gabriel había regresado al frente y fallecido en una acción militar: Marta desea que el soldado francés conozca la verdad de lo que sucedió entre Gabriel y Matthias. En realidad, Matthias estaba a punto de suicidarse y el alemán –oculto en una zanja– le interpela para evitarlo: En la noche aclarada por la metralla, había comprendidovi lo que ese soldado francés estaba a punto de hacer, y había gritado para impedírselo. Y al ir en su ayuda, Matthias, de hecho, se salvaba. Ningún cálculo, sólo una intrincación de vidas, en la que cada una no dependía más que de la otra. “Te salvo y, salvándote, tú me salvas. Una paradoja, diría Herr Singer”. Matthias reacciona tras conocer la verdad, y se va a vivir con la familia de Gabriel. Singer le da un rotundo consejo finalvii: No haga como Kronecker, no deje pasar el infinito, sea en el amor, en el pensamiento o en la vida.   Notas: [i] Todas las referencias extraídas de Villa des hommes han sido traducidas por la autora de esta reseña. [ii] Ápeiron: Término griego compuesto de la partícula privativa “a” y de “péras” (etimológicamente, extremo, frontera, linde) que fue utilizado por Anaximandro para referirse al “arjé”, al elemento primordial de la realidad, y que suele traducirse por “ilimitado”, “infinito” o “indeterminado”.  Extraído de Glosario de Filosofía. [iii] Ersatz (alemán) significa recambio, sucedáneo. [iv] Se refiere a Dedekind [v] Es la hipótesis del continuo. [vi] Se refiere al soldado alemán Gabriel. [vii] Semanas más tarde, Singer aparece muerto en la habitación 14, debido a un fallo cardiaco.
Viernes, 10 de Enero de 2014 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Literatura y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
La page de tous les désirs –La página de todos los deseos–  se confeccionó durante la sexta edición de Les 24 heures de la bande dessinée en el Festival International de la Bande Dessinée de Angoulème (Francia), en enero de 2012. Les 24 heures de la bande dessinée –Las 24 horas del cómic– son un preámbulo del Festival del cómic de Angulema: desde el martes a las 15h hasta el miércoles a las 15h, las y los autores participantes deben crear 24 páginas –una portada, 22 páginas de cómic y una contraportada–. Además, cada año se impone un tema: en 2012 cada historia debía contener –y en este orden– las tres frases: “Surgissant soudain...” –“Surgiendo de repente…”– en el primer tercio del tebeo, “Et à la fin ...” –“Y al final…”– en el segundo tercio del libro, y “Elle s'interrompt brusquement...” –“(Ella) se interrumpe bruscamente…”– en el último tercio del libro. Lécroart es miembro de OuBaPo –Ouvroir de Bande Dessinée Potentielle, Obrador de tebeo potencial– y de OuLiPo –Ouvroir de Littérature Potentielle, Obrador de literatura potencial– y, en ambos ámbitos, reflexiona sobre el uso de restricciones formales –las trabas o contraintes en francés–. En las 24 páginas de La page de tous les désirs, Étienne Lécroart combina la epopeya histórica, la novela policiaca, el enigma literario… y los palíndromos. Primera viñeta, con la primera traba. © É. Lécroart Un caballero irrumpe en un monasterio, buscando un tesoro escondido en la gran biblioteca sagrada, una biblioteca inconmensurable: … Hay 1331 estanterías conteniendo cada una de ellas 1881 volúmenes, es decir, 2.503.611 incunables en total… Uno de los libros contiene en su interior una página sagrada, y aquella persona que la descubra tendrá la clave del poder absoluto: ése es el tesoro. Cada libro contiene 2002 páginas… eso significa que la página sagrada se encuentra entre 5.012.229.222 posibles (2503611 x 2002). Como explica uno de los monjes al caballero: Incluso invirtiendo sólo 10 segundos por página y trabajando 16 horas al día, le harían falta 285 años completos para terminar la tarea. En efecto,  para  recorrer esas páginas se necesitarían 50.122.292.220 segundos, es decir, 1.392.285,89 horas (50122292220/3600, una hora tiene 3600 segundos), es decir, 870.178,68 días (139228589 /16), es decir, 2384 años (870178,68/365). El caballero se da cuenta de que nunca podrá encontrar el tesoro… En la página 8 aparece la segunda traba. © É. Lécroart En la página 8 se produce un salto en el tiempo: aparecen Sherlock Holmes y el Dr. Watson. El fiel compañero del detective se queja sobre el absurdo de la historia que acaba de suceder en las siete páginas anteriores –y que está leyendo–. Holmes explica a Watson su teoría sobre el lugar en el que está escondido el tesoro: 1881 libros de 2002 páginas por estantería hacen 3.765.762 páginas. Y 1331 estanterías de 1881 libros: 2.503.611 libros, ¿no? Holmes deduciendo. © É. Lécroart Para Holmes los números esconden la latitud y longitud de un islote en el golfo de Guinea: el 20 de febrero de 1881 a las 13h31, un monje les estará esperando para descubrirles el tesoro. Ensimismados en sus reflexiones, los dos personajes mueren arrollados por el tranvía. La página 15 encierra la tercera traba. © É. Lécroart Se produce un nuevo salto en la historia: una pareja de vacaciones en Sao Tomé lee la historia de Holmes y Watson. El hombre explica su versión del enigma: Los números, ¿lo recuerdas? Son palíndromos: se leen también del revés… […] Dando la vuelta a los números, obtengo el 13/31/2002 a las 18h81. […] El día 13 del mes 31 de 2002 es el 13 de julio de 2004. Y 18h81 nos da 19h21. Y volviendo a invertir los números en las latitudes y longitudes: Son las coordenadas de… Sao Tomé. © É. Lécroart El lugar, el momento… el libro que tienen en sus manos se lo habían comprado a la hora exacta a un monje… La pareja se pelea por poseer el libro. De repente todo desaparece… aunque la contraportada indica que la historia volverá a empezar…
Viernes, 20 de Diciembre de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Literatura y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
Palabras fractales viene precedido del ensayo ¿Qué es la literatura fractal?, disponible también libremente en el blog de Pablo Paniaguai. Siguen a este ensayo una serie de relatos cortos, cuentos y narraciones, en los que algunas de las características descritas como ‘fractales’ en el ensayo introductorio se muestran: desdoblamientos, visión caleidoscópica, dinámica circular, dinámica cíclica, dinámica laberíntica, dinámica en la repetición, dinámica de mutación,  juego de espejos, dinámica concéntrica o proceso invertido. Palabras fractales consta de una primera serie de relatos cortos, que se reúnen bajo los siguientes títulos: Hacia la comprensión del universo Los tiempos del tiempo Historias sobre la existencia Historias del Ser De los horizontes Visiones invisibles Palabras en el laberinto Historias circulares Historias simuladas El juego de la vida Sobre literatura Reflejos y sonidos Reproduzco tres de ellos –con permiso del autor– que me han emocionado especialmente. En el delicioso relato Vértico –extraído de De los horizontes– se plantean las diferencias entre lo vertical y lo horizontal, y se  habla de un mundo en el que estas nociones se han intercambiado: Hay una referencia en la lejanía: para los humanos es el horizonte, pero en mi planeta aparece vertical y lo llamamos “vértico”. Allí vivimos de medio lado y crecemos a lo ancho, justo al revés que en este lugar. En mi planeta sus pobladores no roban ni se matan entre ellos, ni hacen guerras por bienes materiales ni supuestos espirituales. Me sorprende la verticalidad de la mente humana en contraste con lo horizontal de su mundo, con su orden vertical ansiando ser más que el vecino, con estratos de poder y servilismos, con imposición de clases. En mi planeta no existe nada de eso y dentro de nuestro medio vertical buscamos la horizontalidad para ser iguales. En mi planeta nos elevamos en el aire hacia el espíritu, mientras que aquí se arrastran por el suelo deseando la materia. El humano asienta los pies sobre la tierra y toma posesión del horizonte, para luego pensar en vertical. Qué raros son, qué mundo tan extraño, donde todo está justo al revés. Horizontes –extraído de De los horizontes– confronta la curva con la recta, refiriéndose a diferentes clases de horizontes: El horizonte no es, como parece, una línea recta en la distancia, es un círculo que nos rodea; de ello te das cuenta al girar sobre ti mismo en medio del océano o en la soledad del desierto; allí se deja apreciar, en él, la curvatura de la Tierra. De cualquier modo es una señal engañosa que cambia sin parar y tan diversa como el infinito, todo depende de nuestro movimiento y situación, del ángulo de la mirada, de cómo la intensidad de la luz incide sobre él. En las ciudades el horizonte se pierde entre el hormigón, hay que salir de ellas para apreciarlo; el hombre citadino no se da cuenta de esas cosas ni mira al cielo en las noches para ver las estrellas; el hombre de ahora se apartó de la naturaleza para crear un mundo fuera de ella, sin horizontes circulares que mirar. Al final de mi habitación, en su horizonte, hay un televisor encendido por donde pasan diferentes imágenes en movimiento. He de reconocer que no veo mucho la televisión, pues prefiero los horizontes de los paisajes de mi mente, tratar de escribirlos para que alguien los lea. También me adentro hacia los parajes de otros que buscan horizontes. Todos buscamos a través de la escritura nuestro propio horizonte, para saber de qué somos capaces, si es que somos capaces de algo. Un escritor sin horizontes no es un escritor, y yo lo pretendo siempre con la apuesta por delante, en este juego de la vida donde me desvivo por hacer de mi horizonte algo más que un horizonte. Multiplicidad –extraído de Palabras en el laberinto– es un asfixiante relato en el que se habla sobre la pérdida de la identidad: el protagonista es una réplica, uno de tantos individuos idénticos a él… un texto muy ‘borgiano’ –Jorge Luis Borges uno de los mayores representantes de la literatura fractal, como el propio Pablo Paniagua explica en ¿Qué es la literatura fractal?–: Estoy afuera y veo a los de adentro, pero ellos no me ven, y eso que les hago señales con los brazos para llamar su atención. Ellos giran a mi alrededor sin mirarme, pues caminan con la vista fija en el suelo mientras cuentan sus pasos. Son catorce hermanos idénticos que dan vueltas dentro de una habitación circular, o uno solo frente a trece espejos fraccionados. No lo sé; trataré de detectar cualquier movimiento distinto en ellos, pero por ahora es imposible. No puedo ver más que mis pies al caminar, cuando siento que alguien me observa desde afuera moviendo los brazos para llamar mi atención. Creo que son trece hermanos idénticos a mí. En una segunda parte de Palabras fractales, Pablo Paniagua nos regala narraciones más extensas, cuyos títulos son: Franz Kafka y dos cervezas Inquietante relación Un desconocido escritor La civilización del tiempo La momia de un nazareno Manzanas Sentimiento sublime Un ático de Toledo Visiones etéreas Pensamientos inescrutables Aquella primera vez Anécdota astral La luz de todos mis días El hecho poético Árbol cósmico Currículum Los tres primeros relatos son un homenaje a Franz Kafka –el otro gran representante de la literatura fractal citado en ¿Qué es la literatura fractal?–: Franz Kafka y dos cervezas es un divertidísimo cuento en el que la ‘fractalidad’ se presenta a través de una ocurrente dinámica de repetición; Inquietante relación es un singular relato que alude a La Metamorfosis de Kafka; Un desconocido escritor describe los problemas que encontraría un Franz Kafka del siglo XXI intentando encontrar un editor para El Proceso, La Metamorfosis o El Castillo… ¿debería optar por abrir un blog para publicar sus novelas por entregas? De entre todos los relatos de esta serie, quizás destacaría también Manzanas, un ingenioso texto en el que a través de esta delicada fruta, Pablo Paniagua comienza hablando de Newton y termina con el  logotipo de los Macintosh, nombrando también la manzana de Eva, de Guillermo Tell o de Blancanieves… Palabras fractales tiene una gran variedad de estilos en sus cuentos, divertidos u obsesivos, filosóficos o más mundanos, ¡no te dejarán indiferente!   Nota: [i] Ya reseñamos hace más de un año en este mismo portal otra novela –además también fractal– de Pablo Paniagua: La novela perdida de Borges.
Jueves, 28 de Noviembre de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Literatura y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
Muchas personas que no han estudiado matemáticas las confunden con la aritmética y las consideran una ciencia seca y árida. Lo cierto es que esta ciencia requiere mucha imaginación. Sofia Kovalevski Con esta cita comienza el último –es el que da nombre al libro– de los diez cuentos de Demasiada felicidad (2009) de la Premio Nobel de Literatura 2013i, Alice Munroii. Según comenta Alice Munro en los agradecimientos finales del libro, descubrió a Sofia Kovalevskiiii mientras realizaba una búsqueda en la Encyclopaedia Britannica. Sofia le sedujo por su doble vertiente de matemática y novelista;  gracias a la lectura de Little Sparrow: A Portrait of Sofia Kovalevskyiv y el contacto personal con el autor y su esposa Nina, tuvo acceso a documentos personales de Sofía, que le ayudaron a construir su relato. Alice Munro y Sofia Kovalevski Esta historia novelada de Sofia Kovalevski comienza en 1891: Sofía y su amado Maksim Maksimovich Kovalevski –un primo lejano de Vladimir, el marido fallecido de Sofía– caminan por un cementerio. Sofía y Maksim se habían conocido en 1888 en Estocolmo e inmediatamente habían congeniado: les unía su idioma común, su apellido, sus costumbres. En ese momento, Sofía estaba preparando su memoria sobre el movimiento de los cuerpos rígidos para presentarlo al Premio Bordin de la Academia de las Ciencias de Parísv. Tras la concesión del premio a Sofía, Maksim se siente relegado. Acuerdan casarse –felicidad para ella– aunque Maksim no deja de bromear sobre el tema; incluso llega a decirle abiertamente en alguna carta que no la quiere. Ella le ama, él juega con ella, la ilusiona, la traiciona, la engatusa, la decepciona sin remedio. Como una amiga de Sofía le había comentado en alguna ocasión: Recuerda que cuando un hombre sale de una habitación, se lo deja todo en ella. [...] Cuando sale una mujer, se lleva todo lo que ha ocurrido allí. Sofía ha ganado el Premio Bordin, pero no consigue trabajo: Ni se les ocurría contratarla, como jamás habrían contratado a un chimpancé amaestrado. Sofía recuerda su matrimonio blanco con Vladimir para poder salir de Rusia y estudiar. Recuerda a su hermana Aniuta y su marido Jaclard –que nunca había querido a su esposa– y sus vivencias durante el corto gobierno de la Comuna de Parísvi. En una visita a su sobrino Urey –años después de la muerte de su hermana–, se advierte un nuevo desprecio hacia las mujeres: esta vez Urey califica a la nueva esposa de su padre como ‘fea como un demonio’, mujer con la que Jaclard se ha casado porque ‘se encarga de mi bienestar’. Urey, rabioso con la vida, ataca a su tía hablando de las matemáticas de esta manera: [...] Lo que no es necesario son las matemáticas, o eso me parece a mí. [...] No sentiría respeto por mí mismo siendo profesor de matemáticas. [...] Ganar premios y un montón de dinero por cosas que nadie entiende y que no le importan a nadie y que no sirven para nada. Aparecen citados en diversos momentos su mentor Karl Weierstrass –que la apoya y respeta como científica y le profesa un profundo afecto–, Gösta Mittag-Leffler y Jules Henri Poincaré –matemáticos ‘rivales’–. Incomprendida  por los hombres de ciencia e incomprendida por “las esposas” de esos hombres, Sofía recuerda el momento en el que conoció a Weierstrass, la manera en la que él quiso desanimarla y el asombro y admiración de su mentor al descubrirla: Lo que sí puedo hacer en su caso es plantearle una serie de problemas y pedirle que los resuelva y me los traiga dentro de una semana a  partir de hoy. [...] Si me satisface el resultado, volveremos a hablar. [...] Llevaba toda la vida [...] esperando a que un alumno entrase así en su habitación. [...] Riguroso, meticuloso, así hay que ser, aunque así también ha de ser el gran poeta. Sofía viaja en un tren hacia Copenhague, enferma, para dar una conferencia. Reflexiona sobre la verdadera importancia del descubrimiento, sin importar premios, publicaciones, reconocimientos: Esos descubrimientos eran posibles. Las matemáticas eran un don natural, como la aurora boreal. Tras su conferencia, la enfermedad de Sofía se agrava y acaba por morir, cuidada por su pequeño círculo de amistades. La última vez que ve a su hija, poco antes de fallecer, Sofía susurra Demasiada felicidad. La autopsia demostró que la neumonía le había destrozado por completo los pulmones y que el corazón presentaba una dolencia que arrastraba desde hacía varios años. Como todo el mundo se esperaba, el cerebro tenía un gran tamaño. Demasiada felicidad evoca la lucha de Sofía a través de sus recuerdos más personales, el desamor, la pasión por el estudio… sus logros científicos, sus problemas para ser aceptada como una igual por sus colegas científicos… sus alegrías y sus desengaños. El libro termina con esta frase: Hay un cráter en la luna que lleva el nombre de Sofía.   Notas: [i] http://www.nobelprize.org/nobel_prizes/literature/laureates/2013/ [ii] Todas las citas de esta reseña están tomadas de la traducción de Flora Casas para la edición de 2010 en la editorial Lumen. [iii] En mi opinión, un texto excelente para aprender sobre Sofia es: Michèle Audin, Souvenirs sur Sofia Kovalevskaya, Calvage & Mounet, 2008. Su versión inglesa es Remembering Sofya Kovalevskaya, Springer, 2011. [iv] Don H. Kennedy, Little Sparrow: A Portrait of Sofia Kovalevsky, Ohio University Press, 1983. [v] http://www.academie-sciences.fr/ [vi] http://es.wikipedia.org/wiki/Comuna_de_París
Martes, 15 de Octubre de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Literatura y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
Le chercheur fantômei –El investigador fantasma– de Robin Cousinii es un tebeo publicado a principios de mayo de 2013 por Éditions Flblb. En la contraportada se puede leer la siguiente presentación del libro: La Fundación para el estudio de los sistemas complejos y dinámicos acoge a veinticuatro investigadores en residencia y les proporciona medios ilimitados para llevar a cabo su trabajo. Una noche, tres investigadores, Louise, Stéphane y Vilhem, descubren que en su edificio hay un cuarto residente que nadie ha visto nunca. Trabajaba en el problema "P = NP". - ¿Qué es exactamente P = NP? - Es un problema de la teoría de complejidad computacional. La mayoría de los matemáticos piensan que P es diferente de NP. Plantea un límite teórico a la capacidad de los ordenadores... - ¿Y si se prueba que P y NP son iguales? - Revolucionaría las  matemáticas modernas, transformaría la investigación científica. - Ah. El libro comienza con la llegada del nuevo director de la Fundación, Martin Sorokin. Accede a su nuevo despacho, en el que visiona un mensaje grabado por su predecesor, Alan Bateson: Bateson es el tercer director de la Fundación y se va tras permanecer siete años allí. Martin Sorokin será así el cuarto responsable de la Fundación y el primer residente en el momento de su llegada El mensaje que le ha dejado Bateson es el siguiente –cada salto de línea corresponde a un cambio de viñeta–: Buenos días. Soy Alan Bateson, investigador en sociología sistémica y director Fundación no. 3. Si está mirando este video, es que como yo hace 7 años, ha sido seleccionado por el programa. Es Vd. el primer residente y por lo tanto el director de la Fundación no. 4. A la hora en la que le hablo la Fundación no. 3 está terminando… […] No se impresione por lo que está viendo. Es el desarrollo normal de un final de ciclo. Como todo sistema dinámico, la Fundación tiende hacia la entropía, hacia un comportamiento caótico. Es por ello que cada tres meses, el programa seleccionará un nuevo residente para ‘reequilibrar’ el sistema. Como Vd., los nuevos residentes serán investigadores en una de las áreas de aplicación  la teoría sistémica. Sistemas biológicos, informáticos, financieros, neuronales… Al cabo de 6 años, los 24 laboratorios estarán ocupados y el sistema estará entonces en el momento de su apogeo. A lo largo del séptimo y último año, las investigaciones de los residentes deberían empezar a dar resultados. Este periodo verá también como se disgregar el sistema. Su papel será entonces el de retrasar la llegada del caos. […] Su papel es el de guiar a los residentes, pero también el de mejorar el programa. El conjunto de mis resultados están aquí… Tras terminar de escuchar el mensaje de su predecesor, Sorokin lee el final del informe que Bateson le ha dejado: Día 2.555 (último día) - investigaciones terminadas (en total : 7 sobre 24) - muertes : 1 - 2 incendios suplementarios. - llegada del equipo de cierre. Fundación para el estudio de sistemas complejos y dinámicos. Vista aérea. Tras esta introducción para entender los propósitos de la Fundación, la historia prosigue seis años más tarde. Martin Sorokin comprueba que –comparando su situación al principio del séptimo año con la vivida por la Fundación no. 3– el caos está apareciendo demasiado pronto. Sorokin tiene la esperanza de que la llegada del último residente –el número 24, Stéphane Douasyiii– consiga equilibrar el sistema. Douasy es físico y su investigación en la Fundación se centrará en el estudio de las formas de los vegetales, en particular de cómo la formación de las yemas influye en la geometría de las hojasiv. Tras visitar al director, Stéphane se dirige al edificio en el que debe trabajar y vivir, el edificio F. Nada más llegar conoce a Louise Franç, lingüista que –según explica ella misma– trabajaba en un software que aprendía nuestra lengua cuando se conversaba con él. Su programa detectaba las formas recurrentes en la estructura de las frases para poder reproducirlas después. Había empezado a tener resultados prometedores, pero llegó Google y al poner en funcionamiento el programa Cleverbotv –que, según Louise, repite lo que miles de internautas dicen, pero en realidad no habla– ella no pudo competir con él. Desde entonces está bloqueada, no habiendo encontrado nuevas ideasvi para proseguir con sus investigaciones. La otra persona que convive con ellos en el edificio es el informático Vilhemvii: trabaja en un programa informático que debería predecir sus acciones y gestos en un futuro cercano. Aunque –debido a su conocimiento de la teoría del caos– sabe que cualquier evento es la consecuencia de una infinidad de causas imposibles de observar por completo, Vilhem ‘busca los guiones’ que tienen más probabilidades de suceder. Sólo observa los parámetros más significativos: los personales –los recuerdos de su infancia, sus características físicas, el acontecer de su día a día, etc.–  y los de su entorno –la Fundación, los residentes y sus investigaciones, etc.–. No consigue que sus predicciones tengan sentido. En realidad, existe otro investigador en el edificio F al que sus compañeros apodan el investigador fantasma, ya que nunca lo han visto. Es el informático Vianiy Paniandy con el que no se debe interactuar ‘por órdenes superiores’. Paniandy trabaja en la resolución del problema de informática teórica ‘P vs NP’viii, uno de los Problemas del Milenio del Instituto Clayix. Paniandy había publicado en 2005 una prueba de que P≠NP, pero la comunidad matemática descubre pronto una serie de errores en su  prueba, y le vuelve la espaldax. En el tebeo se explica con sencillez el significado de las iniciales P –problemas que pueden resolverse fácilmente mediante un algoritmo en un ordenador–, NP –problemas cuya solución puede verificarse fácilmente, pero para los que no se conoce un algoritmo que los resuelva ‘rápidamente’– e incluso se habla de los NP-completos –aquellos en los que se conjugan las dificultades de todos los demás–. Paniandy trabaja precisamente en el problema del viajantexi, que es NP-completo. Se basa en el plano de la Fundaciónxii: o bien debe probar que no existe ningún algoritmo que lo resuelva –en cuyo caso P≠NP, como él pensaba– o bien debe encontrar el algoritmo que permita llegar de manera óptima, sin tanteos, de un lugar a otro de la Fundación –en cuyo caso P=NP,  con lo que ese algoritmo permitiría resolver cualquier problema ‘decidible’xiii–. Paniandy se horroriza al encontrar ese famoso algoritmo… y entonces empiezan a producirse accidentes y muertes entre los demás residentes. El caos empieza a reinar cuando Paniandy introduce su algoritmo en las investigaciones de algunos de sus colegas. El final será inesperado y terrible… Le chercheur fantôme es un ‘thriller’ y una metáfora de la investigación básica, que pasa desapercibida para la mayor parte de la población, a pesar de los beneficios que produce en su estado del bienestar. Además de la trama y el suspense, Cousin introduce numerosos conceptos científicos. Aparte de los ya citados, se habla por ejemplo del aún no resuelto problema del sofáxiv o la sorprendente influencia de la geometríaxv de las yemas de los vegetales en la forma final de las hojas…   Notas: [i] Éditions Flblb. Pueden leerse las primeras páginas y consultar el dossier de prensa. [ii] http://robincousin.blogspot.com.es/ [iii] El nombre de este investigador es prácticamente el del físico Stéphame Douady (CNRS, París), con el que Robin Cousin mantuvo varias entrevistas para preparar el cómic. Douady trabaja –entre otros temas– en filotaxis. De allí el paralelismo con el último residente, investigador en morfogénesis, pero centrado durante su estancia en la Fundación en el estudio de sistemas vegetales. [iv] Stéphane Douasy representa la pasión por el conocimiento. [v] http://es.wikipedia.org/wiki/Cleverbot [vi] A través de Louise se denuncian las presiones de la sociedad de consumo sobre el mundo académico. [vii] Vilhem simboliza la obsesión en la investigación. [viii] The P-versus-NP page [ix] P vs NP Problem, Clay Mathematics Institute [x] La situación de Paniandy representa el poder de la comunidad científica sobre los investigadores, que deben recibir su beneplácito para dar por buenas sus teorías. [xi] http://es.wikipedia.org/wiki/Problema_del_viajante [xii] La Fundación está situada en un paraje con bosques y diferentes edificios, que está organizada siguiendo la sucesión de Fibonacci. [xiii] http://es.wikipedia.org/wiki/Problema_indecidible [xiv] http://ztfnews.wordpress.com/2012/10/07/el-problema-del-sofa/ [xv] De hecho, en el tebeo, Stéphane Douasy empieza a trabajar con papiroflexia en su investigación, gracias a la idea que le da otro de los residentes. Tampoco esto es casualidad: el equipo de Stéphane Douady trabaja en la realidad con origami y kirigami para averiguar la geometría de las hojas dependiendo de los pliegues de las yemas. Ver La forme des feuilles donnée par leurs plis (CNRS) y Dr. Etienne Couturier presents "Fold and leaf shape" (FDV-Paris). Etienne Couturier es un doctorando de Stéphane Douady.
Lunes, 02 de Septiembre de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Literatura y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
Queremos tanto a Glenda (1980) es un libro de cuentos de Julio Cortázar  compuesto por diez historias. Esta breve reseña trata sobre el último de ellos, Anillo de Moebiusi. Anillo de Moebius es la historia de una salvaje violación que termina con la muerte de Janet. Su asesino, Robert, es condenado a muerte. Mientras espera que se cumpla el castigo, Janet se acerca a él de diferentes maneras: Poco a poco (¿poco a poco en una condición fuera del tiempo? Maneras de decir) se iban dando otros estados que acaso ya se habían dado, aunque ya significara antes y no había antes; ahora (y tampoco ahora) imperaba un estado viento y ahora un estado reptante en el que cada ahora era penoso, la oposición total al estado viento porque sólo se daba como arrastre, un progresar hacia ninguna parte; de haber podido pensar, en Janet se hubiera abierto paso la imagen de la oruga recorriendo una hoja suspendida en el aire, pasando por sus caras y volviendo a pasar sin la menor visión ni tacto ni límite, anillo de Moebius infinito, reptación hasta el borde de una cara para ingresar o ya estar en la opuesta y volver sin cesación de cara a cara, un arrastre lentísimo y penoso ahí donde no había medida de la lentitud o del sufrimiento pero se era reptación y ser reptación era lentitud y sufrimiento. O lo otro (¿lo otro en una condición sin términos comparables?), ser fiebre, recorrer vertiginosamente algo como tubos o sistemas o circuitos, recorrer condiciones que podían ser conjuntos matemáticos o partituras musicales, saltar de punto en punto o de nota en nota, entrar y salir de circuitos de computadora, ser conjunto o partitura o circuito recorriéndose a sí mismo y eso daba ser fiebre, daba recorrer furiosamente constelaciones instantáneas de signos o notas sin formas ni sonidos. De alguna manera era el sufrimiento, la fiebre. Ser ahora el estado cubo o ser ola contenía una diferencia, se era sin fiebre o sin reptación, el estado cubo no era la fiebre y ser fiebre no era el estado cubo o el estado ola. En el estado cubo ahora —un ahora de pronto más ahora— por primera vez (un ahora donde acababa de darse un indicio de primera vez), Janet dejó de ser el estado cubo para ser en el estado cubo, y más tarde (porque esa primera diferenciación del ahora entrañaba el sentimiento de más tarde) en el estado ola Janet dejó de ser el estado ola para ser en el estado ola. Y todo eso contenía los indicios de una temporalidad, ahora se podía reconocer una primera vez y una segunda vez, un ser en ola o ser en fiebre que se sucedían para ser perseguidos por un ser en viento o ser en follaje o ser de nuevo en cubo, ser cada vez más Janet en, ser Janet en el tiempo, ser eso que no era Janet pero que pasaba del estado cubo al estado fiebre o volvía al estado oruga, porque cada vez más los estados se fijaban y establecían y de algún modo se delimitaban no solamente en tiempo sino en espacio, se pasaba de uno a otro, se pasaba de una placidez cubo a una fiebre circuito matemático o follaje de selva ecuatorial o interminables botellas cristalinas o torbellinos de maelstromii en suspensión hialina o reptación penosa sobre superficies de doble cara o poliedros facetados. La banda de Moebius simboliza aquí la idea de continuidad entre los opuestos –la agredida y su agresor–, diferentes estudios –que aparecen reseñados debajo– interpretan el mensaje de esta obra.iii Muchas autoras y autores tildan Anillo de Moebius como una apología de la violación, reprochando además la representación de las mujeres en la obra de Cortázariv: Frente a una narración bien construida y hermosamente escrita, como lo es “Anillo de Moebius”, la mujer crítica siente la necesidad de deslindar el valor literario del texto del mensaje que éste comunica. Al señalar, con intención analítica, la visión de la sexualidad y de la mujer en la obra de Cortázar, la crítica feminista no se propone hacer una evaluación literaria de su obra. Robert, finalmente, se suicida en su celda. Julio Cortázar Notas: i Julio Cortázar, Anillo de Moebius en Queremos tanto a Glenda. ii Voz holandesa: Remolino muy peligroso que se forma en las costas del mar del Norte. iii Ver [Ilinca Ilian Taranu, La dualidad fantástica: el anillo de Moebius de Julio Cortázar, http://lejana.elte.hu/PDF_4/Ilinca_Ilian_Taranu.pdf] iv Fragmento de [Malva E. Filer, Leer a Cortázar como mujer, en Me gustas cuando callas… Los escritores del “Boom” y el género sexual, Ed. Universidad de Puerto Rico, 67-90, 2002].
Martes, 16 de Julio de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Literatura y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
El desajuste de Marc Antoine Mathieu Le décalage (El desajuste) –publicado en 2013– es el sexto tomo de la serie Julius Corentin Acquefacques, prisonnier des rêves. Imagen 1: La portada del tomo 6 de esta serie. El desajuste se divide en ocho capítulos: La cas(s)e (Es un juego de palabras: case=casilla y casse=rotura) Le rêve-veille (El sueño vigilia) Hors scénario (Fuera de guión) Le grand rien (La gran nada) Enfermés dans l’infini (Encerrados en el infinito) 26!! (¡26!!, es decir, la factorial de 26, entre exclamaciones) L’horizon recalé (El horizonte reajustado) Le récit recalé (El relato reajustado) Aunque la numeración de los capítulos es la mostrada arriba, ése no es el orden en el que el relato se desarrolla. La portada del tebeo es  la página 7, que corresponde al final del primer capítulo… efectivamente parece que hay un desajuste en la historia. En esa portada se ve a nuestro héroe –Julius Corentin Acquefacques– agarrado a una cama que vuela a gran velocidad, mientras se escucha el grito de fondo: ¡Vecino, despierte, despierte! Le observan seis personajes –después iremos descubriendo quienes son–, y tiene lugar –aún estamos en la portada– el siguiente diálogo: -  ¡Chis! ¡Escuchad! - Ajá… ha atravesado la barrera del tiempo. - ¿La barrera del tiempo? Pero entonces… -  Mmmmm… no le volveréis a ver… - … o quizás… en otra historia. - Si… no se puede controlar una cama ebria1… Y efectivamente, al abrir el libro se ve a un asombrado Julius agarrado a una cama que vuela a gran velocidad, parece que el  héroe se desdobla. El protagonista de la serie se introduce  en el capítulo 2,  en la habitación de su casa… cree que se ha caído de la cama tras un ‘sueño fuerte’, aunque enseguida empieza a dudar si realmente está despierto. Se siente ligero y observa asombrado que no se refleja en el espejo de su cuarto de baño. El sentimiento de alucinación se refleja en una magnífica imagen con efecto Droste incluido: Imagen 2: … Sin duda porque no me reflejaba en el espejo… y esa no era una buena señal. Julius oye voces en el hueco de la escalera y sale para ver qué sucede: su vecino Hilarion conversa con dos agentes… Hilarion comenta sorprendido como había ido a despertar a Julius  a las 7:00, pero su casa estaba vacía.  Julius les habla, pero ellos ni  lo ven ni lo oyen. Nuestro héroe, abrumado, sale a la calle, una calle que se encuentra desierta y cubierta de arena. Decide ir a visitar a los hermanos Dalenvert ¡expertos en ‘problemáticas diversas’. Toca a la puerta, pero sus golpes no se oyen… Hilarion llega poco después y explica a los hermanos y al profesor Ouffe como Julius ha desaparecido. - ¿Qué vamos a hacer sin héroe? - Una historia sin héroe, ¿es aún una historia? - Puestos a elegir, ¡prefiero un héroe sin historia a una historia sin historia! Los cuatro personajes secundarios salen de la casa de los hermanos en busca de respuestas… el vacío les espera fuera, caminan y caminan sin ver nada a su alrededor. - ¿Os habéis dado cuenta? ¡No pasa un momento sin que no ocurra nada! - Es un hecho notable, en efecto. Vagan perdidos por un desierto aparentemente infinito… Julius –que es transparente– se convierte en el narrador de la historia, observa ‘desde lejos’ el escenario por el que se mueven los personajes secundarios. Ellos no saben por dónde caminan –sólo ven ‘lo local’–, pero Julius observa ‘lo global’, lo que le permite percibir detalles que para los primeros pasan inadvertidos2. Imagen 3: Los personajes secundarios se encuentran con lo que llaman ‘curiosas arquitecturas’. No saben lo que están pisando, porque están ‘dentro’ de ello. Julius observa desde lejos el ‘escenario’, esas arquitecturas contienen siluetas que recuerdan extrañamente a nuestro héroe. Descubren que la arena que pisan no lo es en realidad, se trata de cadenas de 26 letras… La nada está formada de TODAS las combinaciones posibles de nuestro alfabeto. ¡Es maravilloso! 26! ¿Comprendéis? ¡Esto nos indica la dimensión de la nada! Imagen 4: Calculando la dimensión de la nada. Se introducen en la zona desconocida –atravesando una verdadera frontera entre el desierto y una zona no explorada– intentando regresar a su mundo. Al hacerlo, nos encontramos con tres páginas rotas, desgarradas en nuestro tebeo… serán las que les permitirán recuperar el desfase de seis páginas con el que ha comenzado el libro. En efecto, la página 40 finaliza con los personajes atravesando la frontera hacia lo desconocido, y se nos presentan las páginas 41 a 46 a las que les falta una gran parte de papel. Corresponden a un capítulo 7  que se intuye debería estar allí… aunque no se ve el título completo. Imagen 5: Las páginas rotas permiten recomponer el desajuste. El desfase espacio-temporal se salva con maestría: los dibujos y los diálogos de las viñetas rotas se superponen, originando conversaciones que cambian de sentido al encajar los trozos de las diferentes páginas. Imagen 6: Las páginas rotas superpuestas originan diálogos e imágenes coherentes y con sentidos cambiantes. Julius va a apareciendo poco a poco en la página 47 –que ya está completa–… de manera tenue al principio,  y termina uniéndose al grupo que camina por el desierto. Van desapareciendo elementos de las planchas, la numeración va escapando poco a poco hasta disiparse… - Algunos dicen que la nada es un libro blanco. - Esta falta de pistas metafísico me agota. - ¡Tiene que haber un borde en alguna parte de cualquier manera! - Para ello debería haber alguna parte. Eso no se sabe… - … Aquí estamos en ningún sitio y en todos. Las páginas 58 y 59 se colorean, en realidad son  la contraportada –en ese orden– y la portada del tebeo. Imagen 7: Se trata de la imagen de la contraportada –página 58–: Recapitulemos… estamos entonces en ningún lugar. Sin espacio, sin tiempo… … Y sin historia. Los personajes llegan a una puerta que les da paso a un inmenso almacén en el que se amontonan camas… El empleado del almacén presenta a Julius diferentes camas para dormir de pie, plegables,… Julius se sienta sobre una de ellas –sin darse cuenta que un mecánico estaba manipulándola–: se trata de una ‘cama de carreras’ con el regulador temporal mal ajustado… ¿entendéis ahora el origen de ese terrible desajuste? Las anteriores aventuras de Julius Corentin Acquefacques son: L’Origine (El Origen, 1990). La Qu... (1991). Le Processus (El Proceso, 1993). Le Début de la fin (El Principio del fin, 1995). La 2,333ème dimension (La dimensión 2,333, 2004).   Notas: [1] En francés se trata de un juego de palabras: ‘lit ivre’ significa ‘cama ebria’… la cama vuela sin control. Pero, si se pronuncia en alto suena como ‘liivre’, es decir, la palabra ‘libro’ pronunciada alargando la “i”, lo que da aún más énfasis al vuelo. [2] Esta es una magnífica ilustración de las diferencias entre lo local y lo global: los personajes secundarios ven una zona pequeña a su alrededor, la nada les rodea y perciben pocos detalles de su escenario. Sin embargo, Julius, convertido en observador externo y narrador, ve con claridad lo que les espera a sus amigos, ve detalles que ellos no pueden apreciar.  
Jueves, 20 de Junio de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Literatura y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
Las cuatro historias que forman este libro son metáforas sobre la búsqueda de la verdad. Son cuatro relatos sobre obsesiones, obsesiones de cuatro personas que realizan su propia búsqueda para llegar a entender la naturaleza del ser humano. Según la ley tiene estructura de banda de Möbius: las cuatro historias van pasando de una a otra y la última nos conduce inevitablemente a la primera, que reanuda el ciclo del libro. 1. LEY SOBRE EXAMEN FORENSE Y AUTOPSIA De acuerdo con la ley, el cuerpo que después del óbito ofrece dudas sobre la causa de la muerte deberá ser sometido a autopsia. Ley sobre examen forense y autopsia (Dinamarca) El bioquímico canadiense Nicholas S. investiga sobre el enigma de la postura vertical del ser humano. Asiste a la autopsia de una joven que ha fallecido de hipotermia –se ha suicidado– y que ha donado su cuerpo a la ciencia. Estudia con meticulosidad el cerebro del cadáver, en cuya corteza busca ‘un determinado color verde’ que probaría la existencia de la sustancia filodoxa-tri-fosfato que –según una teoría muy controvertida– desempeñaría un papel fundamental en el movimiento bípedo del ser humano. Si esta sustancia era un error, éste era de la evolución, no suyo. Si la naturaleza había cometido un error, su misión no era ocultarlo. 2. LEY DEL TALIÓN El que maltrate a su prójimo será tratado de la misma manera; fractura por fractura, ojo por ojo y diente por diente, es decir, recibirá lo mismo que él ha hecho al prójimo. Tercer libro de Moisés, 24, 19s Tanja L., estudiante de Derecho en Suiza, tiene poderes paranormales y cree que es capaz de producir dolor a otras personas, al provocar –sin quererlo– caídas y accidentes. Desea descubrir la naturaleza del dolor, y para ello viaja a Barcelona, Madrid y París, buscando ‘pistas’ que le ayuden a entender. Su búsqueda había sido un malentendido. Había aprendido bastante sobre la fragilidad y la fuerza destructora del ser humano, pero no podía lastimarse con tanta facilidad a una persona. 3. LEY DE LA GRAVEDAD Dos cuerpos de diferente peso se moverán a la misma velocidad de caída en el vacío. Ley de la caída de los cuerpos, de Galileo René G. es un matemático danés con un único deseo: no ser nadie. Deseaba saber hasta qué punto podía acercarse un ser humano a la transparencia del no ser y estaba seguro de que, una vez hubiese alcanzado ese punto cero, podría hacer lo que se esperaba de él, proseguir sus estudios, realizar su trabajo sobre las relaciones entre los teoremas de incompletitud de Gödel y los postulados paralelos no euclidianos, y después pasar el resto de sus vida describiendo sosegados círculos alrededor del punto cero humano. Pero, no es tan fácil… 4. LEY DE LA TERMODINÁMICA Los cuerpos que se encuentran en un sistema cerrado, donde no entra energía, sufrirán transformaciones cada vez mayores. Segunda ley de la termodinámica Alette V. es  una escultora canadiense especializada en realizar bustos a los transeúntes. Adora la materia inanimada y sueña con fundirse con ella. En ese afán por despojarse de su parte humana, decide suicidarse dejándose morir por hipotermia, para que su cadáver pase a ser un objeto más en su habitación. Trasladaba las personas al mundo de los objetos. […] Ella pertenecía a los objetos, pero ¿qué era? Ha donado su cuerpo-objeto a la ciencia… será Nicholas S. el que recogerá su cerebro para avanzar en sus investigaciones.
Martes, 07 de Mayo de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico
Cultura y matemáticas/Literatura y matemáticas
Autor:Marta Macho Stadler (Universidad del País Vasco)
Gestes et opinions du docteur Faustroll, pataphysicien. Roman Néo-Scientifique –Gestas y opiniones del doctor Faustroll, patafísico: novela neo-científica– es una obra novelesca de Alfred Jarry, terminada en 1898 y editada por primera vez en 1911 en la editorial Fasquelle. El libro describe las aventuras del patafísico Doctor Faustroll, de su babuino hidrocéfalo Bosse-de-Nage –que sabe decir Ah-ah– y del oficial de justicia René-Isidore Panmuphle, que se presenta para embargar los bienes de Faustroll. Esta novela es la biblia del Colegio de Patafísica, que le ha dedicado numerosas exégesis: está plagado de referencias filosóficas e incluso matemáticas, con un lenguaje incoherente en muchas ocasiones. El Doctor Faustroll es un científico singular: nacido en Circasia a la edad de 63 años y muerto ese mismo año, pionero de la patafísica y curador perpetuo del Colegio de Patafísica desde 1947. La historia comienza con el desalojo del Doctor Faustroll de su residencia, que junto a sus dos acompañantes realiza un ‘viaje de París a París por mar’, viaje que le conduce a la muerte. Proyectado dentro de la ‘Ethernidad’, comunica por medio de carta telepática diferentes reglas sobre el tiempo, el Sol, el espacio, etc. a Lord Kelvin, traduce a Hipócrates de Quíos –al que Jarry atribuye el origen de la patafísica– y para finalizar calcula la superficie de Dios, concluyendo el libro con la sentencia ‘La Patafísica es la ciencia’. El libro está dividido en cuarenta y un capítulos distribuidos en ocho ‘libros’: Procédure (Introducción) Éléments de pataphysique (Elementos de patafísica) De Paris à Paris par mer, ou le Robinson belge (De París a París por mar, o el Robinson belga) Céphalorgie (Cefalorgia) Officiellement (Oficialmente) Chez Lucullus (En casa de Lúculo) Khurmookum Éthernité (Ethernidad) Se reproduce debajo el último capítulo –traducido por la autora de la reseña– en el que se calcula la superficie de Dios. —oOo— XLI SOBRE LA SUPERFICIE DE DIOS Por definición, Dios no posee extensión pero nos permitimos, por la claridad de nuestro enunciado, suponerle un número cualquiera, mayor que cero, de dimensiones, aunque no tenga ninguna si estas dimensiones desaparecen en los dos miembros de nuestras identidades. Nos conformaremos con dos dimensiones, para poder representar fácilmente figuras de geometría plana sobre una hoja de papel. Simbólicamente se representa a Dios por un triángulo, pero las tres Personas no deben considerarse como los vértices o las aristas. Son las tres alturas de otro triángulo equilátero circunscrito en el tradicional. Esta hipótesis concuerda con las revelaciones de Anne-Catherine Emmerich, que vio la cruz (que consideramos como símbolo del Verbo de Dios) en forma de Y, y sólo lo explica por esta razón física: ningún brazo de longitud humana podría extenderse hasta los clavos de las ramas de una tau. Por lo tanto, POSTULADO: Hasta tener más información y por nuestra comodidad provisional, suponemos a Dios en un plano y bajo la figura simbólica de tres rectas iguales, de longitud a, pasando por un mismo punto y formando entre ellas ángulos de 120 grados. Es del espacio comprendido entre ellas, o del triángulo obtenido uniendo los tres puntos más alejados de estas rectas, del que nos proponemos calcular el área. Sea x la mediana prolongación de una de las Personas a, 2y el lado del triángulo al que es perpendicular, N y P las prolongaciones de la recta (a + x) en los dos sentidos hacia el infinito. Esta figura no aparece en el libro de Alfred Jarry: se inserta para aclarar las notaciones. Tenemos: x = ∞ − N − a − P. Ahora bien N = ∞ − 0. y P = 0. De donde x = ∞ − (∞ − 0) − a − 0 = ∞ − ∞ + 0 − a − 0 x = − a. Por otro lado, el triángulo rectángulo cuyos lados son a, x e y nos da: a² = x² + y². Así, sustituyendo x por su valor (−a) a² = (− a²) + y² = a² + y². De donde y² = a² − a² = 0 e y = √0. Así la superficie del triángulo equilátero que tiene por bisectrices de sus ángulos las tres rectas a será: S = y (x + a ) = √0 (− a + a) S = 0√0 COROLARIO.- A primera vista del radical √0, podemos afirmar que el área calculada es a lo más una línea; en segundo lugar, si construimos la figura según los valores obtenidos para x e y, observamos: Que la recta 2y, que ahora sabemos que va a ser 2√0, tiene su punto de intersección sobre una de las rectas a en sentido inverso de nuestra primera hipótesis, ya que x = −a; y que la base de nuestro triángulo coincide con su vértice; Que las dos rectas a forman con la primera ángulos menores al menos que 60°, y más aún no pueden encontrar 2√0 más que coincidiendo con la primera recta a. Esto concuerda con el dogma de equivalencia de las tres Personas entre ellas y a su suma. Podemos decir que a es una recta que une 0 con ∞, y definir Dios: DEFINICIÓN.- Dios es el camino más corto entre cero e infinito. ¿En qué sentido? nos preguntaremos. – Responderemos que Su nombre no es Julio, sino Más-y-Menos. Y debe decirse: ± Dieu es el camino más corto de 0 a ∞, en un sentido o en el otro. Esto concuerda con la creencia en los dos principios; pero es más exacto atribuir el signo + al de la creencia del sujeto. Pero como Dios no posee extensión, no es una línea. – Observemos en efecto que, según la identidad ∞ − 0 − a + a + 0 = ∞ la longitud a es nula, a no es una línea, sino un punto. Así, definitivamente: DIOS ES EL PUNTO TANGENTE DE CERO Y DEL INFINITO. La Patafísica es la ciencia... —oOo— Según parece, este cálculo se inspira en el último capítulo del último libro de Pantagruel de François Rabelais, en el que se habla del siguiente modo: ‘Esa esfera intelectual, cuyo centro está en todas partes y la circunferencia en ninguna, que llamamos Dios’. ¡Atención! Los cálculos realizados no se basan en las matemáticas, sino en la patafísica… ‘la ciencia’… Más información: La obra completa en el repositorio Gallica Collège de Pataphysique Biografía de Alfred Jarry Sátrapas –miembros– del Collège de Pataphysique
Miércoles, 03 de Abril de 2013 | Imprimir | PDF |  Correo electrónico

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