Los docentes de Primaria necesitan más formación pedagógica para enseñar Matemáticas |
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ABC, 9 de Agosto de 2003 - SOCIEDAD M. HELENA GAYA El profesor De Guzmán imitaría el plan germano El catedrático de la Complutense aplaude la decisión de muchos padres que se implican en la educación de sus pequeños y les facilitan el aprendizaje de esta materia SANTANDER .El juego, las nuevas tecnologías, algunos libros didácticos e incluso la historia de los números, resultan básicos para un buen aprendizaje de las Matemáticas desde las más tempranas edades, aunque no hay que olvidar las actividades esenciales más rutinarias como memorizar la tabla de multiplicar o saber sumar. Los alumnos españoles tienen un déficit en el entendimiento de esta asignatura «por falta de formación y motivación de los profesores de Primaria, porque los niños aprenden cuando ven a otra persona entusiasmada con lo que enseña», según Miguel de Guzmán, catedrático de Análisis matemático de la Universidad Complutense. El déficit de los docentes españoles parte de la falta de un programa sólido en las facultades de Magisterio, donde los futuros profesores sólo reciben tres años de formación y sólo el 10 por ciento de los créditos están vinculados a las Matemáticas, «algo increíblemente más pobre de lo que sería razonable», comentó el profesor Guzmán. Para paliar este problema, de enorme repercusión en la educación, el catedrático recomienda emular sistemas de formación universitaria como el alemán. «En ese país la enseñanza del profesorado dura cuatro años, en los que el 40 por ciento de los créditos está dedicado a esta asignatura», puntualizó este profesor de la Complutense durante su intervención en el curso «Aprender Matemáticas: reto y aventura», que imparte en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Enseñando cultura Sobre las reformas educativas propuestas por el Ministerio de Educación que dirige Pilar del Castillo y que dan prioridad a la formación en Humanidades, el docente considera que lo esencial es recuperar una conexión entre estos dos campos del saber. Para conseguirlo, «es imprescindible formar a los profesores para enseñar Matemáticas enseñando cultura». Además, a esta materia hay que «mimarla porque es un lenguaje en sí mismo, que nos ayuda a entender otras realidades como la tecnología». Aunque la incapacidad en Matemáticas de muchos alumnos no se vislumbra hasta la Secundaria, es en las edades más tempranas cuando las personas adquirimos la mayor parte de nuestros conocimientos más sólidos, por eso, «si durante la Primaria a los niños les imparten clase profesores a los que no entienden y que sólo les dan rutinas aburridas y sin sentido, los pequeños se bloquean psicológicamente respecto a las Matemáticas». La falta de motivación de algunos profesores se traduce en los niños en «un rechazo directo, en un muro, a todo lo que huela a Matemáticas, aunque para otras materias sean personas inteligentes». Del lápiz a la calculadora El profesor Miguel de Guzmán considera que las nuevas tecnologías «son esenciales y deben estar incorporadas en el sistema de enseñanza desde el principio. Cuanto antes, se debería poner a jugar a un niño con una calculadora para que descubra su manejo y las posibilidades», matiza. Sin embargo, tiene que haber una base para no olvidar las operaciones esenciales; para no llegar a hacer del uso de la tecnología un absurdo. Algunos niños, incluso desde pequeños, tienen dificultades para comprender las Matemáticas que se imparten en las escuelas y necesitan clases de refuerzo o hacer deberes extras en casa. En esta situación hay muchos padres, que, a pesar de no entender la materia y desconocer las técnicas pedagógicas para la enseñanza, quieren implicarse en la educación de sus pequeños y facilitarles el aprendizaje de esta materia. Para estos padres comprometidos, que hacen el esfuerzo de ir aprendiendo con sus hijos, los pedagogos recomiendan como primer paso que «se hagan con los libros de texto para saber qué están estudiando y qué pueden exigir a sus hijos». En este sentido, los expertos aplauden esta opción porque «ver a los padres implicados estimula y motiva enormemente el aprendizaje de los niños». Para aquellos padres que no sepan por donde empezar, el profesor Miguel de Guzmán recomendó un paseo por las librerías, «donde se pueden encontrar libros didácticos fabulosos». |
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