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El estudio del catalán en la ESO detrae 300 horas lectivas a las matemáticas
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ABC, 29 de Septiembre de 2003
CATALUÑA
NACIONAL
ÁNGEL MARÍN Un informe revela el fracaso de los niños catalanes en esta materia
Los alumnos catalanes, con currículums matemáticos análogos a los del resto de España, tienen una hora lectiva menos de esta asignatura por semana

BARCELONA. Los malos resultados obtenidos en matemáticas, donde la mitad de alumnos no adquiere las competencias básicas en esta asignatura, es motivo de profunda preocupación e inquietud entre la comunidad educativa catalana. Los profesores de matemáticas, a los que algunos sectores intentan responsabilizar veladamente de este fiasco escolar, no son culpables de que una gran mayoría de niños catalanes de 13 años no sean capaces de calcular con rapidez, resolver problemas o interpretar la función de los números y del lenguaje matemático.

Los culpables
«Búsquense responsables de que los niños de Cataluña tengan uno de los peores niveles de conocimientos matemáticos de España en su grupo de edad, pero búsquense en los lugares adecuados», señala Juan Antonio Cordero, doctor en Psicología, en su informe sobre los resultados de las pruebas de competencias básicas realizadas en el curso 2002-2001. Este examen lo realizaron 3.329 alumnos de segundo de ESO, de 125 institutos catalanes. «Los culpables los hemos de buscar entre los expertos diseñadores del currículo y de los tiempos de dedicación, que han ignorado reiteradamente las opiniones del profesorado de a pie, y que en su ignorancia han tratado de cambiar la realidad educativa sin más fundamento que desconocerla», afirma Cordero.
En este informe, colgado en Internet (www.winmates.com/compebas. Htm), se afirma que «los niños catalanes, con curriculums matemáticos análogos a los del resto de España, tienen como promedio 1 hora lectiva menos de matemáticas por semana a lo largo de los 10 años del periodo obligatorio de enseñanza».
Los alumnos catalanes hacen 160 horas menos de matemáticas durante los seis años de la Enseñanza Primaria y más de 100 horas menos durante los cuatro años siguientes que dura la Enseñanza Secundaria.
«A lo largo de los 10 años de la Enseñanza Obligatoria, los niños catalanes han tenido entre 250 y 300 horas menos de matemáticas que los de otras comunidades españolas», afirma el doctor en Psicología, que achaca, en parte, el fracaso de las matemáticas a este recorte de horas lectivas y a la aplicación de la LOGSE.

Pésimos resultados
Cordero se extraña de que las autoridades educativas de Cataluña se escandalicen de los pésimos resultados obtenidos por los alumnos catalanes en matemáticas y que no hayan tenido en cuenta que «ante un menor tiempo de dedicación se da un menor o peor aprendizaje».
Para este profesor de instituto, no es excepcional que los alumnos catalanes obtengan «logros académicos matemáticos inferiores» a los de otras Comunidades porque «dedican un 20 por ciento menos de tiempo» al conocimiento de esta materia. La principal causa de este recorte de horas lectivas en matemáticas y otras asignaturas básicas en Cataluña es la implantación de dos a cuatro horas semanales de clases de lengua y literatura catalana en la enseñanza obligatoria.

Dominan mejor el castellano
En el apartado lingüístico, el informe subraya que los alumnos dominan mejor el castellano que el catalán, pese a que la política de inmersión lingüística obliga a los profesores a dar todas las asignaturas en lengua catalana. En concreto, las competencias básicas para comprender e interpretar un texto oral (ortografía) en castellano son adquiridas por un 79 por ciento del alumnado frente al 63 por ciento que lo hace en catalán. En expresión escrita (claridad, corrección y adecuación) vuelve a haber un mayor número de alumnos, el 12 por ciento, a favor del castellano.
Tan sólo en las pruebas de textos escritos (comprender e interpretar significados), la lengua catalana supera en seis puntos a la castellana. En su conjunto, los resultados son mejores para el castellano (74 por ciento) que para el catalán (62 por ciento).
Ante estos resultados, Cordero insta a reflexionar sobre «qué explicación dar al hecho de que, tras 8 o 10 años de una docencia, a veces exclusiva y desde luego siempre mayoritariamente en catalán, nuestros alumnos dominen globalmente mejor el castellano».

 

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