Mayo 2007: La incorporación de los logaritmos a las matemáticas españolas - Las dificultades que se dieron en España... |
Escrito por Juan Navarro Loidi (Instituto de Bachillerato a distancia de Guipuzkoa) | |||||||||
Martes 01 de Mayo de 2007 | |||||||||
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Las dificultades que se dieron en España para ampliar el campo de acción de los logaritmos Durante el siglo XVII en otras regiones de Europa se encontraron otras utilizaciones de los logaritmos, que los relacionaban con otros campos de las matemáticas diferentes al cálculo aritmético. Así, E. Torricelli (imagen de la izquierda) estudió en 1646 la curva logarítmica1 y la espiral logarítmica2. A. Sarasa, hijo de un militar español destinado en los Países Bajos, explicó en 1647 que el área de la figura limitada por dos abscisas, una hipérbola y su asíntota se obtenía mediante un logaritmo, desarrollando los trabajos de su maestro G. de Saint Vincent. A partir de 1660 se amplió todavía más el interés teórico de los logaritmos porque N. Mercator e I. Newton encontraron la relación de los logaritmos con series del tipo:
En 1676 Leibniz vinculó la curva logarítmica con la integral ∫ , y en 1697 Jean Bernoulli explicó en las Acta Eruditorum que la diferencial del logaritmo de x es . Con todos esos descubrimientos los logaritmos habían adquirido una nueva categoría, que en los libros españoles todavía no se les reconocía. Si a finales del siglo XVII comenzaba a generalizarse en España la utilización de los logaritmos para simplificar los cálculos, no avanzaba por igual el conocimiento teórico de esa estructura matemática. El primer libro en castellano que menciona que el área entre la hipérbola y su asíntota es proporcional a un logaritmo es el Compendio Matemático (1707-1715) del sacerdote oratoriano Tomás Vicente Tosca. En esa obra enciclopédica en nueve volúmenes que abarca, además de las diversas ramas de las matemáticas, la estática, la hidrostática, la arquitectura, la fortificación, la astronomía, la náutica y otras materias similares, los logaritmos se explican en el tercer volumen, dentro del tratado VII titulado “De la Trigonometría”, de una forma parecida a la de la Trigonometria de J. Zaragoza. Sin embargo en el “Tratado VIII De las tres secciones conicas Elipse Parabola e Hiperbola” [p. 159 - 264], después de una introducción clásica, con abundantes citas de Euclides y algunas de Apolonio, se expone la proporcionalidad entre áreas y logaritmos concluyendo:
Pero Tosca lo consideraba una propiedad aislada y no le sirvió para dar una orientación más analítica a los logaritmos, ni para relacionarlos con las series. La razón de esta situación es que, en esa época, la comunidad matemática española, además de ser bastante reducida, estaba más inclinada hacia las matemáticas aplicadas que hacia las puras. La mayoría de los que se acercaban a las matemáticas lo hacían pensando en su utilidad para la navegación, la milicia, la arquitectura o el comercio.
2 Espiral logarítmica r = a·ebθ |
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