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32. (Enero 2017) Verificando varas sobre piedra
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Escrito por Ángel Requena Fraile   
Lunes 02 de Enero de 2017

Verificando varas sobre piedra

(Vara de Zafra. Plaza Chica)

La racionalización decimal de los sistemas de medida es uno de los logros perennes de la Revolución Francesa. La implantación del metro pasó por diversas fases hasta que el 1 de enero de 1840 el Sistema Métrico Decimal se hace oficial y obligatorio en territorio francés. El marino matemático Gabriel Ciscar, liberal fallecido en el exilio, fue una figura de participación relevante desde los primeros tiempos del sistema, si bien España no lo declarará obligatorio hasta el 19 de julio de 1849. Internacionalmente el paso fundamental no se dará hasta la Convención del Metro de 1875 con acuerdo de diecisiete países.

Las viejas medidas locales siguieron perviviendo en el medio rural donde todavía es normal su uso cotidiano. En los mercados urbanos lo que nos ha quedado son hermosos restos grabados en piedra que eran utilizados para comprobar la medida vigente en el territorio. Cuando la población o el mercado tenía suficiente entidad había una persona encargada de velar por el uso correcto: el almotacén.

Las logias o soportales del mercado son los sitios habituales, cuando no será la iglesia, el ayuntamiento o la alhóndiga. Damos cuenta de ocho poblaciones que conservan sus varas sobre sus sillares. Lo más característico de ellas es su calidad urbana como núcleos tradicionales dignos de visitarse con detenimiento. Visitamos tres de Aragón, dos de Euskadi, dos de Extremadura y una en La Rioja.

Las varas de Sos del Rey Católico y Uncastillo

La comarca de las Cinco Villas en la provincia de Zaragoza hace como una cuña entre Navarra y Huesca hasta acercarse a los Pirineos desde el Ebro.

Dos de las Villas, Sos del Rey Católico y Uncastillo, conservan su sabor tradicional de lugares nobles y casonas de sillares. En ambas encontramos la hendidura en piedra donde el almotacén verificaba la medida de la vara jaquesa. Los arcos interiores de los soportales y pasadizos de sillería siguen siendo testigos de su antigua actividad mercantil.

La vara de Sos del Rey Católico se encuentra en uno de los arcos ojivales interiores del pasadizo porticado de la Plaza de la Villa. Entre las dos ojivas queda un hueco donde se colocaba la balanza.

Verificando varas sobre piedra

(Vara de Sos del Rey Católico. Plaza de la Villa)

En Uncastillo la vara está grabada en el arco de medio punto del interior del pasadizo de la Plaza del Mercado.

Verificando varas sobre piedra

(Vara de Uncastillo. Plaza del Mercado)

Vara de Jaca

A la derecha de la entrada de la Catedral de Jaca encontramos una de las varas incrustadas en piedra más trabajadas: en lugar de un hueco se ha optado por una simulación tallada de una vara cilíndrica. La portada románica se halla cubierta por un soportal añadido posteriormente y que hace de atrio.

El tallado es doble y conserva unos escudos junto a ellos. Las marcas visibles nos indican algunas medidas tradicionales menores como el codo y el pie. Las varas aragonesas son las más cortas de la Península pues no alcanzan los 78 centímetros.

Verificando varas sobre piedra

(Vara de Jaca. Atrio de la Catedral. Y detalle)

Verificando varas sobre piedra

Las varas tradicionales de Zafra y Almendral

Dos localidades extremeñas muy próximas conservan en granito los moldes de la vara de medir tradicional (aproximadamente 84 centímetros): la villa de Zafra, famosa por sus mercados y ferias y la muy modesta Almendral.

La vara de Zafra se encuentra en vertical grabada con cuidado en una de las columnas de la Plaza Chica, en la parte externa del pórtico que la une a la Plaza Grande. Las plazas de Zafra son inolvidables y la Chica es la más entrañable de las dos.

Verificando varas sobre piedra

(Plaza Chica de Zafra. Vara al fondo)

La villa de Almendral se encuentra entre Zafra y Olivenza. La vara de la población se localiza tallada diagonalmente en uno de los grandes sillares esquineros de la Iglesia de San Pedro, la que se encuentra enfrente de las escuelas. El grabado de la piedra es más sencillo que el de Zafra.

Verificando varas sobre piedra

(Vara de Almendral. Iglesia de San Pedro)

La varas de Bergara y Zegama

Dos de los pilares de sillería que soportan la arquería del Ayuntamiento de Bergara tienen grabadas las medidas tradicionales: la vara, la doble vara, la teja, el ladrillo y la baldosa. Se trata de los pilares donde se sitúan las bajantes de pluviales (¡qué oportunos!) hasta el punto que la vara de la esquina izquierda está cortada por el tubo.

Verificando varas sobre piedra

(Vara de Bergara. Ayuntamiento)

El Ayuntamiento ejerció como alhóndiga, de ahí que se grabaran las medidas en él, además de ser el edificio público emblemático en una villa de hermosos palacios.

Bergara conserva casi intacta su trama urbana: tres calles paralelas, la de arriba, la de abajo y la del medio. Pero antes de recorrer los tres niveles tenemos que fijar nuestra atención en la gran fachada que se encuentra frente del Ayuntamiento, se trata de un edificio importante para la historia de la ciencia: el Real Seminario. Lo que había sido fundación de los jesuitas se transformó en el XVIII en sede de la Real Sociedad Bascongada de Amigos del País, instalándose allí su Laboratorio Químico.

Verificando varas sobre piedra

(Vara de Zegama. Iglesia de San Martín)

A la pequeña localidad de Zegama se accede por una bonita desviación de montaña que parte de la carretera Nacional 1. Tras pasar Alsasua, sentido San Sebastián, nos encontraremos una variante que termina reintegrándose más abajo a la autovía. La Iglesia de San Martín es una magnificente obra de sillería para la población actual, pero la vara grabada en sus muros nos habla de su importante papel como villa de mercado en otros tiempos.

La marca de Zegama se limita a una doble línea, sin llegar a ser una hendidura completa: la vara de madera que utilizaban los comerciantes solo se superponía encima, no se podía introducir en el hueco.

La vara de medida se encuentra entre dos sillares en la parte de atrás, zona peatonal ajardinada, entre la torre campanario y el primer contrafuerte. Amablemente nos cuentan que allí estaba la zona de juegos, el bolaleku.

La vara de Laguardia

Laguardia, capital de la Rioja Alavesa, está a un paso de Logroño y rodeada de los viñedos que le dan fama. Situada en lo alto de una colina, se encuentra amurallada y con un núcleo monumental digno de disfrutarse. La recoleta Plaza Mayor muestra al aficionado, las medidas tradicionales marcadas en piedra en la fachada del Viejo Ayuntamiento, edificio con el arco de las carnicerías y hoy convertido en tienda de golosinas. La placa anunciadora está a la izquierda del escaparate y las perforaciones de las varas, en vertical, a nuestra derecha.

Verificando varas sobre piedra

(Vara de Laguardia.  Ayuntamiento Viejo)

Las marcas de Laguardia son variadas: una vara, una media vara, una teja y un ladrillo. Es digno de mención el reloj de la fachada del nuevo ayuntamiento con sus autómatas que funcionan a mediodía.

 

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